lunes, mayo 16, 2011

¿Estaba la fuga de Cano en el libreto de Juan Manuel Santos?

La sensibilidad del medio colombiano a lo que se salga del prejuicio es tan intensa que fácilmente se pierde el miedo a que lo traten a uno de loco. Los defensores de Piedad Córdoba están seguros de que el poderío mediático de quienes les pagan es de una solidez inquebrantable, a tal punto que se permiten asegurar que quienes denunciamos sus vilezas estamos pagados, como en el video de Contravía que comentamos hace poco. Así, ¿qué no parecerá a la gente un título como el de este escrito?

De modo que para no aburrirlos con disparates empecemos despacio. ¿Se fugó Cano? "Es posible", dice el presidente, como resignado a algo que no pudo evitar. Claro que si la liberación de secuestrados fuera un montaje acordado previamente con ese fin, ¿qué diría? No podría asegurar que no se fugó, pues a alguna hora aparecerá en Cuba, incluso en Brasil o Argentina. Pero tampoco puede reconocer que era el objetivo del show. Luego, diría lo mismo: "Es posible".

Bah, sigamos descartando obviedades. Si Cano no se fugó, ¿para qué se detuvo el helicóptero brasileño en un caserío donde lo esperaba una cuadrilla terrorista, como pregunta Eduardo Mackenzie? No vale suponer un error de las FARC, y el mismo Santos lo descarta: cualquiera podría entrar a un cibercafé y mandarle un mensaje directo de Twitter a un contacto de Piedad Córdoba. Para creer que no se trataba de la fuga de Cano hay que confiar en la lealtad de la ex senadora al gobierno y a la ley.

No es tan disparatado: ¿no es lo que expresamente dicen casi todos los columnistas y redactores de la prensa y tácitamente... todos? Los que creemos que la señora Córdoba es parte del entramado terrorista somos locos o sicarios morales pagados por el DAS mientras que quienes la defienden a capa y espada son los campeones de la decencia, como Felipe Zuleta o Gonzalo Guillén. Colombia es así. La honradez o la sensatez son el verdadero crimen. ¿O no defienden a la senadora casi todos los columnistas?, ¿y a los próceres mencionados?

Pero por si acaso yo no confío en la lealtad de Piedad Córdoba con la democracia colombiana ni en su independencia del terrorismo. ¿Habré leído lo que ella y la Universidad Nacional les dicen a las FARC? ¿Lo habré entendido? Colombia es un infierno tal que aparte de la honradez y la sensatez hay otro crimen: la comprensión de lectura.

Y como no confío en esa señora, pues termino creyendo que Cano se pudo escapar. Y aceptando esa posibilidad, como lo hizo el propio Santos, me pregunto. ¿Cómo es que él no ha pedido cuentas al gobierno brasileño por las instrucciones de las tripulaciones de sus helicópteros? ¿Cómo es que no responden a una indagatoria judicial en Colombia? No pueden hacerlo porque la autorización de participar en el show de las liberaciones es precisamente para que no haya jurisdicción ni soberanía. ¿No? ¿Qué necesidad habría de que participaran los helicópteros brasileños?

Algún sentido y alguna explicación tiene eso. Pero ¿no es Juan Manuel Santos un firme promotor de Unasur? ¿No es un amigo leal de los gobiernos del Foro de Sao Paulo que forman esa organización? ¿No declaró tres días de duelo nacional por la muerte de Kirchner, otro participante en el show de las liberaciones? Si no era para llevarse a Cano no se entiende muy bien para qué aterrizó el helicóptero ahí, pero ¿se entiende para qué tenían que entrar a Colombia los helicópteros? Yo no lo entiendo, y sólo me lo explico admitiendo que Santos quería colaborar en esa fuga.

Si no fuera así, pues habría pedido explicaciones al gobierno brasileño y a los periodistas y a Piedad Córdoba, que sería reo de un delito gravísimo, aparte de los que ya ha cometido, y al CICR. ¿Cómo es que no lo ha hecho? Evidentemente porque dentro de poco la fuga de Cano se presentará como un hecho consumado respecto del cual no hay ya nada que hacer, y se aprovechará para negociar, tal vez en Cuba, con el representante del ala intelectual o política de las FARC. Y si no es para eso, ¿para qué se jactaba en Twitter el repulsivo Germán Vargas Lleras de la nueva ley que prohíbe los despejes como el de Ralito?

Claro que el interés de negociar con las FARC, de premiarlas y de aliarse con ellas es TAN manifiesto en Santos que sólo lo pone en duda la clase de gente que no lee la prensa, aparte de la que está en el bando negociador. Y entre los primeros opera la gran mentira de que las FARC son la machaca que salió de las selvas y amenaza las ciudades, cuando sólo son un aparato de control de los mismos que dominan el Estado, los medios de comunicación, las universidades, la vida cultural y los gremios influyentes, como el de los abogados, que parasitan a la sociedad gracias a la confusión derivada de la ausencia de normas y al tráfico de influencias.

Por ejemplo, podría plantearse uno leer el artículo de Maite Rico que enlacé arriba sobre Piedad Córdoba y Teodora de Bolívar, ¿cómo es que no hay una investigación de la Fiscalía ni de ninguna instancia judicial sobre eso? No, no es una cuestión sólo del poder judicial. ¿Cómo es que el gobierno se alía con la Corte Suprema de Justicia para que siga sus atroces persecuciones, como la que llevó al exilio a la ex directora del DAS, pero no se molesta por la manifiesta impunidad de la ex senadora? La Corte es un aliado de Santos, que ya deja ver cuáles son sus intenciones.

Pero ¿y el partido de la ex senadora? ¿Cómo es que ella sigue participando en las elecciones por ese partido? ¿Y no se alió Santos con ellos? ¿Y no son los principales líderes de ese partido, como Ernesto Samper, César Gaviria y Rafael Pardo aliados cercanos de Hugo Chávez? ¿Son aliados de Chávez y de Santos o no? La alianza internacional del presidente con su "nuevo mejor amigo" no es una farsa ni un juego de circunstancias, sino algo real, ligado a las relaciones de su hermano, Enrique Santos Calderón, con Fidel Castro y con todos los demás aliados del Foro de Sao Paulo.

Pero ¿nadie recuerda la bomba de Caracol? El senador Benedetti declaró en Venezuela que era obra de la "extrema derecha". El gobierno calló, convenientemente, mientras que la prensa, unánimemente "enamorada" de Santos propaló la sospecha de que era obra del uribismo. No hay ninguna demostración de que Santos no estuviera detrás de la calumnia, y yo creo que hasta de la bomba, en el hecho de que después reconociera que los computadores de Jojoy arrojaban pruebas de que habían sido las FARC. Para ocultarlo tenía que comprometer a muchas personas, y alguna podría delatarlo.

Es decir, no hay ninguna explicación de que pasara otra cosa que la fuga de Cano, ni de que eso no fuera lo que buscaban los helicópteros brasileños por un trato acordado con Santos. Y en cambio sí es innegable que Santos es en extremo grato a todos los que defienden a Piedad Córdoba y alientan una negociación política con los terroristas, que permite a Chávez reforzar a las FARC en la frontera de Arauca, que colabora en las persecuciones de la Corte Suprema de Justicia, que favorece a los seguidores de Ernesto Samper y que incluso llegó a plantearse una votación internacional alineada con el régimen venezolano.

Bah, no espero convencer a nadie. Me gustaría, eso sí, que alguien se acordara de este escrito dentro de un par de años, y supiera que la orgía de atentados terroristas era hoy en día completamente previsible, así como la negociación política y la creciente inserción de Colombia en el eje chavista. Los periodistas en los años del Caguán lamentaban las masacres pero consideraban inevitable que las partes necesitaran llegar fuertes a la mesa de negociación. No creo que la aritmética deba estar sometida a la moral. Esos periodistas, más allá de sus intenciones, decían una verdad. Si no es por el horror que pueden generar, ¿por qué se va a negociar con las FARC? Y si se va a negociar por eso, ¿no necesitan demostrar cuánto daño pueden hacer? Lo que no cabe en la cabeza de una persona decente es una negociación de las leyes con una banda de asesinos.

Pero me pareció que desde su discurso de posesión el señor Santos prometió esa negociación. Puede que los crímenes venideros no los ordene él directamente, son absolutamente necesarios para convencer a la gente de la negociación que busca, que es por lo que los "periodistas" que defienden a Piedad Córdoba lo admiran con tanto entusiasmo, el mismo motivo por el que hay tantas tramas de odio e intimidación contra el ex presidente Uribe.

Pero sobre todo sé que las bombas las atribuirán los paniaguados de Santos y las grandes familias dueñas de los medios a la "extrema derecha", como hacen siempre. No hay nada que no haya ocurrido ya, y de nuevo me remito a la bomba de Caracol. Puede incluso que emprendan persecuciones judiciales contra cualquiera que "dé papaya" para que los crímenes de las FARC sirvan al objetivo de negociar. Pues no se cometen por el deporte de matar.

Y las alianzas de Santos con el chavismo y las FARC corresponden a su "pragmatismo": ¿no está la prensa de parte de Piedad Córdoba? Uno observa la cabeza de los colombianos como si fueran triangulares. ¿Está la prensa de parte de Piedad Córdoba o no? Yo no recuerdo a nadie que conteste eso claramente. ¿Está la Corte Suprema de Justicia de parte de Piedad Córdoba y Ernesto Samper o no? Pero la prensa no son sólo sus dueños y redactores, suposición que constituiría un error espantoso. Los lectores de la prensa ¿están de parte de Piedad Córdoba o no? El que lo dude sólo puede mirar la cantidad de seguidores que tienen en Twitter los defensores de la ex senadora y perseguidores de Uribe y la que tienen los demás periodistas.

Es decir, contados por igual en Colombia hay una mayoría abrumadora de enemigos de las FARC y de su representante oficiosa. Contados por el poder que tienen dentro del Estado y por los recursos de que disponen, cuentan mucho más los interesados en la negociación con las FARC que los demás. De momento, Santos no es objeto de críticas, sus proyectos pasan en el Congreso, por atroces que sean, la prensa internacional lo entrevista y los gobiernos de todo signo lo aplauden. ¿Qué van a interesar los votantes?

Cuando estoy acabando de escribir esto me entero de que Santos declara que sabe dónde está Cano. ¿Cómo es que no lo captura? ¿Cómo es que no explica qué fines tendría la detención del helicóptero? Pero es todavía mejor esto:
El Presidente ha expresado que los grupos guerrilleros deben suspender los secuestros, las extorsiones, el narcotráfico y liberar, sin condiciones, a todas las personas plagiadas, si quieren avanzar en un principio de diálogo.


Y si cesan los secuestros, las extorsiones y el tráfico de drogas y liberan a los secuestrados, podrán seguir matando soldados y policías en espera del momento en que sus proezas se conviertan en fuente de derecho, como lo fueron las que cometió el M-19 en alianza con Pablo Escobar y que premiaron los actuales aliados de Santos?

Mucho me temo que sí. Que es lo que va a pasar.

(Publicado en el blog Atrabilioso el 26 de febrero de 2011)