lunes, mayo 30, 2005

Vigencia del delito político

Se pregunta Alfredo Rangel si se negocia la impunidad con malhechores corrientes sin considerarlos políticos. Para mí sí: si el resultado comprobable de eso es que desaparecen las organizaciones armadas en cuestión, no hay motivo por el que no deba buscarse una salida.

La alternativa sería un Estado eficaz que está lejísimos de construirse. Decía un comentarista al artículo en cuestión que el Estado ha tolerado a las AUC porque no les había aplicado por completo el peso de la ley. ¿Y es que con las guerrillas sí lo ha hecho? Sencillamente, el Estado es ineficaz y no puede destruir a esos grupos armados sin unos costes que no puede pagar, entre otras cosas porque esos mismos grupos han determinado compromisos de ese Estado, como los sueldos, prebendas y pensiones de ensueño de buena parte de los empleados estatales, verdadera clientela de los terroristas. ¿No sería más sencillo combatir esas prebendas? Ni para eso hay civismo en Colombia, menos para ganar una guerra contra el fruto más característico de la cultura tradicional.

¿Que hace falta reconocer a las AUC como organización política para obtener su desmovilización? Eso ya no lo sé, lo único que creo es que si el gobierno además de la impunidad va a negociar algún tipo de legitimidad de poder, siquiera local, a lo que quede de las AUC (si es que los que quieren que siga habiendo AUC para tener alguna esperanza de seguirse lucrando de lo que hacen las guerrillas no se salen con la suya), ahí el gobierno está poniéndose la soga al cuello.

De las AUC no deberían surgir partidos políticos ni ningún tipo de protagonismo político, y los dirigentes de las AUC, si bien para que se desmovilizaran se les podría ofrecer algún tipo de perdón o indulto, deberían tener prohibida la participación en política. Hasta ahí no se puede ceder, pues nadie va a alzarle la voz a un gobernador que empezó su carrera dirigendo masacres. ¿Qué respetabilidad tendría un Estado que cayera en manos de semejantes personajes?

Pero es que Rangel va más lejos: la guerra tiene un origen en la ocupación del territorio. ¡Claro, hombre, el leninismo crece silvestre en el Caquetá! Sencillamente, la izquierda parasita el problema territorial que pueda haber, pero el conflicto en Colombia es entre la democracia liberal y el socialismo de partido único a la cubana. Y la guerrilla no representa a la población, antaño inexistente, de esas regiones, sino al profesorado universitario y al sindicalismo estatal. ¿Ignora alguien que la mayoría de los miembros de la guerrilla han sido reclutados en las universidades, sobre todo en las públicas? Otra cosa son los niños encargados de las castraciones propiamente dichas.

Pero es que de esa mentira se sale a otra mucho más grave: la guerrilla cuenta con apoyo en sus regiones. ¡Pues adelante, hombre! Para eso hubo un genio que se inventó unas cajitas donde la gente mete un papelito con el nombre de sus candidatos a gobernar. ¿O es que en los otros países los que tienen respaldo están por encima de las urnas?

Todo eso es grotesco y escandaloso, y sólo remite al hecho de la legitimidad de las pretensiones guerrilleras, que no es otra que la jerarquía social tradicional. Es decir, los descendientes de los encomenderos, los que financian Seguridad y Democracia, no van a aceptar esa rutina foránea de un hombre un voto porque ellos no son iguales a los indios que se asomaron a un acto del candidato Garzón en 2002 e hicieron temer que fuera un atentado.

La guerrilla es expresión de esa defensa de privilegios por parte de los antiguos dueños de los colombianos, hoy devenidos casta sacerdotal e incrustados en las universidades, en la prensa y en los Think tanks y ONG que favorecen esas pretensiones.

Ya lo he explicado otra vez: Rangel está con ellos, por mucho que haya publicado muchas obviedades sobre temas militares y estrategia. Sencillamente, ni el más retorcido argumento leguleyo va a ocultar la cuestión de que hay democracia o no la hay, y si la hay ninguna banda de asesinos, por distinguidos que sean sus mentores, va a imponer las leyes. Lo demás es dorarnos la píldora para convertirnos en esclavos, o tentarnos con voz meliflua para ofrecernos un masajito rectal.

Y a estas alturas lo admirable es el descaro que tienen para hacerlo.

miércoles, mayo 11, 2005

El defensor de Samper abre hostilidades

Éste es un comentario al ARTÍCULO que publica en la fecha en El Tiempo Roberto Posada García-Peña, y que de algún modo es como el comienzo de la campaña electoral.

Quiero agradecer encarecidamente al columnista su escrito, porque nos deja ver con asombrosa claridad quiénes son los que oprimen a la mayoría de los colombianos desde hace siglos, qué motivaciones profundas tienen y cuál es su estilo moral e intelectual. Vamos a comentar todo el libelo, porque de verdad no tiene pérdida:

1. PENSANDO CON EL DESEO

"Crece el malestar político por falta de garantías".

[Esto es la mezcla del wishful thinking con la profecía que se cumple a sí misma. No se han dado cuenta de que la continua campaña de calumnias que lleva ya casi cuatro años sólo sirve para legitimar a Uribe ante la gente, que ya los conoce y ya ha visto cómo son los países en los que no reinan personajes como ellos.]

2. COBRANDO LOS ENCARGOS

"Implicaciones del retiro de Rafael Pardo y otras minucias."

[Quiere decirse que ese político mediocre que espera contar con el apoyo de Enrique Santos y compañía para hacer carrera y no vacila en firmar manifiestos con los portavoces del Foro de Sao Paulo y el Partido Comunista, ahora encontró la ocasión (y hay que ver por qué, lo mismo que hay que preguntarse de dónde viene la agresividad de esta columna) de calumniar a Uribe y pasarse a las toldas del hampa. Penoso personaje.]

3. EVOCANDO LA HISTORIA PARA NO REPETIRLA

"Dos titanes de la política -Alfonso López Pumarejo y Laureano Gómez- terminaron derrocados de su mandato (el primero de ellos durante su segundo gobierno) por un hecho que conviene no olvidar, según lo recuerda Cambio en su última edición al acoger un planteamiento de la senadora Piedad Córdoba."

[Bueno, eran titanes de la política menuda del país ínfimo y remoto que era la Colombia de su tiempo. Alguien como Laureano Gómez hoy no llegaría a gobernar a ningún país latinoamericano, y tampoco sería muy probable un personaje como López Pumarejo con sus cédulas falsas y su persecución de los conservadores. Son titanes de la política como D´artagnan es un titán de las letras, es decir, poseen un prestigio en la capilla en que esta clase de indigentes morales intrigan y conspiran, encargan asesinatos y se reparten el botín. No hay nada parecido hoy en día.]

4. ¡ABSOLUTA FALTA DE GARANTÍAS!

"Ante la absoluta falta de garantías para la oposición, ninguno de ellos tuvo rival que le disputara su aspiración presidencial."

[Hay que decir una cosa con absoluta claridad: quien no tiene garantías en Colombia para hacer campaña política es el presidente y sus partidarios, pues es sabido que las FARC lo han intentado asesinar 15 veces, mientras que a sus candidatos no los atacan. Es normal. ¿Cuáles son las garantías que no tienen? ¿Las garantías de ganar las elecciones? Si se permitiera la metáfora, el lugar que habitan los personajes como este columnista, visto desde un punto de vista moral es como un rincón de un patio de prisión, da lo mismo que posea millones y millones de dólares, da lo mismo el lujo con que se rodee. Cualquier persona decente que lo observe con atención sólo lo ve como a un malhechor de poca monta que se distrae en su rincón revolviendo el excremento con que espera mancillar a otros. Debe sentir un gran placer "construyendo" sus alegatos. Ninguna persona de ningún país civilizado se tomaría en serio que cuando han dejado de ser asesinados los políticos opositores o los posibles testigos de hechos que comprometían al gobernante es cuando no hay garantías. ¿O es que nadie recuerda la vasta cadena de asesinatos del gobierno de Samper? ¿Y qué decir de los congresistas de todo signo que fueron asesinados durante el gobierno de Pastrana, por no hablar de los secuestrados? Hablar de falta de garantías es soñar con el deseo, seguir creyendo que la propiedad de los medios y el servilismo de la clase de "gente" que lo rodea le permiten esperar que cualquier disparate que diga le va a reportar réditos de credibilidad. Hacía décadas que los opositores no tenían tantas garantías en Colombia.]

"Y, por distintas razones, ambos tuvieron que precipitar su retiro, ya que perdieron el más preciado don para ostentarlo: la legitimidad del poder."

[Ambos por estar relacionados con conductas criminales, y sobre todo por perder respaldo popular. ¡En su torpe rutina leguleya el inefable gordo cree que la legitimidad la adjudica él! Más bien debería agradecer que la ley en Colombia es laxa con los poderosos y nadie investiga los manejos que le permitieron prosperar gracias al apoyo que le prestó al narcopresidente.]

5. GOBERNAR SIN LEGITIMIDAD

"Cuando tal legitimidad se desconoce porque no existe, el prestigio del triunfador súbitamente se convierte en boronillas, por muy en el curubito que se encuentre en un momento dado."

[Pero ¿quién lo va a desconocer? Hay unas normas y hay unos votantes, y también hay unas fuerzas vivas en la sociedad. La legitimidad en democracia sólo es la conformidad con las leyes sumada al apoyo popular, de modo que lo de que "no existe" es otro invento de quien ya se siente descubierto y señalado, no sólo como un despreciable canalla sino también como un irrisorio necio.]

"Es sin duda lo que puede pasar con Álvaro Uribe."

[SIN DUDA, SIN DUDA. ¡Así se educa a los colombianos, con esos silogismos tan hondos y elegantes que Pascal y Leibniz se habrían quedado boquiabiertos.]

6. INDEFENSIÓN E IMPOTENCIA

"Todos sus posibles y presuntos adversarios se sienten en tan gran estado de indefensión e impotencia que, si ese malestar se generaliza, nada de raro tendría que al cabo del tiempo se formara un consenso en el sentido de que, como a Uribe no hay forma de ganarle, lo mejor es dejarlo solo en la contienda. O acaso enfrentándose a un candidato de pipiripao estilo Goyeneche."

[¿Cuál es la indefensión? Quién más está indefenso en Colombia es el partidario de Uribe, sobre todo en las ciudades pequeñas y en las zonas rurales, como en el Caquetá, el Huila y tantas regiones en las que Uribe ganó las elecciones. ¿Tiene algunas garantías para que las FARC no lo amenacen y lo maten, como les ha ocurrido a tantos? ¿Existe en alguna parte la exigencia de garantías de poder ganar las elecciones? ¡Qué país, qué país! Colombia es sólo un patio de prisión, pues en cualquier país, por pobre y atrasado que sea, un mentiroso tan torpe no vería publicada ni una carta al director de un periódico de provincias.]

7. ¡NO TIENE LEGITIMIDAD PORQUE ES DEMASIADO POPULAR!

"Es esta una hipótesis que el Gobierno y los más radicales uribistas deberían contemplar, justamente para evitarla."

[¿Cuál, el que viendo que no pueden ganar las elecciones prefieran no presentarse? En realidad, todos los que están amenazando con eso terminarán participando porque necesitan los subsidios a las campañas electorales. ¡Ahora es responsabilidad de los uribistas el hecho de que puedan ganar por goleada!]

"Y aunque se alegará que no hay nada más fácil que 'inventarse' un aspirante de última hora para rivalizar con el Presidente-candidato, la gente no es boba..."

[¿Seguro? Y si de verdad cree que la gente no es boba, ¿cómo se atreve a publicar semejante patochada? ¿El viejo recurso de halagar a la gente menospreciándola en el fondo.]

8. LA OPINIÓN MUNDIAL NO "COME CUENTO"

"... y, en este sentido, menos la opinión mundial, que miraría con desconcierto la falta de transparencia de un panorama con tufillo preocupantemente antidemocrático."

[ESO, ESO, lo antidemocrático es que el candidato es mucho más popular que los demás, y la opinión mundial, como el gobierno de EE UU o el británico o el japonés o los de la mayor parte de los países de Europa y Asia, por no hablar de los latinoamericanos que no son tan estúpidos como para ponerse del lado de los terroristas y a deslegitimar la democracia y la legalidad. TODO EL MUNDO, reconocerá con naturalidad el triunfo de un candidato que ha reducido todos los indicadores de violencia y delito y ha permitido crecer a la economía en medio del sabotaje de los terroristas y sus mentores. ¿Qué pensarán los hijos de un personaje así? Claro que como son gomelos colombianos estarán hechos a pensar que todos los demás son su servicio doméstico y se tiene que callar ante cualquier capricho que se les ocurra. Pero ¿no desearían ser los hijos de alguien que tuviera un poquitico de calidad intelectual? De lo que se puede acusar a Uribe (y por lo que hace falta reelegirlo) es de no haber cambiado lo suficiente a Colombia para que personajes de este estilo sigan escribiendo y no hayan pasado a la leyenda urbana a la que pertenecen.]

9. EL URIBISMO TIENE PROBLEMAS DENTRO

"Pero, además, tampoco las cosas dentro del uribismo pintan exactamente color de rosa. El retiro del senador Rafael Pardo de sus toldas"

[Siempre que alguien se retira y eso no mengua el respaldo popular de un partido o facción política, se puede decir que esa persona ha fracasado y los otros han clarificado su rumbo. La mala noticia sería que la gente, un 2 % de los antiguos uribistas se hayan ido con Pardo. Por mucho que sueñen con los millones de Chávez para la maquinaria, eso no remediará el que los que votamos por ese señor ahora nos avergoncemos: ¡pensar que iba a terminar justificando la calidad política de la renovación de la cúpula judicial que cometieron los del M-19 y tratando de impedir la desmovilización de las AUC, quizá porque los que necesitan a los militares ocupados persiguiendo a los que no los atacan para facilitarles el trabajo a los que los van a matar le ofrecieron algún futuro, o alguna rentica. Da asco.]

10. EVALUANDO EL PRESTIGIO QUE ADMINISTRAN

"... (tal vez reconocido como el más prestigioso vocero de esa facción mientras estuvo en ella, aun pese a sus constantes críticas internas.)

["Reconocido como prestigioso" es una cómica tautología que vuelve al mismo fenómeno de los dueños de la verdad: quienes dicen que Pardo era prestigioso son los mismos que esperan que las leyes se negocien con las FARC, espejismo con el que pretenden impedir cualquier esfuerzo serio para combatirlas. El prestigio de Pardo lo crearon los medios, y le permitió obtener un tercio de los votos que obtuvo Vargas Lleras en 2002. Hoy en día tendría muchos menos.]

"... parecería ser un portazo en las narices a los intentos de Juan Manuel Santos de aglutinar las distintas fuerzas gobiernistas."

[No, ya hace tiempo que Pardo recibe órdenes de arriba para que gaste el prestigio que le crearon en impedir la desmovilización de las AUC.]

"Salido Pardo del uribismo, o de un movimiento como Patria Nueva que no ha logrado consolidarse, quedan voces no menos agrias y críticas. Como la del senador Germán Vargas Lleras, que le cobra al coordinador o nuevo jefe de debate del uribismo -es decir, Santos- un protagonismo electoralmente no sustentado y que tampoco, o muy poco, le reconoce la opinión."

[¡Vaya problema, ahora se entiende por qué no hay garantías! Deberían estar felices e incluso reclutar a Vargas Lleras, político de viejo estilo que no vaciló en apresurarse a reconocer el fraude del referendo y en ir a mendigar apoyo de los garzones para una alianza antiterrorista que al día siguiente descalificaban. El uribismo se basa en el respaldo popular al presidente, que arrasará en las urnas si no matan antes al presidente, o si no convencen a la Corte Constitucional de prevaricar.]

11. LA AMENAZA DEL "URIBISMO RURAL"

"Y mal podría ser que las funciones de Santos se limitaran a cohesionar al uribismo rural, representado en dirigentes como Rocío Arias y Eleonora Pineda (etcétera), con los tradicionales barones de la política, que todo pueden significar menos carisma y renovación de costumbres."

[La misma calumnia de Serpa en 2002, que en realidad sólo conduce a otorgarle reconocimiento a las AUC y a sus políticos, pues condenados a elegir entre los que parecen representar a las AUC y los que abiertamente son cómplices de la guerrilla, como ocurriría en caso de una guerra civil, la mayoría de los colombianos optarían por los primeros. ¿Cómo es que en todas las regiones de supuesto dominio de las AUC ganó Serpa en 2002? ¿Cómo es que en la Costa Atlántica fue donde menos votos obtuvo el referendo? ¿Cómo es que la senadora Piedad Córdoba resultó elegida con votos más que dudosos en el Chocó? A todo eso no responden, porque en la angustia de ver que se reduce el chorro de recursos públicos con que se enriquecen y pagan sus lujos, estas mafias sólo recurren a la vociferación histérica.]

12. PROTEGIENDO A URIBE DE SÍ MISMO

"Que Álvaro Uribe termine, a pesar de sus consejos comunitarios y otras muestras fehacientes de contacto con el pueblo, distanciándose imperceptiblemente de ese 'país nacional' que lo catapultó para culminar gradualmente absorbido por las garras del 'país político' es lo peor que puede ocurrirle. Aunque eso no lo registren ahora las encuestas."

[Gracias por preocuparse por la suerte del presidente. Sabemos que es su irrefrenable vocación profética, pero ¿también con tan noble intención llama a la Corte a prevaricar? Vea, señor: nuestro trópico es lamentable por muchos motivos, pero su peor producto es el patricio-canalla-ridículo. Es una combinación penosa, preindustrial, precapitalista, francamente colonial. Controle un poco su tendencia a tomar por bobos a los demás.]

13. ¡NOS ESTÁN POLARIZANDO!

"Después de más de un mes de ausencia de estas páginas por razones de salud, uno vuelve y se topa con una nación cada vez más radicalizada."

[Lo de siempre, ¡ya no estamos tan bien como en 2002, 2001, 2000, 1998, 1997, 1996, 1995...! Lo dicho, hasta el sentido del humor se vueve intransferible cuando la enfermedad agota las energías de la gente.]

14. ¡SALVEN USTEDES LA PATRIA, PREVARIQUEN, QUE ESTAMOS EN COLOMBIA!

"Toda esa atmósfera palpable de confrontación también debe influir en seres humanos como los miembros de la Corte Constitucional que, no por ostentar investidura de jueces, están exentos de observar con inquietud el entorno que los rodea. Con más veras tratándose de jueces políticos, influidos muchos de ellos por los ímpetus renovadores del llamado Nuevo Derecho."

[Esto es abiertamente un llamado a prevaricar, y el fiscal debería tomar nota. La Corte Constitucional no tiene derecho a legislar ni a dictaminar sobre el fondo de lo aprobado en Congreso, y menos a evaluar la conveniencia de una norma según la actualidad, sino a evaluarla según la ley fundamental.]

15. FÁBULA DEL BOMBERO PIRÓMANO

"Si tales magistrados ven -aunque callen- que el país se está incendiando por culpa del tema de la reelección inmediata, ¿qué pensarán hacer?"

[El país lo están incendiando ustedes con la esperanza de que las campañas de calumnias y las amenazas terminen por debilitar al gobierno. Lo que realmente traerá una guerra civil será que la Corte tumbe la reelección y que vuelva el hampa a gobernar. Sencillamente cualquier aventurero que tome las armas en nombre de la mayoría traicionada y despojada de su derecho a decidir, será visto en medio mundo como un liberador, y también lo será por la mayoría de los colombianos. Lo que están buscando es dividir al ejército para conseguir un equilibrio de fuerzas que debilite al bando democrático para así avanzar a punta de masacres y mentiras hacia la solución negociada. A lo mejor Colombia necesita una experiencia terrible como ésa para salir del marasmo, para sacudirse las telarañas y comprender que el esclavismo es una pesadilla de otros siglos y que los fósiles lamentables como este sicofanta no pueden tener ningún protagonismo. En realidad es cosa de Uribe, que debería haber convocado una Constituyente al principio de su gobierno.]

"Todo, supongo, menos quedarse de brazos cruzados. De ahí la tremenda responsabilidad institucional que tienen en sus manos."

[La de decidirse a prevaricar para complacer a los amos del país en lugar de cumplir con el deber que la constitución les encomienda. Tranquilamente se propone eso y nadie replica, a tal punto llega el servilismo de los colombianos ante estos malhechores, que probablemente están nerviosos y violentos a causa de las promesas de apoyos que les habrá hecho el botarate Chávez. No hay otra explicación. Por humanitarismo resulta preferible un paso tranquilo hacia la reelección, pero la renovación del país sería más rápida y completa si consiguen provocar la guerra civil.]

"Lo único que no entiendo es por qué Álvaro Uribe se ha dejado enredar de las prolongaciones del poder y de sus abusos, en relación con lo que no siente tener nadie que no esté bajo su protección: ¡garantías! [¿Qué garantías? ¿Las que tenía Uribe en 2002? ¿Las que tienen los uribistas hoy que las FARC dominan amplios sectores de la capital y cuentan con los recursos municipales en más de una localidad? ¿Necesitan garantías para poder mandar matar a los adversarios como hicieron con Álvaro Gomez? Parece mentira. Y gracias por la comprensión y la pedagogía dirigidas al presidente. Nada tan grato como tener un maestro generoso.]

16. TODOS DENUNCIAN FALTA DE GARANTÍAS

"Y son muchos: César Gaviria, Alfonso López Michelsen, Andrés Pastrana, para comenzar. Más el oficialismo liberal (Serpa, Gómez Méndez, Piedad) y todo el Polo Democrático, entre otros. ¡Hasta Peñalosa, para no hablar de Mockus!"

[Dentro de poco se verá cuántos de ellos se quejan de no tener garantías, porque los pobres enanos ambiciosos puede que no quieran ser confundidos por los votantes con la admiradora de Tirofijo.]

17. URIBE PARECÍA INTELIGENTE

"Y digo que no entiendo porque Uribe había demostrado ser, en un momento dado, más inteligente que ambicioso, para proceder con esa sorprendente astucia desprevenida, hoy desdibujada o desgastada."

[¿Cómo no reírse? Cada vez que un matón lo amenaza a uno dice lo mismo": "Lástima, porque parecías inteligente". Lo único que hace usted es mostrar lo bajo que se cae cuando se ven enredados los negocios que se hacían protegiendo al presidente del Cartel de Cali. Y sobre todo la torpeza de la clase política, que ahora no sabrá dónde esconderse para que no les pregunten si es verdad que se han vuelto seguidores de Piedad Córdoba. SÓLO una cosa queda clara: que a pesar de su torticera intención, el columnista guarda un gran afecto por Uribe, una mezcla de cretinismo moral, político, jurídico y hasta estético por parte de los opositores es lo que más refuerza al presidente ante la población. Gracias.]

domingo, mayo 08, 2005

Uribe es de derecha pero se presenta como de izquierda

Voy a copiar un artículo publicado hoy en "El Espectador" y firmado por Alejandro Gaviria, junto con los comentarios que le envié y la respuesta que amablemente tuvo la entereza de enviarme pese a la violencia de mis comentarios. Me parece una cuestión de gran interés que merecería algún comentario de los lectores.

Un filósofo aficionado
Alejandro Gaviria

Partamos de un hecho indiscutible: tenemos un presidente polifacético. Hoy hace de economista cuando ayer había hecho de abogado y mañana hará de ingeniero. Sus discursos son exhaustivos, llenos de cifras y alusiones exactas, y matizados por expansiones líricas. Con todo, no dejan de sorprender las incursiones recientes del jefe de Estado en el campo de la filosofía. Hasta filósofo resultó, dirán algunos, entre asustados y ofuscados ante tanta sapiencia.

En su discurso en la Universidad de Pekín, el Presidente dejó entrever con claridad su faceta de filósofo aficionado. “China es un ejemplo filosófico y práctico de un gran proceso evolutivo que invita a pensar en la secuencia dialéctica de Heráclito, Hegel y Mao Tse Tung”, dijo al exponer una peculiar teoría según la cual el despertar económico chino constituye una entronización de las ideas de los filósofos del cambio. En otras palabras, China no se baña en el mismo río. O más bien, ha decidido zambullirse en el charco del capitalismo a pesar de sus tradiciones milenarias. Una analogía de aficionado que le valió al Presidente un doctorado honoris causa. Cuestiones del poder, por supuesto.

Pero, quizás, la más polémica de las incursiones del Presidente en el campo de la filosofía es su insistencia en la irrelevancia de la distinción tradicional entre izquierda y derecha, y su desacuerdo con quienes pretenden encasillarlo en la derecha. Paradójicamente existen razones filosóficas, ajenas a la coyuntura política del momento, que demuestran, vaya sorpresa, que efectivamente este gobierno es de derecha. Pasemos pues a demostrar lo obvio. Una inveterada tradición de la filosofía.

En primer lugar, la administración Uribe ha hecho suya una interpretación singular de las ideas de Hobbes. A saber: la amenaza terrorista es tan seria que la única forma de asegurar el orden y la seguridad es mediante la continuidad de un liderazgo particular, incluso si ello implica una modificación de las normas constitucionales y una relajación de las restricciones al poder del Ejecutivo. Este argumento sirvió de justificación a la reelección y constituye, en su esencia, una tesis tradicional de la derecha. Entre un caudillo popular que imponga el orden y unas instituciones estables que limiten el poder del Gobierno, históricamente la derecha ha optado por lo primero.

En segundo lugar, el Gobierno ha asumido una posición de rechazo radical a los dictados de los intelectuales y los expertos. Power People en lugar de Power Point, dice el Presidente. Teorías para los teóricos, escribió esta semana el Ministro de Agricultura. En últimas, el desprecio por las opiniones de los teóricos constituye una reiteración de las ideas del filósofo conservador Edmund Burke (citado esta semana por el Presidente en Medellín) sobre la inconveniencia de gobernar con base en principios universales e ideas abstractas. Con el tiempo, la prevención de Burke ha dado paso a un populismo de derecha que subordina los dictados de los teóricos a los del pueblo. Antiguamente la derecha se quejaba de los jacobinos teorizantes. Actualmente se lamenta del Power Point. Pero su argumento sigue siendo el mismo: la preeminencia del soberano popular sobre cualquier otra forma de gobierno.

Finalmente, la oposición cerrada del Gobierno a la reforma agraria recuerda las ideas de Locke sobre los derechos morales de los terratenientes o los postulados de Nozick sobre la primacía absoluta de los derechos de propiedad. En fin, la situación es extraña: un Presidente que se nutre de las fuentes tradicionales de la derecha pero que decide, al mismo tiempo, ejercer su derechismo de manera vergonzante.

Por supuesto, nada de malo tiene ser de derecha. Lo malo es serlo y negarlo y tratar de no aparentarlo. Pues, después de todo, hasta los filósofos aficionados deberían exhibir alguna consistencia entre su teoría y su discurso.
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MIS COMENTARIOS:

Señor Gaviria, su columna del 8 de mayo da para tanto que cada párrafo merecería un ensayo. Lo primero que salta a la vista es el afán de hacer oposición, su rechazo al gobierno, que resulta casi cómica como parte del conjunto de la opinión de El Espectador: otro crítico al lado del neutral Molano, del ecuánime Lisandro Duque, de la objetiva Ponnsford, del solidario Cepeda y del comedido García Peña. Sólo que en realidad termina siendo útil a la trama de la Colombia eterna, pero sobre eso hablaré después.

Ser "filósofo aficionado" es una acusación que se puede hacer a todo el que abra la boca. Ciertamente el presidente no es un gran pensador en el sentido profesoral, aunque sí, me parece a mí, un gran político. Reprocharle ligerezas en discursos de ésos, que no son propiamente su trabajo, es como burlarse de Carlomagno porque no sabía ni firmar.

Acerca de la irrelevancia de la derecha y la izquierda y lo "vergonzante" de no presentarse como de derecha me parece a mí que en su caso (de usted) las ganas de hacer oposición lo llevan a una actitud moralmente reprochable. Hace exactamente lo mismo que hacía el alcalde Garzón en alguna campaña: decir que el neoliberalismo es tan malo que no hay quien se proclame neoliberal. Dentro de poco Hayek, o Carrasquilla, resultarán indigentes intelectuales ante un gran pensador como Garzón. Sencillamente el statu quo ideológico colombiano hace que quien proponga trabajar, producir, vender, competir, etc., sea presentado como un criminal porque la buena conciencia generalizada hace que todos quieran presentarse como socialistas, como partidarios de lo "social", de la solidaridad, del reparto de la riqueza, etc. Es decir, que aunque desde el punto de vista de la visión económica la política de Uribe sea de derecha, el proclamarse tal sólo llevaría a quitarle apoyos en la sociedad influida por los medios, por los maestros, por los curas, por los demagogos, etc.

Con lo que usted se presenta como moralizador cuando sencillamente se une al coro de la mentira. Si yo le digo que soy de derechas (que creo en la productividad, en el respeto a los derechos de propiedad, en la primacía del mercado), usted dirá que tengo todo mi derecho a pensar así, PERO SABE MUY BIEN, SABE MUY BIEN, que todo el mundo va a leer eso como que soy partidario de la desigualdad en el ingreso, de los privilegios, del autoritarismo, etc. Es decir, la izquierda y el socialismo (realmente existentes) son fórmulas que promueven la desigualdad más atroz (los sueldos y pensiones de los magistrados y congresistas que sólo trabajan por sus negocios personales, los atropellos de las tutelas, los privilegios fabulosos de los funcionarios públicos, ¿o es otra cosa la izquierda en Colombia?), pero cuentan con la percepción de la gente que no piensa, según la cual consisten en el afán de justicia, igualdad, derechos de todos, etc. Cuando usted le reprocha al presidente que no se presente como de derecha está diciendo que debería pedir que se le considere portavoz de los ricos (supongamos que lo es, ¿no sabe que todo el sistema de creencias colombiano hace que todo el mundo piense que lo que tienen los ricos es porque se lo han quitado a los pobres y si sus compañeros de columna tienen cuatro sirvientas uniformadas y disfrutables a voluntad es sólo porque son de estrato 6, no porque tengan nada del otro mundo?). Y lo que el presidente, y quienes lo apoyamos aspiramos a demostrar es que una política más bien neoliberal (si no, no estaría Alberto Carrasquilla de ministro de economía) puede mejorar la suerte de la mayoría de los ciudadanos, sin lo cual se estaría en el bando del hampa (que es en realidad el de Samper, Serpa y su cohorte de demagogos).

En otras palabras, usted contribuye a difundir la misma mentira que denunciaba hace poco en la conducta de los magistrados: que la proclamación de derechos vaya a traducirse en bienes reales para todos, cuando sólo llega a favorecer a los próximos al poder. Usted pretende que la gente dé por sentado lo que la ideología, La "educación" y la propaganda de los medios hábilmente ocultan, que el socialismo y la izquierda son sólo un camino de servidumbre que permite congelar la jerarquía social y asegurar las rentas de los que no producen nada. ¿Cómo es que no sabe que NADIE le reprochó al señor Garzón que dijera que la derecha es preocuparse por uno mismo mientras que la izquierda es preocuparse por los demás? ¿No le parece repugnante aprovecharse de la ignorancia de la gente para hacer oposición?

La irrelevancia entre la izquierda y la derecha viene del hecho de que la racionalidad económica conviene al bien común y ésa (ya sé que usted lo admite) es la propuesta de "derecha", mientras que las rutinas de la clase que domina la "superestructura" en Colombia parten de que todo es decretar la felicidad general. El corazón de la gente humilde, ansioso de prosperidad, de igualdad, de mejora de las oportunidades, estaría con quien permitiera eso, y se consideraría "de izquierda", pero eso no corresponde a los partidos que hay, pues, como ya he explicado, la izquierda es sólo lo que se vio con Samper y lo que se vio con el comunismo y lo que viven los venezolanos, cuyos pobres seguirán igual de pobres o peor cuando pase la orgía del petróleo caro. Como político que aspira al bien común, Uribe aspira a ser considerado de izquierda, por mucho que su apuesta por la represión (¡qué palabra prohibida, usted me comprende, todo el mundo conoce el lenguaje maravillosamente y todos verán lo legítimo de la represión, por ejemplo del atraco y el secuestro!) lo haga ser percibido como de derecha.

Sobre el liderazgo particular: el señor Chirac lleva ahora 10 años como presidente de Francia, y Helmut Kohl estuvo 16 como canciller alemán, ¿tienen por casualidad esos países las mismas amenazas que Colombia? ¿Es de derechas Fidel Castro, cuyo liderazgo lleva 46 años? La derecha no es la tendencia a saltarse las normas, en rigor sería más bien la tendencia a cumplirlas. ¿Le conviene a Colombia un liderazgo caudillista que resuelva el problema guerrillero y el del déficit estatal? ¿No le parece a usted que en la oposición es donde están los aliados de los terroristas y del despilfarro de recursos públicos? Tan falso como dar por sentado que todo el mundo conoce las implicaciones profundas de las propuestas de la izquierda es suponer que Colombia puede elegir entre un liderazgo como el de Uribe o algo mejor que salga del congreso Liberal o de la coalición de Piedad Córdoba y Dussán. Eso es falta de honradez. Como dice un amigo mío, la verdad es que Colombia subsiste de milagro, cualquier vacilación en el difícil equilibrio actual significaría el ascenso de gente que nunca ha ocultado su afinidad con Tirofijo.

Sobre el rechazo a los dictámenes de los intelectuales y expertos, hay que decir que los intelectuales en Colombia son propiamente los jefes del narcoterrorismo. Es decir, el orden esclavista tradicional se expresa hoy en la aspiración a una teocracia llena de vínculos familiares y de ligerezas teóricas y morales que harían sonrojar a cualquier persona de otro país. Respecto a los expertos, por una parte no es cierto que el gobierno no cuente con ellos, porque para el caso usted excluye de esa categoría a los más brillantes economistas, como el difunto Juan Luis Londoño o el ministro Carrasquilla, y por el otro es perfectamente normal que esos expertos lo conviertan todo en habladuría incomprensible con la cual se saquea al Estado. Por si nadie se lo ha dicho, muchas personas extranjeras que conocen a Colombia la llaman "el país de los informes", pues los recursos públicos se han ido tradicionalmente en premiar a indigentes intelectuales con doctorados criollos que aderezan palabras raras con protestas de virtud para terminar halagando al reyezuelo de turno sin mejorar nada. Y si eso fuera poco un gobierno que se presentara como más proclive a la ciencia de los sabios que a las demandas de los humildes sería denunciado por todos los paniaguados de Santodomingo como un súbdito del FMI. También es poco honrado olvidarse de eso. ¿Qué es lo de derechas ahí? Recuerdo a su émulo Gómez Buendía hablar de la tecnocracia como "extrema derecha". Puesto a sopesar el lado en el que está el bien, del que conviene presentarse como partidario y hasta portavoz, cada ciudadano se pregunta si está en la izquierda o en la derecha, como la mayoría tienen poco y son propensos a la envidia, fácilmente identificarán "izquierda" con "bueno", entonces de derecha será todo aquello que no guste: la tecnocracia según usted es menos de derecha que el populismo. Uno se pasa la vida tratando de aprender el sentido de los conceptos hasta que llega a la definición más bizarra e ingeniosa de lo que es la derecha: "... la preeminencia del soberano popular sobre cualquier otra forma de gobierno". ¡Bravo, Fidel Castro y Pol Pot nos apoyan en tal aserto!

Se puede considerar la oposición patrocinada por Santodomingo y los Santos como una orquesta que ejecutara una compleja sinfonía: de vez en cuando los ensordecedores platillos (una que otra masacrita oportuna), un conjunto de violines ejecutando un basso ostinato (el vasto Ministerio de la Verdad en la sombra, defendiendo día tras día las "comunidades de paz", la condición "política" de algunos delitos, los nombres acogedores, como "rebeldes", "insurgentes", "izquierdistas" para los niños-ejecutores o angelitos exterminadores), un verdadero graduado en filosofía llevando la batuta desde sus editoriales, unos vientos que le preparan el terreno a la irrupción de los platillos con ruido de huelgas y protestas callejeras, los severos contrabajos cuidando el ritmo de todo y la precisión formal según la Partitura dictada tras la masacre de los que estorbaban... Ahí hacen falta algunas flautas de pan que aunque no sean plenamente del estilo predominante en la pieza acompañen, de nuevo, oportunamente el crescendo final que se prepara. Es su papel, señor Gaviria, el de una flautita de ésas.
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COMENTARIO DE ALEJANDRO GAVIRIA

Gracias por sus comentarios. Aquí van los míos a los suyos.

1. “Ser "filósofo aficionado" es una acusación que se puede hacer a todo el que abra la boca”. No lo creo así. Desde hace rato no teníamos un Presidente que citara a Hegel. Ni un escribano de Palacio que transcribiera frondosos tomos sobre la semántica de nuestra de realidad.

2. Carrasquilla (y creo que lo conozco mejor que Ud.) nunca ha renegado de sus creencias, ni ha tratado de disfrazarse de populista. Su gran tragedia es trabajar para un Presidente que no lo respeta y que une a su desprecio por la teoría, su desconfianza instintiva hacia quienes lo superan intelectualmente.

3. Creo que debemos hacer una distinción fundamental. En materia económica, y ese no era el tema de mi columna, el presidente no pertenece a la derecha tradicional. Sus ideas son arcaicas, más cercanas a la plutocracia que al neoliberalismo. Pro-empresa, no pro-mercado. Corporativistas si se quiere. Una mezcla de franquismo y keynesianismo infantil.

4. Yo creo en la honestidad intelectual. Y no creo que la política deba basarse en la impostura. Quizás sea ingenuo. Pero considero que señalar las contradicciones ideológicas de los gobernantes sirve algún propósito.

5. Que Garzón diga barrabasadas ni le quita, ni le pone a mis argumentos. Yo he criticado sistemáticamente el infantilismo de la izquierda. Y estoy de acuerdo con Ud. en que la felicidad general no se decreta y que la demagogia es peligrosa. La de Garzón y la de Uribe.

6. Ni Chirac, ni Kohl, ni Blair cambiaron la Constitución para quedarse en el poder. Cuando algunos partidarios de Reagan le propusieron una modificación del amendment 42 de la Constitución gringa para que se postulará para un tercer período, Reagan los sacó de su oficina diciéndoles que él no era un dictador.

Al menos en este sentido, el derechismo de Reagan era más encomiable que el Hobbesianismo hirsuto de Uribe.

7. “Como dice un amigo mío, la verdad es que Colombia subsiste de milagro, cualquier vacilación en el difícil equilibrio actual significaría el ascenso de gente que nunca ha ocultado su afinidad con Tirofijo.” Llevado a un extremo, este argumento (típicamente Hobbesiano) implica la perpetuación del Presidente en el poder, y demuestra un profundo deprecio por la democracia por parte suya(y de su amigo).

8. “La preeminencia del soberano popular sobre cualquier otra forma de gobierno". ¡Bravo, Fidel Castro y Pol Pot nos apoyan en tal aserto!” Lo apoyan Franco, Hitler, los militares argentinos y sus Malvinas…En fin, Ud. sabe muy bien que en el extremo la izquierda y la derecha se interceptan.

9. Por último, prefiero ser un flautista inocuo que un marchante más de aquellos que, como Ud., con la mano en el Corazón y la mirada altiva de quienes se creen moralmente superiores, marchan convencidos hacia el desastre.

Saludos,

Alejandro.