viernes, julio 16, 2004

El concepto de "izquierda"

Tal vez uno de nuestros mayores problemas sea la corrupción del lenguaje: los cosas no tienen sus verdaderos nombres, sino que las han puesto en otro envoltorio para vendérselas a los incautos, exactamente del mismo modo que las compañías tabacaleras se anuncian con imágenes deportivas, o que las distintas marcas de cerveza se anuncian exhibiendo cuerpos esbeltos.

Les propongo que consideremos lo que se puede llamar "izquierda" y si los comunistas y guerrilleros colombianos tienen algo que ver con esa idea. Según el diccionario, izquierda es aquello que no es conservador, que promueve los cambios y el progreso.

En la tradición europea, la izquierda era el sector político que promovía la libertad y la igualdad, en oposición a la derecha, que defendía la autoridad, el orden, las diferencias sociales y la tradición.
 
Honradamente, ¿habrá alguien que crea que el Polo Democrático, el Partido Comunista, las Farc, el Eln, las mil ONG de paz y derechos humanos que protegen el secuestro, la Cut, el profesorado universitario, los prebendistas profesionales de la cultura, etcétera, son partidarios de la igualdad, la libertad y el progreso para todos? ¿Nos viene a librar Romaña de la autoridad? ¿Los pensionados de 45 años de Telecom quieren que todos tengamos empleos bien remunerados y un nivel de vida digno? Alguien como Antonio Caballero, que recibe el sueldo de 50 colombianos por mentir y halagar a los envidiosos, ¿representa de algún modo el interés de las empleadas domésticas y demás pueblo colombiano humilde? ¿O lo hacen en cambio los miles de militantes del Partido Comunista que reciben el sueldo de 15 personas en empleos públicos en los que no se hace otra cosa que echar cepillo e intrigar? ¿Son las joyas de los comandantes guerrilleros una muestra de solidaridad con los pobres? ¿Lo son los honorarios fabulosos de los que fueron a Maguncia o a Costa Rica a hacer de estadistas con la plana mayor de los corruptos? ¿Respetan en algo al ciudadano de a pie los personajes como Alejo Vargas, Alfredo Molano o el "notable" Lozano que se asoman a los medios de comunicación a pedir una "paz" que no es otra cosa que la imposición de una minoría de opresores armados?

Las personas de "izquierda" no saben lo que es su ideología y lo que son sus verdaderos valores porque viven por una parte inmersos en una tradición que explicaré más adelante, y por otra parte presionados por los mecanismos de las sectas.

A donde quiero llegar es a esto: la llamada "izquierda" es exactamente la defensora de los valores tradicionales, de la jerarquía, del derecho de pernada, de las desigualdades sociales y de un orden opresor.
 
Para eso habría que hacer un breve repaso histórico. En Colombia, los saqueadores de la conquista se convirtieron en encomenderos y terratenientes esclavistas: las generaciones siguientes cifraban su seguridad económica en un empleo público para la corona. Se daba el caso de que robar una parte de lo recaudado era legal, o sea, el Estado era el patrimonio de los reyes y nobles y también de los funcionarios, por eso los funcionarios en Colombia siempre han robado y lo han encontrado normal. La idea de que la riqueza se iba a encontrar trabajando resultaba odiosa, sobre todo porque en la tradición representada por el catolicismo, que venía del Imperio romano, el trabajo era una deshonra. Toda esa mentalidad hispánica en Colombia, sobre todo en Bogotá, se quedó congelada por el aislamiento, y es lo que a lo largo del siglo pasado produjo tantas vocaciones jurídicas y políticas.

Los jóvenes de buena familia tendían a estudiar derecho y a planear un futuro como políticos. En la medida en que crecían los cupos universitarios, aumentaban los candidatos, y eso producía muchos desplazados. De ahí la necesidad de hacer la revolución.
 
El joven revolucionario NO era consciente de que lo importante era su protagonismo, su poder y la seguridad de sus recursos. Eso lo daba por supuesto en un mundo que el organizaría siguiendo modelos ideales de justicia, aunque enterarse de verdad de los entresijos de la economía o de la historia le resultaba más bien tedioso. (¿DE DÓNDE CREEN QUE SALIÓ LA CORTE CONSTITUCIONAL?) En todo caso, menos agradable que redactar decretos que establecieran de una vez por todas la verdadera justicia. Eso es la izquierda: esa herencia de parasitismo, miedo a la competencia, apego a las jerarquías de siempre (o hay alguien más consciente de su "clase", de su "estrato" que un izquierdista colombiano), odio a la productividad y a la movilidad social.

Para explicar la forma en que esos fósiles antropológicos se convierten en rebeldes habrá que ver la historia del mundo (aunque rebeldes ya eran los encomenderos, y en los primeros siglos de la Colonia había un dicho muy expresivo: REBELDE SIGNIFICA TIRANO). Los países del centro, este y norte de Europa asimilaron el cristianismo y la cultura latina mucho después que los del suroeste, y en realidad la interpretación que dieron a la doctrina cristiana no encajaba muy bien en la tradición de la Iglesia. Esas diferencias se volvieron rebelión abierta al final de la Edad Media, y afectaron a toda la cultura posterior. Como reacción a la Reforma protestante, el Imperio español se convirtió en el adalid de la Iglesia romana, y dio un enorme poder a una institución medieval, creada para perseguir herejes.
 
Desde entonces ambas formas de cristianismo, y ambas formas de pensar han estado enfrentadas: el protestantismo está en el origen del desarrollo de Alemania, de las naciones escandinavas, de Gran Bretaña y de Estados Unidos. Estos países terminaron imponiéndose en el mundo y su forma de organización económica, el capitalismo, basado en la productividad y el crecimiento continuo de los recursos, se expandió durante varios siglos, trayendo consigo el desarrollo de que hoy disfruta una parte considerable de la humanidad. Sobre todo después de la II guerra mundial, todo el mundo copia las formas de vida norteamericanas, sus instituciones y sus valores.

Éste es un elemento importante de la llamada globalización, y en realidad todo lo que pensamos y sentimos hoy está marcado por este fenómeno mucho más de lo que nos damos cuenta. Ni siquiera nos podríamos imaginar cómo vivía un colombiano de hace 100 años, con sus camándulas y sus remilgos. Esa expansión de la mentalidad liberal, competitiva, Igualitaria, esa expansión de la prosperidad a todos y del premio al esfuerzo y al mérito AMENAZA LOS PRIVILEGIOS DE LOS COLOMBIANOS QUE SE ARRIMAN AL ESTADO, DE LOS QUE ESTUDIAN DERECHO, DE LOS QUE NO SABEN HACER OTRA COSA QUE INTRIGAR Y ECHAR CEPILLO.

Por eso se volvieron marxistas: para poder robar a los que habían conseguido algo con su esfuerzo y su eficiencia, para instalar una teocracia provinciana en la que su rango quedara congelado. ¿Qué esperaban ustedes? Ya lo decía el señor Molano, en la columna que escribió para justificar los atentados de Nueva York: no todo el mundo quiere que lo globalicen y le rompan sus estructuras, sus costumbres y sus jerarquías. Los afganos no quieren que el día de mañana las mujeres crean que tienen derechos y hagan algo para vengarse porque les hayan quitado la nariz, o que pueden escoger a su marido, o a abandonarlo, o a engañarlo, como perfectamente podría hacer una ciudadana del primer mundo sin temer lapidaciones ni torturas.
 
Para eso se resisten: los discípulos del finadito Pardo y de Molano no quieren que se les insolente la sirvienta, que cualquier carpintero evangélico se vaya a comparar con ellos porque ha conseguido plata. Tirofijo y compañía, menos todavía: ¿se imaginan al policía castrado reclamando sus derechos en igualdad de condiciones con el semidiós de la Revolución, con el nuevo Bolívar?

De modo que eso de "izquierda" habrá que ponerlo siempre entre comillas, porque lo que no hay en Colombia es un verdadero partido de los humildes que quieren ser como los demás. Ese partido querrá construir un país como los demás países, querrá fomentar el empleo favoreciendo a las empresas (sobre todo quitando los impuestos al empleo que sólo pueden pasar por la cabeza de legisladores colombianos, antiguos estudiantes de derecho), favoreciendo a los exportadores, promoviendo la seguridad, respetando la voluntad de la mayoría. Pero hace falta mucho para que se cree esa conciencia.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.