viernes, agosto 24, 2012

Pericles, Adriano y don Juan Manuel


Colombia vista por los españoles
Fuera del País Vasco, en España hay un rechazo profundo y casi unánime a ETA y sus prácticas, por lo que a muchos españoles los desconcierta la popularidad de la banda terrorista en regiones como Hispanoamérica. Pero esos mismos españoles son más bien indiferentes, en el mejor de los casos, ante las actividades del terrorismo en Colombia, muchísimo más mortífero y perverso. La experiencia de hablar con críticos sensatos del nacionalismo catalán que al cambiar de tema resultan respetuosos con Chávez es casi la rutina. Por eso la voz que predomina es la de los amigos del terrorismo, que no cesan de hacer propaganda y convertir en "paramilitar" a cualquiera que ponga en duda su propaganda, tal como cualquier crítico de ETA es "franquista" fuera de España. Es prácticamente imposible encontrar en la prensa española información y menos análisis sobre Colombia, y aun en los periódicos afines al PP, como el ABC y El Mundo, lo que se publica es la típica propaganda terrorista. En ese contexto una perla de propaganda como una reciente publicación de El País sobre el actual presidente colombiano consigue la benevolencia de la mayoría y el desinterés de los que podrían rechazar a semejante personaje.

El Pravda madrileño
Este periódico apareció en los años setenta dirigido por Juan Luis Cebrián, un alto funcionario del franquismo (dirigía los informativos de la única televisión existente), hijo de un director del diario de la Falange. El periódico tenía vocación de encarnar el nuevo espíritu que afloraba tras la muerte del dictador, y entre sus patrocinadores figuraba un hijo de Ortega y Gasset. Pronto se convirtió en el medio de referencia no sólo de España sino de toda la prensa en español. Durante los años del felipismo ese papel fue llevadero por el interés generalizado de integrarse en Europa y la moderación del régimen. Fue el ascenso de Aznar en 1996 lo que llevó a ese periódico a una suerte de sectarismo que recuerda la prensa colombiana, con la diferencia de que en España hay competidores y en Colombia no. La gente crítica empezó a llamar  Pravda al periódico, que en los años de Zapatero fue el órgano de propaganda de la camarilla del poder. A tal punto que dedicó 126 portadas a un supuesto caso de corrupción del presidente valenciano (al que le regalaron unos vestidos) y prácticamente sólo mencionó cuando ya hubo encarcelamientos un fraude cientos de veces más grave en Andalucía con los expedientes de regulación de empleo.

El Churchill tropical
Entre sus innumerables defectos, Juan Manuel Santos no tiene el de ser tonto: sabe que los colombianos valoran las opiniones según el estrato y el color de la piel, el pelo o los ojos de quien las emite. Que la idea que se haga alguien que vive lejos les resulta más digna de crédito que la propia. Así, ni corto ni perezoso, el prócer maquina para ser reconocido por la prensa de otros países. ¿Cómo se llegó a la portada de Time o a la inclusión entre las cien personas más influyentes DEL MUNDO según esa revista? Puede corresponder a la campaña de Obama y a la necesidad de ofrecer historias de éxito asociables al buenismo: el que la recuperación de la economía y el orden en Colombia fueran la obra del gobierno anterior es algo que se le escapa al lector de la revista, tal como a los colombianos se les escapa cualquier detalle de la política estadounidense. También el publirreportaje de El País forma parte de esa misma exhibición de éxito que todo el que conoce el Estado colombiano de cerca no puede por menos de glosar con una sonrisa (aunque al parecer también tiene relación con un foro de negocios que promovía el periódico). Realmente, que un patán tartamudo dedicado a darse aires, a entenderse con las peores catervas de corruptos locales y a jugar al póquer en su propio interés con los recursos públicos resulte presentado como un modelo de gran gobernante es un chiste de pésimo gusto. Claro que quien conozca El País estará acostumbrado a la vieja relación de su empresa, dueña de Caracol Radio, donde el "colombiano por la paz" Darío Arizmendi calumnia e insulta un día sí y otro también al expresidente Uribe, con el grupo Santodomingo y El Espectador. ¡Ya en su día publicaron el correspondiente publirreportaje con Ernesto Samper! Joaquín Estefanía, el director de entonces, era un gran amigo de ese prócer, cuya influencia explica el afán de Santos por incluirlo en el gobierno, al punto de encargarle a su hijo Miguel Samper Strouss el control del botín de la ley de tierras.

¿Quién es don Juan Manuel?
Cuando en la prensa española se alude a alguien como "don" suele ser el rey o alguien de su familia, o un personaje clásico ("don Antonio Machado"). Nunca un gobernante activo de otros países. Pero no es que quieran tratar al presidente colombiano como un monarca, sino incidir en un recurso típico del periodismo, la "memoria cultural": casi todos los españoles conocen de oídas a don Juan Manuel, el clásico político y pensador medieval autor de El conde Lucanor, obra en la que se dan consejos a los gobernantes. Es a ese personaje a quien pretenden asimilar al fatídico resucitador de las FARC y mejor amigo de Chávez. La forma del publirreportaje muestra el despliegue de medios del periódico, en forma de redactores expertos, para hacer digno literariamente a un personaje cuya prosa no es que destaque por nada. Bueno, al menos se ve que los redactores y correctores españoles son mejores que los colombianos, porque de todos modos los escritos del gran hombre cuando era columnista pasarían por manos de profesionales dotados, sólo que las exigencias del país son mínimas.

Comentaré el "monólogo" separándolo en fragmentos, ya que no hay oraciones separadas por puntos ni párrafos. Ojalá que algún español abra los enlaces, así se podrá enterar de una historia de aniquilamiento y envilecimiento que hace buenos a Zapatero y su secta. Primero, el ladillo de Juan Luis Cebrián:
"¿Qué se siente al verse uno en la portada del Time Magazine?" Le hice la pregunta al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, en un acto público en Bogotá, el mismo día que el prestigioso periódico norteamericano inmortalizara su efigie en la primera página y le eligiera como uno de los cien personajes más influyentes del mundo. "Reconocimiento y humildad" fue, más o menos, su respuesta, junto con el añadido: "Llamé enseguida a mi hija María Antonia para que fuera al quiosco a comprar la revista". María Antonia Santos, que el próximo mes se graduará en la prestigiosa universidad americana de Brown, se llama igual que Antonia Santos Plata, hermana de un tatarabuelo de Juan Manuel, heroína de la guerra de la independencia, fusilada por las tropas realistas españolas en 1816. Desde hora tan temprana como aquella la familia Santos, durante muchos años propietaria del más importante diario colombiano, El Tiempo, hasta que fuera vendido a la editorial Planeta, ha estado estrechamente vinculada a la política del país. Un tío abuelo del actual presidente fue también jefe del Estado y un primo suyo, periodista lo mismo que él, vicepresidente con Alvaro Uribe. 
El que haya hablado alguna vez con algún europeo "progresista" estará acostumbrado al cliché de las sociedades hispanoamericanas como dinastías de dueños del poder y mayorías miserables a las que dichas dinastías oprimen y explotan. Cuando sus líderes lo encuentran conveniente, no vacilan en presentar la pertenencia a dichas dinastías como un activo. Ni hablar de los méritos para ser portada de Time, que resultan sobreentendidos, tal vez porque lo que sientan los colombianos nunca cuenta.
Conocí a Juan Manuel hace más de tres décadas, cuando fungía como redactor jefe del diario familiar, y a lo largo de estos años he compartido con él no pocas horas de debate y consenso, en muchas ocasiones junto a Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, que fue profesor suyo en Harvard. Desde siempre mostró una irrefrenable vocación política y dio muestras de su espíritu modernizador, pero su aspiración a ocupar la más alta magistratura de su país nunca le cegó en la administración de su activo más evidente: el sentido común. Adscrito desde sus convicciones liberales a las fórmulas socialdemócratas, fue Ministro de Comercio Exterior con Gaviria, aunque no dudó en colaborar como titular de Hacienda con el gobierno del conservador Andrés Pastrana, haciendo frente con éxito a una de las situaciones económicas más desastrosas que se recuerda en su país. Responsable de la Defensa en el gabinete Uribe, cosechó numerosos triunfos en la lucha contra el terrorismo de las FARC, lo que le valió una popularidad que refrendó en las últimas elecciones presidenciales, de las que salió vencedor con el 69 por ciento de los votos emitidos, porcentaje jamás alcanzado por ningún otro candidato en la historia de Colombia. A pesar de su aplastante mayoría se ha esforzado en practicar una política de consenso y pragmatismo que le ha llevado entre otras cosas a revisar por completo las relaciones con la Venezuela de Chávez. Recientemente organizó la VI cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, a la que acudieron treinta mandatarios del Continente y en donde se planteó un debate sobre la eventual legalización de la droga como alternativa a la lucha contra el crimen organizado del narcotráfico. Santos es reconocido hoy como uno de los principales líderes de América Latina, quizás el más sobresaliente de todos después de que la enfermedad de Lula apartara a éste de la esfera pública. Así es estimado al menos dentro de su país, en el que mantiene una abrumadora popularidad. Este monólogo, en realidad resumen de una larga conversación, pretende simular su íntima meditación sobre los temas de la política.
Nuevas pruebas de la relación del personaje con el grupo de Alternativa, que es el verdadero poder hoy en día. García Márquez obró durante mucho tiempo como representante de Fidel Castro en Colombia. Cebrián engaña a un público español desinformado cuando habla de la popularidad de Santos cuando fue elegido: su campaña sólo remontó cuando usó a un actor que imitaba la voz de Uribe. Eso fue lo que la gente votó. El publirreportaje lo oculta. La popularidad del hombre en Colombia parece el efecto de entusiasmos que despierta, pero ¿alguien recuerda a algún santista? Sólo lo defienden aquellos a quienes provee rentas, y los partidarios de las FARC. No lo condenan las personas que no leen la prensa, porque el señor Uribe se mantiene leal al partido que sostiene a Santos y la gente no entiende qué pasa. Hace apenas seis meses los candidatos a los que apoyaba a Uribe eran leales a Santos, como el hijo del senador Roy Barreras.
Siempre me acuerdo de Thomas Jefferson, autor de la primera enmienda de la Constitución americana, la que garantiza la libre expresión, antes de ser presidente sostenía que no puede haber buen gobierno sin absoluta libertad de prensa, pero luego de serlo opinaba que no puede haber buen gobierno con absoluta libertad de prensa, o sea que nunca he creído a los que dicen que los periodistas no deben dar el paso a la política activa, todos los periódicos del mundo se fundaron defendiendo causas políticas, haciendo política, la supuesta incompatibilidad entre ambas profesiones es relativamente reciente y a mi me ha ayudado muchísimo comenzar en las redacciones, dirigir periódicos, entiendo que hay contradicciones o conflictos de interés en la puerta giratoria, y que a veces informaciones que no han sido responsablemente elaboradas hacen mucho daño, pero ese es un precio que hay que pagar y a la larga trae muchos beneficios porque las críticas le mantienen a uno todos los días pendiente de mejorar, también comprendía a quienes no opinaban lo mismo que yo en este asunto, toda mi familia estaba en contra de que me dedicara a la política,
El hombre muestra ahí su relación con la escuela de Carlos Fuentes y otros autores mexicanos, inclinados a demostrar a todas horas su "cultura" con menciones de los autores que conocen. Es un rasgo cultural casi cómico de Hispanoamérica. ¿Alguien entiende qué relación tiene la cita de Jefferson con la cuestión de si los periodistas se pueden meter a políticos? Yo diría que ninguna, pero los propagandistas del terrorismo y hoy valedores de Santos NUNCA responden a cuestiones lógicas. Sólo intentan intimidar. Por eso NADIE detectará en ningún medio colombiano la absurdidad del párrafo: parece que las ideas de Jefferson sobre la libertad de prensa lo hicieran precursor del patético alumno de Goebbels (el único verdadero logro de su gobierno es la propaganda).
me cerraron las puertas del periódico y uno de los que más me criticó fue mi hermano mayor Enrique, con el que había ganado el premio Rey de España de periodismo, siendo un columnista influyente no se dignó a escribir un perfil mío, nunca me apoyó ni me elogió en sus artículos o editoriales, ahora reconoce que se equivocó, 
El hermano mayor de Santos es después de García Márquez la principal figura del castrismo en Colombia y siempre ha estado vinculado a las conjuras terroristas. "Reconoce que se equivocó" es una forma de decir que está feliz de tener a su hermano reanimando a las FARC con la promesa de premiar sus crímenes, gracias a lo cual ya tienen un partido armado usando el dinero de la cocaína y la extorsión para movilizar a miles de campesinos intimidados o parientes de terroristas a manifestarse en Bogotá.
ojalá lo reconozca también el presidente Uribe, no entiendo su actitud hacía mi, he sido fiel a sus legados que expuso de muchas formas y de manera insistente, la seguridad democrática, la confianza inversionista, la cohesión social, lo que él llamaba los tres huevitos que había que cuidar,
Lo único que faltaría es que dijera, "he tratado de destruir la seguridad, de espantar inversores y de aumentar las diferencias en el ingreso". ¡Claro que es lo que ha hecho!, pero tonto no es, no va a proclamar que lo hace.
en los dos últimos años así lo he hecho y los resultados han sido espectaculares, 
Perdón por insistir en la necesidad de apreciar la inteligencia de Santos. ¡Los resultados han sido espectaculares! Entre tantos adjetivos posibles, escogió uno que no puede ser considerado mentira. Son ciertamente resultados espectaculares: en seguridad, se registra que según el CICR en 2011 aumentó el desplazamiento en 52 por ciento; Fedemunicipios reporta amenazas a más de 300 alcaldes de Colombia; en el primer trimestre 2011-2012 los operativos militares bajaron 52 por ciento; en el primer bimestre 2011-2012 los secuestros crecieron 27 por ciento; en el primer trimestre 2011-2012 los atentados contra la industria petrolera aumentaron 160 por ciento; en el primer trimestre 2011-2012 los retenes guerrilleros crecieron 400 por ciento. La confianza inversionista, que determinó un crecimiento económico "espectacular" durante el gobierno de Uribe correspondía por una parte al aumento de la seguridad y por otra a las garantías jurídicas, que ciertamente un amigo de la satrapía cubana y el chavismo no ofrecerá. La cohesión social retrocede espectacularmente gracias a la multiplicación del empleo parasitario y oneroso en instituciones estatales: es con el dinero que no se invierte en los pobres, como en las víctimas de la catástrofe de La Niña en 2010, con lo que se financia a los activistas de las futuras campañas electorales. La recaída en los peores vicios de la política tradicional es espectacular.
de modo que no llego a entender su postura, se ha vuelto un crítico de lo humano y de lo divino, nada de lo que hace el gobierno le parece bien, no reconoce ninguno de nuestros éxitos… me decía un amigo suyo que lo que pasa es que todavía no ha asimilado que dejó el poder, pues para bien de él y para bien mío y del país espero que lo asimile pronto, aunque yo ya estoy vacunado, al principio todo esto me afectaba pero después de treinta twitters diarios me he vuelto inmune, le presto poca atención, hay cosas más importantes que atender, 
Yo tampoco llego a entender bien la postura del expresidente, pero puede ser por estar demasiado familiarizado con los usos democráticos: ¿por qué si cuenta con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos no le ha planteado una oposición clara a un sucesor que se ha dedicado a la más infame persecución? Mi explicación es que no quiere tener como enemigos a los congresistas y senadores elegidos en 2010 como supuestos seguidores suyos y hoy seducidos por Santos, dueño del botín de recursos públicos con que podrían financiar su carrera política. Ningún colombiano puede dejar de escandalizarse por la persecución infame de Santos contra el gobierno anterior. La fiscal Viviane Morales, ligada a los paramilitares y al gobierno mafioso de Ernesto Samper, obedecía sin dudas órdenes de Santos para perseguir a Andrés Felipe Arias, su rival posible en 2014, por delitos inexistentes; otra leal de Samper, la ministra de Exteriores María Ángela Holguín buscaba a toda costa la extradición de la antigua directora de la agencia estatal de seguridad, DAS, por investigar a personas claramente ligadas a las FARC, a Chávez o a las redes de traficantes de cocaína. La prensa, en particular Semana, la revista que dirige el sobrino de Santos, se dedicó desde la posesión de éste a una campaña de odio obsesiva, con toda clase de insultos y calumnias que no es justo comparar con el antisemitismo de la época nazi porque a fin de cuentas Alemania era un país culto. De nuevo es sencillísimo reconocer al gran estadista como inductor. El mismo desprecio que subyace en el fragmento citado hacia Uribe, gracias a quien obtuvo la presidencia, muestra el talante del personaje.
 con motivo de la cumbre de las Américas en Cartagena de Indias acabamos de protagonizar sucesos verdaderamente históricos, esa reunión ha roto los parámetros habituales de las cumbres, se ha celebrado en un ambiente de diálogo y sinceridad no habitual e independientemente de algunas críticas fue todo un éxito, nadie en su sano juicio podía pensar que se fueran a solucionar en ella los casos de Malvinas o Cuba, ¿cómo olvidar que Canadá es un país cuyo jefe de Estado es la Reina de Inglaterra, o cómo suponer que de la noche a la mañana iba a modificarse la política estadounidense respecto a la isla?, pero no hubo temas tabú, se habló de todo, también de esas dos cuestiones, se superó la práctica de buscar solo consensos formales, establecimos un diálogo franco, hubo acuerdos y mandatos concretos muy importantes para la región, sobre integración social, acceso a nuevas tecnologías, políticas de seguridad, lucha contra la pobreza, prevención de desastres naturales
Santos resulta cobrando grandes éxitos como "romper los parámetros habituales de las cumbres", cosa que tiene mucho que ver con su manía historicista, rasgo típico de las clases altas locales: hay muchos músicos afiliados a la moda más extraña y poquísimos que realmente sepan solfeo. En medio de las causas tan curiosas del éxito el redactor introduce la certeza (parece la famosa calavera de la escena de la ducha en Psicosis, un efecto subliminal): ¡fue todo un éxito! Por lo único por lo que destaca la cumbre es por la torpe y obscena ocurrencia de poner a la semipornográfica Shakira a cantar el rancio himno nacional ¡a capella!, con resultados penosos, muestra, al igual que la inauguración del Mundial Sub-20 en 2011, de que la supuesta aristocracia que rodea a Santos y Samper está muy cerca en términos estéticos de las redes de traficantes de drogas con las que se asocian. (El ministro del Interior de Santos es conocido en Colombia por participar en una cacería con Salvatore Mancuso, un temible asesino "paramilitar" extraditado por Uribe, y por tener tratos con Martín Llanos, otro criminal del mismo estilo; que el hombre no esté investigado es muestra de la corrupción profunda tanto de la administración de justicia como de la prensa.) Ah, también por la fama de lugar de prostitución que adquirió Cartagena.
En lo que respecta a la droga obtuvimos lo que queríamos, que era iniciar un debate, lo ha aceptado el presidente Obama de manera explícita, aclarando que no es que vaya a aprobar la legalización porque está en contra de ella, pero yo espero que a partir de este debate el mundo comience por fin a discutir el tema con verdaderos elementos de juicio, con cifras sustentadas por los expertos, preguntándose si lo que estamos haciendo es lo mejor que podemos hacer, desde que en 1912 hubo la guerra del opio llevamos ya cien años de lucha contra la droga y tenemos que indagar alternativas más eficaces y menos costosas si las hay, entre lo que podríamos llamar el modelo asiático, cárcel y hasta pena de muerte para los consumidores, hasta el otro extremo, que sería la legalización de la cadena de producción y distribución, puede haber diferentes formulas que esbocen, por ejemplo, una despenalización del consumo, tratándolo como un problema de salud pública, también otros piensan que el tráfico es lo que alimenta el crimen organizado y que legalizarlo sería una forma de controlarlo, de modo que el debate tiene que darse de forma objetiva y racional, no como hasta ahora ha sucedido, porque es un tema muy sensible para los ciudadanos y las opiniones públicas, quién sabe si llegaremos a la conclusión de que lo que estamos haciendo es lo mejor que podemos hacer, o de pronto concluimos que legalizar no es tan grave o que puede tener un costo menor…sin embargo mientras no se llegue a un consenso global entre los diferentes países no tenemos alternativa a nuestra actual política, que es el combate contra el narcotráfico en todos sus eslabones, para Colombia se trata de un problema de seguridad nacional y no vamos a cejar en la lucha, pero sí fomentar la discusión, tenemos autoridad moral para ello, Colombia ha sufrido más que nadie en esta guerra y hemos sido relativamente exitosos, aunque yo, que estoy en esto desde hace mucho tiempo, de pronto me pregunto si no estamos dando pedales en una bicicleta estática y, por más que nos esforzamos, siempre seguimos en el mismo sitio, no hay avance, he venido coordinando estas reflexiones mías con el presidente de México y los gobernantes centroamericanos, él está alineado totalmente con la postura que esbocé durante un viaje a Inglaterra, en Europa tuvo un gran impacto mi opinión y a España le convendría mucho ser parte del debate, es uno de los países más afectados, todos debemos entender que es preciso defender a las víctimas, que son los drogadictos y las familias destruidas por la droga, los que sufren por la corrupción, y también los presos, millones de presos, ¿sabrá la gente que los reclusos por narcotráfico en las cárceles de Estados Unidos superan en número a toda la población penal de la Unión Europea?, de modo que ojalá lleguemos a una alternativa mejor si es que existe, aunque mientras tanto no podemos bajar la guardia, 
De modo que el hombre quería encontrarse con la sonora declaración de Obama de que no va a prestarle ninguna atención, y es sólo porque efectivamente lo que quiere es ponerle un barniz "progresista" a su gobierno inepto y corrupto. La clase de gente que redacta los periódicos está por lo general a favor de la legalización de las drogas, discusión que en Europa y Norteamérica tiene mucho sentido, pero respecto de la cual la opinión de los ciudadanos de los países exportadores no tiene ningún interés, tal como la opinión de los posibles atracadores tiene poca importancia a la hora de escoger la joya que se usará. En Colombia es un recurso típico de los mafiosos y sus valedores en los medios, tanto los próximos a las FARC como los próximos a las demás mafias: se obtiene una "transferencia de la culpa" y la responsabilidad concluye en los prohibicionistas. El lugar común según el cual "Colombia ha sufrido más que nadie en esta guerra" hace al país una víctima de la prohibición, exactamente como si los proxenetas se exhibieran como víctimas con la honra mancillada por las libertades que los demás se toman con sus compañeras. El gran impacto que tuvo la opinión de Santos en Europa es como el éxito de la cumbre de Cartagena, el contenido subliminal que daría risa pero pasa casi inadvertido. Santos es sencillamente un socio del tráfico de cocaína, el hecho de que Ernesto Samper sea uno de sus principales socios de gobierno bastaría para demostrarlo, pero requeriría una exposición exhaustiva de la trayectoria del personaje. Baste con decir que mucho antes de ser presidente gracias a la inversión del Cartel de Cali en su campaña, ¡Samper ya hablaba de legalizar las drogas! Para resumir la relación del gobierno de Santos con los negocios de la mafia, los invito a ver este video:


tampoco vamos a hacerlo en el caso de las FARC, siento que podemos estar en el preámbulo de un cambio definitivo después de cincuenta años de guerra, pero para nada quiero pecar de ingenuo y pretendo actuar con mucha cautela, dando pasos sobre seguro, lo peor que podría suceder es que nuevamente nos metiéramos en un proceso de diálogo para obtener la paz y que hubiera un fracaso, prefiero ser como Santo Tomás, meter el dedo en la llaga para creer, constatar la verdadera voluntad de las FARC de terminar con el conflicto, solamente entonces, cuando tenga esa certeza, estaré dispuesto a iniciar un proceso negociador, sabiendo de antemano que no puede haber amnistías ni indultos generalizados, la mayoría de nuestro pueblo quiere la paz pero hay que ser sensibles a la opinión de quienes reclaman justicia, ¿dónde traza uno la línea entre ambas?, esa es una de las preguntas más difíciles de responder, quizás podamos encontrar fórmulas de justicia transicional que nos permitan tirar dicha línea y cuyo resultado último sea precisamente la paz, en esa política se encuadra nuestro programa de restitución de tierras a las víctimas del conflicto, hemos entregado en solo tres meses más de ochocientas mil hectáreas a unos noventa mil titulares, y tenemos que darles ayudas adicionales para que exploten las tierras y generen unos ingresos dignos, todo el proyecto tiene un costo financiero muy alto, también es muy complejo desde el punto de vista jurídico, pero si la ley funciona cambiará totalmente la ecuación del conflicto colombiano que tiene un origen fundamentalmente rural
Lo único seguro es que no es ingenuo, lo demás es que desde su misma posesión ha estado ofreciendo a las FARC premiar sus crímenes, lo que lógicamente los ha disparado. Por una parte hay muchas pruebas de que se dan negociaciones secretas, por la otra, ¿qué es lo que va a haber que negociar con unos terroristas? No es como denuncian los españoles acerca de ETA, que pretendan obtener desarmados lo que no consiguieron armados, sino que con tantas cautelas lo que Santos está diciendo es que premiará con poder político una posible desmovilización, tal como ocurrió con el M-19, banda que después de apoderarse del poder judicial, resultar impune de todos sus crímenes y acceder a recursos fabulosos del erario se dedicó a cobrar los crímenes de las FARC y el ELN. Lo de la "justicia transicional" alude simplemente a que los inductores de los asesinatos, como su hermano mayor y el clan con el que publicó la revista fundacional del terrorismo, Alternativa, quedarán impunes, así como aquellos que colaborarán desde puestos de poder, mientras a los rústicos y niños que cumplen órdenes les impondrán algún castigo. Eso sobre todo NO FUE LO QUE QUISIERON LOS COLOMBIANOS EN 2010 NI ESTABA EN EL PROGRAMA DE SANTOS. El programa de restitución de tierras a víctimas tiene mucho de demagogia y puede ser percibido fuera de Colombia como otra cosa que la entrega a las ONG de abogados próximos a las FARC de ingentes recursos para hacerlas leales a Santos. Esa ley no hacía falta porque toda apropiación ilegítima de tierras podría ser remediada con las leyes existentes. Sólo es un tipo de pretexto para gastarse los recursos de las materias primas que el país pasó a exportar copiosamente gracias a Uribe en comprar apoyos. Los beneficiados con la restitución pueden ser perfectamente los mismos terroristas, asociados a esas redes de abogados (la historia colombiana reciente se podría explicar por el control del Partido Comunista y grupos aún más extremistas de las facultades de Derecho a partir de los años sesenta). Cuando se habla de víctimas del conflicto, ya se verá, se está convirtiendo a los parientes de terroristas muertos en combate en beneficiarios de recursos estatales, lo cual, en eso no miente Santos, tiene mucho que ver con sus planes de hacerse socio de las FARC para imponer en Colombia un chavismo parecido al régimen del PRI. Lo del origen fundamentalmente rural es parte de la propaganda legitimadora de los terroristas, que son en esencia los profesores de las universidades y se hacen voceros de  los campesinos, que SIEMPRE que pueden votar escogen candidatos hostiles a los terroristas.
solo por eso me habría valido la pena ser Presidente de mi país, naturalmente que seguimos teniendo grandes desafíos, problemas inmensos de inequidad, de pobreza, América Latina es el continente más desigual del planeta, nuestras estructuras fiscales no son las mejores para reducir esa desigualdad y hay que cambiarlas, tanto en ingresos como en la focalización del gasto, estoy convencido de que la mejor manera de hacerlo es aplicando lo que se llamó la "tercera vía", la defendí cuando era liberal y cuando fundé el partido de la U con el presidente Uribe, describe muy bien lo que yo pienso, el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario, muchos de los países que más han prosperado recientemente en el mundo han aplicado esa fórmula, la España de Felipe González, los Estados Unidos de Clinton, el Brasil de Fernando Enrique Cardoso y Lula, la Inglaterra de Tony Blair, el Chile de la concertación, todo eso era tercera vía e igualmente creo que Humala busca en Perú un equilibrio entre el mercado y el estado que le puede llevar a la tercera vía...
Como ya he explicado arriba, la compra de lealtades multiplicando el número de funcionarios es un enorme factor de desigualdad. "Tercera vía" es como "buen gobierno" una fórmula vacía que se puede aplicar a cualquier cosa. Si es por la combinación de elementos socialdemócratas y liberales, perfectamente se podría considerar "tercera vía" al gobierno de Uribe, que obtuvo resultados extraordinarios en términos de cobertura de servicios de salud y educación. De nuevo se trata de un endemismo colombiano: Santos toda la vida ha hecho lobby alrededor de su interés. Al final habrá conseguido alguna foto con Blair y resulta un líder de una corriente mundial de izquierda moderada, gracias a que su familia tenía un periódico hegemónico en Colombia y nombrarlo a él por eso convenía a todos los gobiernos.
Por lo demás hay que tener en cuenta que el mundo está cada vez más globalizado, somos interdependientes unos de otros, nuestra competencia no es tanto por los mercados sino por atraer la inversión que genera puestos de trabajo y riqueza, por eso nosotros no expropiamos, no es una palabra que esté en nuestro vocabulario, a todos los inversionistas extranjeros que vienen a Colombia les doy la bienvenida, son nuestros socios, si a ellos les va bien, a los colombianos y a su gobierno nos irá bien, este es un país con seguridad jurídica y solo les exijo dos condiciones, responsabilidad social y seguridad ambiental, también que actúen con total transparencia, pero nuestras reglas de juego son estables, la estabilidad me parece primordial no solo en esto, la estabilidad interna en Venezuela, por ejemplo, es importante para toda la región, no voy a opinar sobre lo que suceda en las elecciones de aquel país, no voy a intervenir en sus asuntos internos,
Santos no expropia porque hay muy poco que expropiar, y porque los resultados económicos de su gobierno mejorarían si aumenta la inversión, cosa que podría hacer un niño de quince años al que se pusiera a gobernar. Lo de la seguridad jurídica es un chiste: todos los crímenes por los que es conocida Colombia se podrían entender sencillamente buscando información sobre la administración de justicia. Con decir que hay más militares presos que terroristas presos, y no ciertamente porque cometan más crímenes sino porque los jueces obedecen al mismo Partido Comunista al que obedecen los asesinos (están agrupados en un sindicato, Asonal-Judicial ligado a dicho partido, mientras que la cúpula estuvo dominada por el M-19, el grupo que asesinó, convenientemente, a la jerarquía superior a los magistrados que la ocuparon después). El redactor encontró un recurso casi cómico en el término estabilidad, gracias al cual se puede hablar de Chávez...
 pero me preocupa que si algo le sucede a Chávez esa estabilidad pueda venirse al traste, una situación de anarquía sería desastrosa para toda la región, le dije incluso a Chávez la última vez que lo encontré en Cuba, con cierto sentido del humor, claro, “¿quién iba a pensar que yo estaría rezando algún día por su salud?”, yo había sido un gran crítico suyo, el propio presidente Uribe me pedía que no fuera tan duro con él, una vez me resistí incluso a saludarle en una reunión aquí en Colombia, en su hacienda de Hato Grande y solo lo hice porque Uribe me pidió el favor, pero eso cambió después, como jefe de Estado mi responsabilidad es el bienestar de los colombianos y en su interés era preciso establecer unos niveles adecuados de relación con un país con el que tenemos 2.200 kilómetros de frontera y no había ningún trato diplomático ni apenas comercial, hasta estábamos hablando de guerra, en el peor de todos los mundos, cuando lo que debe hacer América Latina es coordinarse entre sus países, desde luego Brasil, por su tamaño, tendrá un peso específico en ese entorno, pero a veces se comporta de una manera un poco aislada cuando debe darse cuenta de que jugando con América Latina va a ser mucho más significativo y eficaz, deberíamos por eso acordar nuestras posiciones en el G-20, para muchos ese es un escenario crucial, superior en importancia a cualquier otra organización internacional, pero hay que ver si es capaz de resolver algo, de tomar decisiones frente a lo que está pasando en el mundo, y no parece tan fácil, no lo ha hecho hasta ahora, si sigue sin hacer nada puede convertirse en irrelevante, pero de lo que estoy convencido, y así lo vimos en la cumbre de Cartagena, es de que las Américas coordinadas comenzarían a mandar.
La "estabilidad" de que habla Santos es sencillamente la abolición de la democracia en Venezuela y la colaboración del régimen con los terroristas colombianos. Gracias a la expulsión de Estados Unidos de las bases militares colombianas, Venezuela se convirtió en un centro fundamental del tráfico de cocaína, y desde que Santos es presidente la extorsión en la zona fronteriza se ha multiplicado. Es que sencillamente Chávez en Venezuela favorece a las FARC, cuya alianza es necesaria para Santos, toda vez que su cálculo es una negociación que lo haría popular entre los progresistas europeos y no una derrota que los contrariaría. La responsabilidad de Santos es el bienestar de los colombianos y por eso no vacila en ayudar a Chávez y las FARC a matarlos (lo cual siempre es más barato que matar osos y elefantes), toda vez que la vida que puede ofrecerles es insatisfactoria. La coordinación de los países de Hispanoamérica es un eufemismo para aludir a su alianza con el chavismo: sencillamente hay gente que colabora con las cleptocracias que predominan en la región, en aras de incluirse entre ellas, y gente que las combate. En definitiva, los demócratas de esos países tienen en Santos a otro enemigo.

Un enemigo que los colombianos no eligieron con ese fin. Al respecto, y para terminar, los invito a ver este vídeo, que hicimos público hace varios meses.




(Publicado en el blog Atrabilioso el 27 de abril de 2012.))