domingo, julio 05, 2009

Armas de avestruz

Todo el mundo ha oído hablar de lo que hacen los avestruces cuando se ven en peligro y no ven una forma de huir: esconder la cabeza, tal vez no tanto porque “crean” que lo que no ven no ocurre cuanto por evitar un colapso de su organismo a causa de la angustia. Pero hay muchos casos en que ese arte de no ver se aplica como recurso de adaptación, y no propiamente por quienes se sienten amenazados.

En realidad, más que “no ver” se encuentra la conducta de callar, la omertà siciliana, algo propio de ambientes sometidos a poderes criminales o perversos. Tal es el caso de la sociedad colombiana en lo que concierne a su “superestructura” (concepto este que manejaba la ideóloga marxista Martha Harnecker y que corresponde a la parte de la sociedad que se encarga de las ideas, los valores, el gusto, etc.). Tanto en la universidad como en la prensa conviene no ver o fingir que no se ve para no resultar expuesto a la intimidación, a la exclusión o a un protagonismo peligroso, como el que afrontan Plinio A. Mendoza, José Obdulio Gaviria, Fernando Londoño y últimamente Ernesto Yamhure.

La vigente campaña de descalificación del gobierno a causa de la inclinación del presidente a responder a las calumnias y bajezas de sus enemigos permite detectar en quienes participan en ella, que son mayoría entre los columnistas de la gran prensa, esa actitud de no ver, o de no querer ver, o de no querer reconocer lo que se ve. Para hacer frente a esa forma “tácita” de la mentira, que por desgracia encuentra poca respuesta entre los colombianos, haré una lista de asertos que cada lector podrá evaluar con las opciones Verdadero o Falso.

1. La ideología comunista y la admiración por la Revolución cubana han sido profesadas por la mayoría de las personas que han pasado por las universidades públicas colombianas en el último medio siglo. ¿Verdadero o falso?

La actitud más o menos unánime de los periodistas es de “distracción” respecto a ese hecho. NUNCA se recuerda, y cuando no hay más remedio que admitirlo se muestra ante él una sonrisa indulgente. Debido a esa presión del engaño es casi un suicidio explicar que las guerrillas SÓLO aplican lo que se vociferaba en la mayoría de las universidades hace treinta años.

2. Las guerrillas del ELN y las FARC, aparte de más de media docena de bandas menores, han estado formadas sobre todo por estudiantes de esas universidades, siendo por lo general los individuos de origen rural reclutados en la infancia simple carne de cañón. ¿Verdadero o falso?

También es un hecho que la prensa soslaya, siendo frecuente la insistencia en las guerrillas como meros fenómenos agrarios o rurales.

3. Las organizaciones políticas llamadas de “izquierda”, señaladamente el Partido Comunista de Colombia, pero también las demás, han sido históricamente afines a las guerrillas, cuyas actividades justifican y a las que NUNCA les han pedido que se desmovilicen renunciando a sus objetivos. ¿Verdadero o falso?

Decir eso en Colombia es causar el escándalo y aun peligroso para la vida de quien lo hace. ¿Recuerda alguna vez alguien alguna mención en la prensa a ese hecho? Prácticamente todas las alusiones a esos grupos insisten en la idea de que buscan la paz y son por completo ajenos a las guerrillas.

4. Durante el gobierno de Andrés Pastrana y el proceso de negociación con las FARC menos del 5 % de los editoriales y artículos de opinión aparecidos en El Tiempo, El Espectador, Semana, Cambio, El Nuevo Siglo y Cromos ponían en duda que fuera lícito para el gobierno negociar las leyes y el futuro de las instituciones con los autores de innumerables atrocidades. ¿Verdadero o falso?

Últimamente el fervor en torno a esas negociaciones de paz y a ese acuerdo que libraría al país de la violencia es menos notorio, pero por supuesto no hay ningún rechazo a esa idea en la prensa: todo consiste en que la gente no quiere admitir que los principales interesados en esa negociación eran los dueños de esos medios y que probablemente las atrocidades fueran simples encargos de esos personajes.

5. El partido conocido como Polo Democrático Alternativo ha sido siempre abiertamente solidario con los actuales gobiernos de Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia, los cuales a su vez son abiertamente solidarios con las guerrillas de las FARC y el ELN. ¿Verdadero o falso?

Hace falta una mente criminal o algún daño neurológico grave para no darse cuenta de que la gran prensa colombiana NUNCA reseña ese hecho. Se trata de una potente maquinaria dedicada a propagar mentiras, particularmente “mentiras por omisión”, como las que atañen a esa organización.

6. Todas las medidas tomadas por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez para impedir los secuestros y asesinatos que cometen las guerrillas comunistas han sido contestados por ese partido, así como por otras organizaciones de oposición, como el llamado Partido Liberal. ¿Verdadero o falso?

Día tras día la máquina de propaganda de los empresarios del terror oculta ese hecho, de lo que resulta la extraña percepción de que el gobierno y el presidente son una causa de la violencia y obran de forma ilegítima al procurar proveer seguridad a la ciudadanía.

7. En las grandes ciudades, la militancia de las mencionadas organizaciones afines a las guerrillas comunistas, si se excluyen los menores de veinticinco años, está formada mayoritariamente por personas que cuentan con servicio doméstico. ¿Verdadero o falso?

Ese aspecto retrógrado y clasista de la llamada “izquierda” también lo oculta siempre la prensa: se clama contra la desigualdad, como si las rentas mensuales superiores a tres millones de pesos de las personas socialmente afines al terrorismo, completamente improductivas y casi siempre con cargos estatales no fueran inicuas respecto a los ingresos de la gente que hace trabajos pesados. NUNCA aumentó tanto la desigualdad en Colombia como cuando el gobierno mafioso de Ernesto Samper se prestó a premiar “generosamente” el sindicalismo afiliado al Partido Comunista y eficiente gracias a la presión de las guerrillas.

8. La animosidad de la Corte Suprema de Justicia contra el presidente corresponde rigurosamente a los intereses de esa facción política, con la que la mayoría de los magistrados tienen notorias afinidades ideológicas que en absoluto ocultan. ¿Verdadero o falso?

Un incauto que lea la prensa podría llegar a pensar que se trata de unos jueces que defienden alguna noción de justicia contra un gobierno que la amenaza, cuando la defensa de los principios de la actividad de las guerrillas comunistas es parte del discurso habitual de esos magistrados.

9. En los enredos judiciales del último año ha sido evidente la parcialidad de los jueces, obstinados en encarcelar a cualquier líder político afín al gobierno y misteriosamente indulgente con personas como Piedad Córdoba y muchos otros que alientan a las guerrillas comunistas. ¿Verdadero o falso?

Es tan asombrosa la relación entre esas iniquidades y la popularidad del presidente que uno se queda boquiabierto ante el cinismo de uno de esos pseudoavestruces que proclama que el problema es que los jueces quieren ser populares. Los señores de la Corte Suprema de Justicia obran movidos por una resuelta hostilidad contra el gobierno y parcialidad a favor de los terroristas, su cinismo hace que la gente los desprecie, los hace muy impopulares, pero es el único recurso que le queda a esa facción.

10. Ese “polo” de oposición que constituyen los medios, la CSJ, las FARC, el ELN, el Polo Democrático y el profesorado de las universidades está cada vez más agrupado en sus fines, concentra el viejo “país político”, cuenta con la perpetuación del tráfico de cocaína y basa sus esperanzas en la solidaridad del régimen venezolano y ahora en la presencia militar rusa en la región. ¿Verdadero o falso?

Según la prensa colombiana todo el problema es que el presidente es “buscapleitos”: no importa que se sobornen testigos para tratar de calumniar al presidente, que se violen las leyes de forma flagrante (como manteniendo unas diligencias previas perpetuas, de las que salen sumarios cada vez que hay algún pretexto para encarcelar a alguien, o bien reuniéndose con criminales para ofrecerles beneficios sin dejar acta de la reunión), que se encarcele a decenas de personas con base en testimonios de condenados que OBVIAMENTE reciben incentivos por sus denuncias (como en el caso de Rocío Arias y la presidenta del Senado)...

En comparación con esos magistrados y esos columnistas, los guerrilleros son otras víctimas: sólo un medio podrido y dominado por psicópatas puede convivir con tantos mentirosos, los cuales en su descaro muestran lo dispuestos que están a encargar asesinatos y a prosperar gracias a ellos. ¿Se escribirá alguna vez la historia del crimen en Colombia teniendo en cuenta a los verdaderos responsables?
(Publicado en el blog Atrabilioso el 10 de septiembre de 2008.)