martes, enero 24, 2006

La herencia escondida

En un ARTÍCULO reciente, Mario Vargas Llosa señalaba que la nueva oleada de populismo que recorre el continente había traído de nuevo las peores lacras de nuestra tradición: el racismo, el militarismo y los nacionalismos. Yo creo que detrás de ciertas máscaras la izquierda es desde hace mucho tiempo el receptáculo que envuelve tan desagra- dables contenidos, y en realidad muchos otros mucho peores.

Otra tradición

______Porque lo que destaca el novelista es lo que está ligado a la tradición latinoamericana, pero hay otros elementos que caracterizan a la izquierda latinoamericana de hoy en día que son reflejo de otra tradición, o que siguen una tradición latinoamericana inspirada en otras. Sólo es que entre nosotros les resulta más fácil ocultar esos contenidos porque o bien la gente no los conoció, o bien no condujeron a ninguna catástrofe que haya despertado la repulsa de todos.

Mística del sacrificio

______Se podría tomar el caso del mito del «hombre nuevo» de que hablaba el Che Guevara: es algo calcado de la mística militarista que desarrolló la Falange, que la había copiado de los fascistas italianos y de los nazis. Ese desprecio de la propia vida y de todas las formas de individualismo burgués en aras de ideales abstractos era exactamente lo que usaban los nazis para adoctrinar a sus jóvenes militantes. En Cuba el «hombre nuevo» sólo ha llegado a ser el esclavo más indigno y más atemorizado, el que acude a oír discursos de ocho horas del anciano orate bajo un sol tórrido y vuelve a su miserable vivienda con la esperanza de que sus hijas hayan obtenido algo atendiendo delincuentes españoles o italianos.

La maldición de no conocer la historia

______Pero yendo a buscar los valores de la izquierda de nuestros días, que no vacila en exhibir palabrería antisemita, como hace el coronel Chávez, se cae sin remedio en la historia europea del siglo XX. Hay una sucesión clara entre esos «ideales», en cierta medida ya vencidos en Europa, y los rituales de exaltación racista del cocalero Evo Morales.
La guerra imperialista

______Lo que marcó de forma brutal el cambio de época fue la sinsalida de la expansión imperialista que había tenido lugar en las últimas décadas del siglo XIX. Los imperios alemanes, en gran medida premodernos, se habían expandido considerablemente y aspiraban a expandir sus territorios a costa de los países del Este, bien del Imperio ruso, bien del turco. A su vez, el imperio ruso se había expandido sin cesar durante varios siglos y esperaba sacar provecho de la situación de guerra que se anunciaba: a fin de cuentas eran ellos quienes habían vencido a Napoleón en el siglo anterior.

Soldados sin empleo

______La Gran Guerra no sólo significó la destrucción de Europa y del viejo orden, sino también de todas las relaciones de civilidad que habían reinado hasta entonces. Una parte de la sociedad experimentó eso que tanto se dice en Colombia de los miembros de bandas armadas: su oficio era la violencia. Durante años los gobiernos de cada imperio alentaban a sus soldados a cometer atrocidades en otros países, y las justificaban en el patriotismo, que no era más que la máscara de los intereses de los potentados y aristócratas. Cuando esas tropas estuvieron licenciadas y se encontraron con la situación de hambruna que había generado la guerra, se decidieron a cometer las atrocidades que les habían enseñado a hacer, pero en contra de sus propios compatriotas.
El mundo que se estremeció

______Ésa es la clave de la Revolución rusa, pues a fin de cuentas el POSDR era una organización pequeña y aun la industria rusa no tenía suficiente personal para proveer masas a algún partido socialista. Fue la guerra la que arrancó a millones de jóvenes campesinos de su trabajo y los llevó a conquistar territorios y cometer matanzas. Cuando se enfrentaron a la miseria, a la derrota y a la humillación, se convirtieron en el público adecuado para los demagogos socialistas. Y entre esos se impusieron los que tenían más claro el proyecto de dar un golpe de Estado y apropiarse del poder destruyendo toda institucionalidad que se les pudiera atravesar. La teoría marxista proporcionó la retórica eficaz de la lucha de clases y la excusa de la dictadura «provisional» del proletariado que permitieron a los aventureros bolcheviques hacerse con el poder.
Don Camaleón

______Ese mismo fenómeno de las tropas desmovilizadas, famélicas y humilladas lo explotó en Italia un dirigente socialista pragmático, que en lugar de ideales tenía el objetivo claro de concentrar el poder y que con ese fin supo aprovechar el miedo de los poderosos y conservadores a una reedición de la experiencia rusa. La revolución de «Don Camaleón», que era como llamaban a Mussolini, explotaba más bien la retórica nacionalista que la lucha de clases, pero se apoyaba en el mismo sector social que permitió la Revolución rusa.

Otro discípulo

______Esas dos experiencias fueron la base con que la pequeña secta antisemita del ex cabo Hitler se lanzó a tomar el poder. Más aún que en Italia, que no había perdido la guerra aunque tampoco había ganado nada, en Alemania había un gran descontento y las mismas multitudes de hombres jóvenes de extracción humilde acostumbrados a la vio- lencia y ansiosos de una revolución que les asegurara el ingreso y la comida.
En olor de santidad

______La Falange española nació como imitación del fascismo e incorporó toda esa retórica socialista y revolucionaria, por mucho que, al igual que Mussolini y Hitler terminaran aliados con los poderosos del régimen anterior. Lo que es llamativo en esos tres países que no habían conocido un liberalismo genuino y que eran predominantemene católicos (también lo era Alemania si se cuenta Austria, país que en los mismos años cayó en manos de un ultraderechista católico muy afín a Hitler, y que terminó anexionado al Tercer Reich) es el anticapitalismo que atraía a los jóvenes de las clases medias y altas y los arrastraba a apoyar proyectos estatistas y belicosos. En España fue muy carac- terística la presencia jesuita.

Lo que aún no se evita

______Un militar imitador y admirador de Mussolini se hizo con el poder en Argentina y hasta el día de hoy su partido ha dominado la política de ese país, que gracias a eso ha pasado de ser uno de los más ricos del mundo a otra república miserable de nuestro subcontinente. El actual presidente argentino, que, por supuesto, no abjura de la militancia fascista del fundador de su partido, se ha convertido en otro líder de esa misma izquierda.

Todo lo dijeron los fascistas

______Valdría la pena que los interesados en entender el sentido de toda esa izquierda estudiaran la historia del fascismo, pues no hay en el discurso de las FARC ni de sus aliados urbanos ni una sola palabra que no esté en el arsenal fascista: tanto la búsqueda de la «justicia social» como la llamada a defender la patria de una agresión externa como la pretensión de que hay una violencia legitimada por ideales nobles y solidarios.

¿Qué van a saber los que leen e investigan?

______Pero en nuestro pobre país no habrá nadie que se tome el trabajo de investigar siquiera superficialmente eso: los grandes inte- lectuales que destacan son personas que creen que la ciencia es lo con- trario de la religión, que preocuparse porque la gente no distingue el singular del plural es ser un perfeccionista lingüístico o que oponerse a los atropellos de los funcionarios estatales que tienen en los trámites su peaje particular para enriquecerse sin hacer nada es estar a favor de los ricos y contra los pobres. ¿Cómo se podrá esperar que alguien se fije en una serie de cosas tan obvias y preste atención a los documentos más que a sus prejuicios y rutinas? ¡Eso sí que es ser idealistas!

9 comentarios:

  1. En pocos años este coletazo nacionalista será demasiado obvio y los últimos en unirse a la fiesta tal vez tengan que moderar su accionar para evitar los grandes errores que comete uno de sus precursores, el criminal venezolano.

    Este año Chávez terminará de consolidar su dictadura. En pocos meses ya ni se molestará en desmentir las acusaciones de que Venezuela ya no será un país democrático, o sencillamente adoptará viejos discursos farianos sobre la "verdadera democracia" (la que nos enseñaría un grupito de 30.000 matones liderados por paleolíticos marxistas-leninistas). Mientras tanto Brasil terminará saliéndose del baile con los pies llenos de cayos y Argentina tendrá que acelerar el ritmo de sus pactos comerciales con sus aliados para evitar una futura recesión.

    Todavía no sabemos qué rumbo tomará Perú, pero sería muy difícil de explicar por qué los peruanos preferirían cambiar un gobierno que les ha saneado la economía por un experimento seudochavista que no representaría ni siquiera a las mayorías.

    Ecuador probablemente seguirá igual que hasta ahora, en un tira y afloje que no le ayudará a definir su posición.

    Lo que le pasará a Bolivia este año me da entre risa y lástima. Risa porque el fracaso de Evo Morales está más que anunciado y lástima por toda la tragedia que eso implica. Lo bueno de ese fracaso es que podría arrastrar un poco la fallida economía de Chávez y podría acelerar un poco el desenmascaramiento final del monigote dictadorzuelo.

    Todo es especulación mía, pero desde hace tiempo vengo formulando estas ideas y hasta el momento ningún hecho me ha indicado que las cosas no serán así, y más bien me convencen más de que no me equivoco.

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  2. Reforzando lo dicho, en La Razón me han dado la razón...

    Mientras Chile consolida su desarrollo económico más allá de la ideología que pueda tener su presidenta, el resto de la región, incluída Colombia, todavía no termina de convencerse de dejar a un lado los viejos vicios de las prácticas económicas estatistas. Si Colombia reelige a Uribe, o eligiera a un candidato que defienda la libertad de mercados (que hasta ahora creo que no lo hay), Colombia reduciría su ritmo de atascamiento con respecto a Chile y comenzaría a acompañar a ese país, alejándose de la horda retrógrada castrokirchnerchavezmoralista.

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  3. Anónimo7:09 p.m.

    podria copiar el articulo de Vargas Llosa, ya que lo busque por toda la red y no lo pude encontrar.

    Muchas Garcias.

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  4. Anónimo7:42 p.m.

    ¿que clase de municion verbal(puro estiercol) descargan los ultraderechistas que "auguran" un mal en Latinoamerica?

    Deliberan con un juicio descabellado ( como animales irracionales) tres días de Gobierno en Bolivia y pronostican lo que va a pasar. No tienen idea de lo que dicen.

    DieGoth compite con Regina 11.

    A éstos manifestantes fascistas, sólo les falta un letrero en el pecho que diga: Anhelo regenerar mi regimen totalitario

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  5. Anónimo de las 3:42: la clase de respuestas como la suya merecen un desglose punto por punto.

    "¿que clase de municion verbal(puro estiercol) descargan los ultraderechistas que "auguran" un mal en Latinoamerica?": Arranca con un ataque sin ningún tipo de explicación. De ahí debemos suponer de entrada que usted es el dueño de la verdad, y que yo me atreví a desafiarlo. Lo más triste de usted es que quien no sigue la tendencia nacional fascista socialista, es irremediablemente un "ultraderechista". Vaya manera tan "izquierdista" la suya para clasificar a la gente.

    "Deliberan con un juicio descabellado ( como animales irracionales) tres días de Gobierno en Bolivia y pronostican lo que va a pasar. No tienen idea de lo que dicen.". Supongo que usted es una especie de sicólogo de animales, todo un experto en hablarnos de animales racionales e irracionales para poder decir qué persona se asemeja a qué tipo de animal. ¿Podría citarnos un ejemplo de un animal racional y otro de un animal irracional? Para pronosticar lo que pasará en Bolivia no hace falta esperar el primer día de gobierno de Evo Morales. Bastó con no conocer su programa de gobierno (pues prácticamente no tiene uno), escucharlo pedir al mundo que le resuelva la existencia a su país sólo porque es Evo quien lo pide, y conocer un poco de historia para saber que las prácticas económicas y estatales fracasadas, cada vez que se repiten, tienen una y otra vez el mismo resultado. ¿Me recuerda quién es el irracional que emite juicios inmediatos sobre los demás?

    "DieGoth compite con Regina 11.". Esa es su "racional" conclusión tras leer apenas un par de mensajes míos. No entiendo entonces cuál es su queja porque yo augure el desastre para Bolivia al tercer día de gobierno de Morales.

    "A éstos manifestantes fascistas, sólo les falta un letrero en el pecho que diga: Anhelo regenerar mi regimen totalitario". Los fascistas como usted (sí, aquellos que juzgan a los demás de manera inmediata, sin conocerlos) viven fascinados con llamar a los demás "fascistas". Esa es una de sus palabras favoritas para quitarse de encima a todo aquel que lo contradiga. Lo chistoso es que usted me llame "manifestante", como si yo estuviera protestando o exigiendo algo aquí. Su frase final, perdone, pero creo que fue un fallido intento de ser gracioso e irónico. Tal vez logró ser algo irónico, pero le falta gracia todavía. Podría practicar con más frecuencia para mejorar su nivel de intervención.

    Y por cierto, usted debe ser demasiado ingenuo si cree que puede tener alguna credibilidad a la hora de descalificar a sus contradictores recurriendo a foticos sacadas de páginas de grupos terroristas.

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  6. Anónimo3:14 a.m.

    RAZA, BOTAS Y NACIONALISMO

    Mario Vargas Llosa

    La gira por Europa de Evo Morales, presidente electo de Bolivia, que dentro de unos días asumirá la primera magistratura de su país, ha sido un gran éxito mediático.

    Su atuendo y apariencia, que parecían programados por un genial asesor de imagen, no altiplánico sino neoyorquino, han hecho la delicias de la prensa y elevado el entusiasmo de la izquierda boba a extremos orgásmicos. Pronostico que el peinado estilo “fraile campanero” del nuevo mandatario boliviano, sus chompas rayadas con todos los colores del arcoiris, las casacas de cuero raídas, los vaqueros arrugados y los zapatones de minero se convertirán pronto en el nuevo signo de distinción vestuaria de la progresía occidental. Excelente noticia para los criadores de auquénidos bolivianos y peruanos y para los fabricantes de chompas de alpaca, llama o vicuñas de los países andinos, que así verán incrementarse sus exportaciones.

    Lo que más han destacado periodistas y políticos occidentales es que Evo Morales es el primer indígena que llega a ocupar la Presidencia de la República de Bolivia, con lo cual se corrige una injusticia discriminadora y racista de cinco siglos cometida por la ínfima minoría blanca contra los millones de indios aymaras y quechuas bolivianos.

    Aquella afirmación es una flagrante inexactitud histórica, pues por la Presidencia de Bolivia han pasado buen número de bolivianos del más humilde origen, generalmente espadones que habiendo comenzado como soldados rasos escalaron posiciones en el Ejército hasta encaramarse en el poder mediante un cuartelazo, peste endémica de la que Bolivia no consiguió librarse sino en la segunda mitad del siglo XX. Para los racistas interesados en este género de estadísticas, les recomiendo leer "Los caudillos bárbaros", un espléndido ensayo sobre los dictadorzuelos que se sucedieron en la Presidencia de Bolivia en el siglo XIX que escribió Alcides Arguedas, historiador y prosista de mucha garra, aunque demasiado afrancesado y pesimista para el paladar contemporáneo.

    Tara peligrosa

    No hace muchos años parecía un axioma que el racismo era una tara peligrosa, que debía ser combatida sin contemplaciones, porque las ideas de raza pura, o de razas superiores e inferiores, habían mostrado con el nazismo las apocalípticas consecuencias que esos estereotipos ideológicos podían provocar. Pero, de un tiempo a esta parte, y gracias a personajes como el venezolano Hugo Chávez, el boliviano Evo Morales y la familia Humala en el Perú, el racismo cobra de pronto protagonismo y respetabilidad y, fomentado y bendecido por un sector irresponsable de la izquierda, se convierte en un valor, en un factor que sirve para determinar la bondad y la maldad de las personas, es decir, su corrección o incorrección política.

    Plantear el problema latinoamericano en términos raciales como hacen aquellos demagogos es una irresponsabilidad insensata. Equivale a querer reemplazar los estúpidos e interesados prejuicios de ciertos latinoamericanos que se creen blancos contra los indios, por otros, igualmente absurdos, de los indios contra los blancos.

    En el Perú, don Isaac Humala, padre de dos candidatos presidenciales en las elecciones del próximo abril -y uno de ellos, el teniente coronel Ollanta, con posibilidades de ser elegido- ha explicado la organización de la sociedad peruana, de acuerdo a la raza, que le gustaría que cualquiera de sus retoños que llegara al Gobierno pusiera en práctica: el Perú sería un país donde sólo los “cobrizos andinos” gozarían de la nacionalidad; el resto -blancos, negros, amarillos- serían sólo “ciudadanos” a los que se les reconocerían algunos derechos. Si un “blanco” latinoamericano hubiera hecho una propuesta semejante hubiera sido crucificado, con toda razón, por la ira universal. Pero como quien la formula es un supuesto indio, ello sólo ha merecido algunas discretas ironías o una silenciosa aprobación.

    Llamo a don Isaac Humala un “supuesto” indio, porque, en verdad eso es lo que han dictaminado que es sus paisanos del pueblecito ayacuchano de donde la familia Humala salió para trasladarse a Lima. Una socióloga fue recientemente a husmear los antecedentes andinos de los Humala en aquel lugar, y descubrió que los campesinos los consideraban los “mistis” locales, es decir los “blancos”, porque tenían propiedades, ganados y eran, cómo no, explotadores de indios.


    No es un indio

    Tampoco el señor Evo Morales es un indio, propiamente hablando, aunque naciera en una familia indígena muy pobre y fuera de niño pastor de llamas. Basta oírlo hablar su buen castellano de erres rotundas y sibilantes eses serranas, su astuta modestia (“me asusta un poco, señores, verme rodeado de tantos periodistas, ustedes perdonen”), sus estudiadas y sabias ambigüedades (“el capitalismo europeo es bueno, pues, pero el de los Estados Unidos no lo es”) para saber que don Evo es el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical.

    Cualquiera que no sea ciego y obtuso advierte, de entrada, en América Latina, que, más que raciales, las nociones de “indio” y “blanco” (o “negro” o “amarillo”) son culturales y que están impregnadas de un contenido económico y social. Un latinoamericano se blanquea a medida que se enriquece o adquiere poder, en tanto que un pobre se cholea o indianiza a medida que desciende en la pirámide social. Lo que indica que el prejuicio racial -que, sin duda existe y ha causado y causa todavía tremendas injusticias- es también, y acaso sobre todo, un prejuicio social y económico de los sectores favorecidos y privilegiados contra los explotados y marginados.

    América Latina es cada vez más, por fortuna, un continente mestizo, culturalmente hablando. Este mestizaje ha sido mucho más lento en los países andinos, desde luego, que, digamos, en México o en Paraguay, pero ha avanzado de todos modos al extremo de que hablar de “indios puros” o “blancos puros” es una falacia. Esa pureza racial, si es que existe, está confinada en minorías tan insignificantes que no entran siquiera en las estadísticas (En el Perú, los únicos indios “puros”, serían, según los biólogos, el puñadito de urus del Titicaca).

    En todo caso, por una razón elemental de justicia y de igualdad, los prejuicios raciales deben ser erradicados como una fuente abyecta de discriminación y de violencia. Todos, sin excepción, los de blancos contra indios y los de indios contra blancos, negros o amarillos. Es extraordinario que haya que recordarlo todavía y, sobre todo, que haya que recordárselo a esa izquierda que, arreada por gentes como el comandante Hugo Chávez, el cocalero Evo Morales o el doctor Isaac Humala están dando derecho de ciudad a formas renovadas de racismo.

    ...Y el militarismo

    No sólo la raza se vuelve un concepto ideológico presentable en estos tiempos aberrantes. También el militarismo. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acaba de hacer el elogio más exaltado del general Juan Velasco Alvarado, el dictador que gobernó el Perú entre 1968 y 1975, cuya política, ha dicho, continuará en el Perú su protegido, el comandante Ollanta Humala, si ganase las elecciones.

    El general Velasco Alvarado derribó mediante un golpe de Estado el gobierno democrático de Fernando Belaunde Terry e instauró una dictadura militar de izquierda que expropió todos los medios de comunicación y puso los canales de televisión y los periódicos en manos de una camarilla de mercenarios reclutados en las sentinas de la izquierda. Nacionalizó las tierras y buena parte de las industrias, encarceló y deportó a opositores y puso fin a toda forma de crítica y oposición política. Su desastrosa política económica hundió al Perú en una crisis atroz que golpeó, sobre todo, a los sectores más humildes, obreros, campesinos y marginados, y el país todavía no se recupera del todo de aquella catástrofe que el general Velasco y su mafia castrense causaron al Perú.

    Ese es el modelo que el comandante Chávez y su discípulo el comandante Humala quisieran -con la complicidad de los electores obnubilados- ver reinstaurado en el Perú y en América Latina.

    Nuevos caudillos

    Además de racistas y militaristas, estos nuevos caudillos bárbaros se jactan de ser nacionalistas. No podía ser de otra manera. El nacionalismo es la cultura de los incultos, una entelequia ideológica construida de manera tan obtusa y primaria como el racismo (y su correlato inevitable), que hace de la pertenencia a una abstracción colectivista -la nación- el valor supremo y la credencial privilegiada de un individuo. Si hay un continente donde el nacionalismo ha hecho estragos es América Latina.

    Esa fue la ideología en que vistieron sus atropellos y exacciones todos los caudillos que nos desangraron en guerras internas o externas, el pretexto que sirvió para dilapidar recursos en armamentos (lo que permitía las grandes corrupciones) y el obstáculo principal para la integración económica y política de los países latinoamericanos. Parece mentira que, con todo lo que hemos vivido, haya todavía una izquierda en Latinoamérica que resucite a estos monstruos -la raza, la bota y el nacionalismo- como una panacea para nuestros problemas.

    Es verdad que hay otra izquierda, más responsable y más moderna -la representada por un Ricardo Lagos, un Tabaré Vásquez o un Lula da Silva- que se distingue nítidamente de la que encarnan esos anacronismos vivientes que son Hugo Chávez, Evo Morales y el clan de los Humala. Pero, por desgracia, es mucho menos influyente que la que propaga por todo el continente el presidente venezolano con su verborrea y sus petrodólares.

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  7. Anónimo11:13 p.m.

    Yo creo, con el non sanctus de Oscar Collazo, que el artículo de Vargas Llosa es racista y además de mal gusto. Mire: Bolivia lleva 20 años de reformas económicas con la mejor asesoría extranjera, no tipo ONG sino tipo FMI. La macroeconomía fue saneada, pero la vasta mayoría de bolivianos no vive mejor en 2006 que hace 20 años. Hasta cuando se le puede pedir al exminero (pues mineros casi no los hay en la Bolivia de hoy), al campesino (arando la luna, pues yo ví el altiplano y es pura luna), al artesano (y basta saber que Bolivia sigue teniendo un artesanado para comprender lo atrasado que es), que ellos sigan apoyando un modelo económico que no les reporta beneficios visibles?

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  8. Para Respondón: no veo por ninguna parte el racismo en el artículo de Vargas Llosa, y en cambio sí se parece al racismo tu asociación de que como la estabilidad no favorece en apariencia a las mayorías, el modelo fracasado sí va a remediar algo. Mirando en una enciclopedia la evolución de la economía en el periodo 1990-2005 se observa un crecimiento medio del 7 % anual, lo cual es casi un milagro. ¿Que la mayoría de eso beneficia a una minoría? Seguramente, pero lo que es seguro es que una reducción de ese crecimiento va a perjudicar a los más pobres. Porque la realidad es que si hay crecimiento económico hay reducción de la pobreza y planes de desarrollo, mientras que si no lo hay sólo hay más atraso. ¿Va a traer Evo desarrollo económico? Yo no sé cuáles son las condiciones de los contratos de explotación del gas, lo único claro es que el apoyo a Bin-Laden ("el terrorista es Bush") y Ahmadineyad (Castro dice que Irán tiene derecho a sus armas) no asegura de por sí un vasto desarrollo económico.

    Pero aun, supongamos que los contratos del gas favorecían en exceso a algunas empresas extranjeras a costa de los recursos del Estado boliviano y que el nuevo gobierno va a renegociar produciendo más recursos. Lo único seguro es que eso no llegará a las mayorías porque es algo que reparte el gobierno entre quienes lo sostienen, por no hablar de los planes represivos contra los separatistas de Santa Cruz.

    Sencillamente la elección de un fariano étnico reducirá el crecimiento económico, sobre todo en aquello que puede favorecer a las mayorías: la inversión que crea puestos de trabajo. ¿O es que a pesar de unos ingresos muy superiores a los que afectarían a Bolivia ha mejorado en algo la condición de los pobres en la Venezuela de Chávez?

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  9. Anónimo12:52 p.m.

    jeje que chistoso ver a los "fachos" (si, eso son, lo digo sin conocerlos, es suficiente con leer lo que escriben) fastidiados con Evo... no saben que hacer, estan tan desesperados con su saco de lana que les debe estar picando el cuello... jejeje

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