martes, marzo 03, 2009

Una excelente idea

Hace unas semanas el coronel Alberto Villamarín publicó en su blog de El Tiempo una carta abierta al presidente Uribe con algunas ideas que considera útiles para conseguir la liberación de los secuestrados. Entre los diversos puntos de esa carta está algo que muchos consideramos una necesidad y que probablemente servirá para que la parte de la sociedad que se opone al terrorismo retome la iniciativa en el año que ahora comienza.

Se trata de convocar un referendo en el que los ciudadanos deben contestar sí o no a estas preguntas:

1. ¿Deben las Farc liberar a todos los secuestrados sin ningún tipo de contraprestaciones?
2. ¿Deben las Farc entregar las armas y someterse al peso de la justicia, sin ningún tipo de contraprestaciones?

No debería sorprender a nadie que por parte de los medios no haya habido ninguna reacción. Mientras que la presión de la prensa por el “intercambio humanitario” de 11 guerrilleros presos por cada uno de los 45 rehenes escogidos es incesante, casi obsesivo, la propuesta supone una desautorización del secuestro.

Es muy difícil que Colombia deje de ser la patria del crimen mientras no haya tomas de posición claras de la ciudadanía sobre aspectos como ése. Mientras el silencio de las mayorías permita a los señores dirigentes del Polo Democrático felicitarse de que los rehenes permanezcan en manos de los terroristas porque eso demuestra el fracaso de la seguridad democrática sin que haya constancia de que la mayoría de los colombianos los desaprueba.

A favor de la idea del referendo militan datos como que una propuesta semejante, aunque menos precisa, firmada por el ex rector de la Universidad Nacional Fernando Sánchez Torres obtuvo un notorio respaldo de los comentaristas al artículo en El Tiempo.

La verdad es que no se puede albergar mucho optimismo respecto a esa propuesta, pues por parte del gobierno y de los políticos que lo apoyan hay muy poca disposición a embarcarse en tareas semejantes, mientras que los grupos de oposición harán todo lo posible por evitar que salga adelante. Pero al mismo tiempo un aspirante a ocupar la presidencia en 2010 podría lanzar esa propuesta para perfilar su protagonismo político.

No faltará quien diga que exigir el sometimiento completo a la justicia es irreal: la verdad es que hasta ahora la impunidad garantizada con que obran las FARC y el ELN han servido de muy poco para disuadir a sus miembros de matar y secuestrar colombianos. Tal vez, para evitar que se diga que el gobierno o los promotores de ese referendo son más benévolos con las bandas de asesinos paramilitares, sería mejor cambiar el texto y en lugar de “someterse al peso de la justicia” dejar “acogerse a la ley de justicia y paz”.

Pero no es lo importante: lo que debe resolver cada colombiano es si está dispuesto a premiar los crímenes de las guerrillas, tal como proponen los pastranistas, el “partido” “liberal” con su abanderada Piedad Córdoba, el PDA y los dueños de los medios, y al parecer hasta personajes como Eduardo Posada Carbó o si aspira a vivir en un país democrático.

Sería ingenuo pensar que la poderosa hidra de los medios, los intelectuales, los demagogos, los sindicalistas, los guerrilleros y demás conjurados va a quedarse cruzada o va a dejar de apelar al “realismo”. Es ese “realismo” el que mantiene viva la ilusión en muchos miembros de las guerrillas, que todavía esperan que sus “hermanos” (los valedores de Daniel Ortega y Chávez en Colombia) aprovechen el terror para llegar al poder en las elecciones y les entreguen el poder.

En mi opinión, una resuelta actitud de los promotores del referendo podría sortear el sabotaje de las diversas bandas de hampones que hacen de las suyas en el Congreso, en el Senado y en las Cortes. Al final la desaprobación manifiesta de los terroristas por parte de una masa ciudadana mayoritaria resplandecería. Y aunque fracasara, sin duda se pondría en evidencia el juego de los socios del terrorismo, juego que consiste lisa y llanamente en cobrar las masacres y secuestros con las más humanitarias y pacíficas intenciones, naturalmente.

Publicado en el blog Atrabilioso el 26 de diciembre de 2007.