jueves, septiembre 12, 2013

Samper también desaconseja una Constituyente


La última noticia que he conocido sobre las negociaciones de La Habana es que las FARC anuncian que no consideran un "inamovible" la Constituyente. Podrían negociar a ver qué les dan a cambio. Siempre les funciona, la gente se acostumbra a que la sometan y las promesas de alivio se van combinando con nuevas atrocidades, que son imprescindibles para dar miedo. Las exigencias aumentan a medida que se muestra disposición a ceder.

Pero no se debe olvidar que sobre esa propuesta ya les advirtió uno de los principales ideólogos "académicos" de la banda, que casualmente era del panel que comentaba lo de el Gran Colombiano. Para que la chusma siga jurando que esos "bandidos" sólo son "narcotraficantes" y no merecen la dignidad de la política.

Más claramente se lo advirtió su mayor aliado en el campo de la política tradicional. Ernesto Samper. Conviene prestar atención a unas declaraciones recientes suyas, según noticia aparecida en El Colombiano.
FARC serían las más perjudicadas con una constituyente:

El expresidente Ernesto Samper Pizano advirtió que “las más perjudicadas por una constituyente serían las Farc, porque teniendo que esta Asamblea debe ser elegida como lo ordena la Constitución, es decir, por voto popular, es muy difícil pensar que ellas alcancen a lograr una mayoría, con lo cual pudiéramos quedar en el peor de los mundos y es que el mecanismo para la ratificación de los acuerdos que se llegaran a alcanzar en La Habana, sea el que sirva para hundirlos”.
No es tan complicado entender que la negociación de "paz" de La Habana es la abolición de la democracia, pero los colombianos lo mismo lo aprobarán que lo negarán: cada palabra tiene un significado distinto para cada uno en cada momento distinto. La misma persona podría afirmar que se trata de la abolición de la democracia y de la realización de la democracia, según los incentivos o las lealtades del momento. Y eso no tanto por perversidad o codicia cuanto por una condición distinta a la de los seres humanos genuinos: los colombianos no alcanzan el umbral de la razón, siguen las proclamas de los políticos con la misma sensatez con la que discurren los niños afectados por el síndrome de Williams.

Pero el expresidente dice con absoluta claridad que si los ciudadanos votan libremente podrían hundir los acuerdos, cosa a la que se opone y sobre la que aconseja a las FARC no insistir, como ya lo habían hecho Mauricio Vargas y Antonio Navarro Wolff. 
Ampliando sobre las negociaciones entre el Gobierno y las Farc en La Habana, Samper dijo que “soy un optimista irresponsable frente a estos procesos. Si no se les pone energía positiva y fe, no salen. El país tiene que poner fe en que esto va a salir adelante. De lo contrario, lo que sí es claro es que la alternativa que queda, que es la de la guerra, no es la mejor para preservar valores y construir el esquema de convivencia que tanto necesitamos”.
La gastada mentira de que aplicar las leyes es "guerra", tal como quien se resiste a la violación ejerce la violencia, con lo fácil que es decir que es la realización del amor.
Sobre el inmediato futuro político del país, el expresidente Samper sostuvo: “Creo que estamos en el camino de la paz. Cualquier persona nombre o proyecto que incorpore el tema de la paz, va a recibir un tratamiento preferencial y mayoritario en las elecciones de 2014. Espero que esté jugando el nombre del presidente Santos, quien no será elegido simplemente por la figura de la reelección en sí, sino porque su proyecto político a futuro está articulado con la paz”.
¿Se entiende? Si la gente vota libremente hunde los acuerdos, pero con la promesa de la paz gana Santos, según espera Samper. El nombre de eso es atraco, pero no se aporta mucho señalándolo: los colombianos no quieren vivir sin atracadores sino entenderse con ellos y cada uno en la medida de lo posible afiliarse a las bandas. Las FARC tienen mucho futuro como opción popular.
Agregó que “sin duda las opciones electorales que tienen hoy los colombianos son la paz o la guerra. Por eso es una idiotez decir que en las próximas elecciones hay que excluir el tema de la paz. Por el contrario, hay que incluirlo. No hay nada más importante para este país que escoger entre la guerra y la paz. Y en los términos de Tolstoi, yo espero que escojamos la paz”.
Cosa que es cierta porque no existe ninguna oposición. Uribe era un seguidor de Samper en su "Movimiento del Poder Popular" y en casi todas las cuestiones importantes comparte valores e ideas con este genio. No es tan raro que ambos sean protectores de Sigifredo López, a saber qué lealtades secretas tienen mientras mandan a los idiotas a pelearse.

Todos los precandidatos uribistas llaman "paz" a la negociación con las FARC, que es como llamar "amor" a la violación convertida en costumbre.

La mención a Tolstói es otra muestra de que los colombianos no forman parte de la humanidad. ¿Qué relación tiene lo que declara Samper con la novela de Tolstói? ¿Cuáles son los "términos de Tolstói? Es fácil. Ningún colombiano la ha leído, nadie va a escandalizarse por una alusión tan ridícula.
Finalmente, sobre el conversatorio Agua y Paz, que promueve la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal), el expresidente Samper señaló que “tener el agua como punto fundamental en las negociaciones de La Habana es una condición inaplazable para avanzar en la consolidación de buenos índices de desarrollo. Es como una fórmula de agua bendita para el desarrollo”. Por ello, propuso que en el contexto de las negociaciones en torno a un acuerdo de tierras, los pactos finales conduzcan también a una política de agua.
No hay que confundirse: el desarrollo presupone la abolición de la democracia, que es lo que ocurre cuando la política de aguas no la deciden los representantes de los ciudadanos.

Bueno: eso pasa con la Constitución de 1991, cuya asamblea no tuvo votos ni siquiera del 20% del censo electoral y siguió a la traición a la ley que significó el premio al M-19. Una Constituyente podría acabar con todas las atrocidades de ese engendro impuesto a punta de carros bomba, pero no hay demócratas que la quieran convocar sino que todos se sienten aliviados, particularmente los uribistas, con el orden en que los terroristas son dueños del poder judicial.

(Publicado en el blog País Bizarro el 8 de julio de 2013.)