La actuación del expresidente Uribe y quienes lo rodean desde 2010, y aun desde antes, y después del partido Centro Democrático, genera toda clase de dudas sobre su verdadero propósito, y a veces da la impresión de que en última instancia busca impedir que los designios de Juan Manuel Santos y sus socios del narcorrégimen cubano encuentren resistencia. ¿Cuáles son los móviles de esa conducta? Es lo que de algún modo se debería esclarecer.
Misterios y evidencias
La historia no es un complot, aunque está llena de complots y componendas que horrorizarían a quien concibe el mundo con ojos piadosos, de ahí la famosa frase atribuida al canciller del Reich prusiano Otto von Bismarck: "Las leyes son como las salchichas, mejor no saber cómo se hacen" (idea que el patán Juan Manuel Santos intentó alguna vez presentar como "la morcilla nacional", tal como otra vez salió a hablar de "Sangre, sudor y lágrimas"). La historia se va haciendo con elementos muy complejos pero por lo general manifiestos: para evaluar la actuación del uribismo, antes de pensar en los móviles ocultos hay que prestar atención a lo evidente, aquello que incluso el más resuelto "derechista" acoge sin cuestionamientos. Por ejemplo, la Constitución de 1991, surgida de un golpe de Estado, en abierta violación de la ley vigente y elaborada por una asamblea en cuya selección no participó siquiera el veinte por ciento del censo electoral, en medio de carros bomba y asesinatos incesantes.
¿Alguna vez ha habido en el uribismo la menor tentación de sustituirla por una norma liberal que delimite claramente las atribuciones de las cortes y corrija los desmanes totalitarios de esa norma? NUNCA. Lo mismo se podría decir de todo el entramado legal que la acompaña y que no es compatible con ninguna noción de democracia, como el delito político, la "acción de tutela" o la relación entre el PIB y la financiación de la Universidad Nacional: sencillamente se implanta un régimen socialista que congela el orden social de siempre y no surge ninguna oposición porque los paganos no cuentan, y tampoco entienden.
El pasado de Uribe
El descontento de la mayoría de los colombianos con la infamia del Caguán que determinó el fracaso y el desprestigio del gobierno de Andrés Pastrana se encauzó en la figura de Uribe en gran medida gracias a la persecución de los medios, obstinados en asociarlo con el "paramilitarismo" a causa de su apoyo a las Convivir, autorizadas por el gobierno de César Gaviria. De ese descontento surge el triunfo en primera vuelta en 2002, que dio lugar al exitoso gobierno que terminaría en 2006. Se suele decir que el efecto de los atentados del 11-S se tradujo en un apoyo estadounidense más claro que el de la era Clinton, y que los avances en seguridad y el aumento del precio de los hidrocarburos favorecieron el milagro, pero eso forma parte de otra historia.
Lo que me interesa señalar aquí es el hecho de que Uribe no era el adalid de la justicia que vieron millones de colombianos en él. Era uno de los autores de la Constitución del 91 y había hecho carrera al lado de Ernesto Samper. De hecho, su papel promoviendo una ley que reforzaba la impunidad del M-19 forma parte de lo que hacía todo su partido. Antes de ser senador en esos años, durante los ochenta, había dirigido la Aerocivil y había sido alcalde de Medellín. Eran los años en que Pablo Escobar y sus socios se contaban entre los hombres más ricos del mundo y su poder en la región era abrumador. ¿Cuál fue el papel de Uribe en esos años? De eso nadie habla y siempre queda la duda de si por hechos de esa época es rehén del clan oligárquico, que dirige las actuaciones de las cortes. Lo cierto es que su popularidad, relacionada —como la de Fujimori o Chávez— con su continua presencia en la televisión, pasa por alto esa trayectoria como figura destacada del muy corrupto y muy afín al comunismo Partido Liberal. ¿Alguien recuerda cuál fue su papel durante el proceso 8000?
¿Alguna vez ha habido en el uribismo la menor tentación de sustituirla por una norma liberal que delimite claramente las atribuciones de las cortes y corrija los desmanes totalitarios de esa norma? NUNCA. Lo mismo se podría decir de todo el entramado legal que la acompaña y que no es compatible con ninguna noción de democracia, como el delito político, la "acción de tutela" o la relación entre el PIB y la financiación de la Universidad Nacional: sencillamente se implanta un régimen socialista que congela el orden social de siempre y no surge ninguna oposición porque los paganos no cuentan, y tampoco entienden.
El pasado de Uribe
El descontento de la mayoría de los colombianos con la infamia del Caguán que determinó el fracaso y el desprestigio del gobierno de Andrés Pastrana se encauzó en la figura de Uribe en gran medida gracias a la persecución de los medios, obstinados en asociarlo con el "paramilitarismo" a causa de su apoyo a las Convivir, autorizadas por el gobierno de César Gaviria. De ese descontento surge el triunfo en primera vuelta en 2002, que dio lugar al exitoso gobierno que terminaría en 2006. Se suele decir que el efecto de los atentados del 11-S se tradujo en un apoyo estadounidense más claro que el de la era Clinton, y que los avances en seguridad y el aumento del precio de los hidrocarburos favorecieron el milagro, pero eso forma parte de otra historia.
Lo que me interesa señalar aquí es el hecho de que Uribe no era el adalid de la justicia que vieron millones de colombianos en él. Era uno de los autores de la Constitución del 91 y había hecho carrera al lado de Ernesto Samper. De hecho, su papel promoviendo una ley que reforzaba la impunidad del M-19 forma parte de lo que hacía todo su partido. Antes de ser senador en esos años, durante los ochenta, había dirigido la Aerocivil y había sido alcalde de Medellín. Eran los años en que Pablo Escobar y sus socios se contaban entre los hombres más ricos del mundo y su poder en la región era abrumador. ¿Cuál fue el papel de Uribe en esos años? De eso nadie habla y siempre queda la duda de si por hechos de esa época es rehén del clan oligárquico, que dirige las actuaciones de las cortes. Lo cierto es que su popularidad, relacionada —como la de Fujimori o Chávez— con su continua presencia en la televisión, pasa por alto esa trayectoria como figura destacada del muy corrupto y muy afín al comunismo Partido Liberal. ¿Alguien recuerda cuál fue su papel durante el proceso 8000?
Con la venia de sus majestades los Santos
A finales de 2001 ya era evidente que Uribe sería el favorito para ganar las elecciones, pues los conservadores eran extremadamente impopulares por los atropellos que el gobierno había tolerado a las FARC, y Serpa resultaba poco creíble como líder de la restitución de la ley. ¿Qué sentido tenía poner a un personaje como Francisco Santos como candidato a la vicepresidencia? Ese periodista había sido un entusiasta defensor del "despeje" y del proceso que llevaba adelante Pastrana, y ciertamente no tenía ningún liderazgo en ningún sector. Uribe le dio el cargo quizá en aras de alguna benevolencia de los medios que controlaba la familia. De hecho, el propio virrey cubano, el creador del M-19, Enrique Santos Calderón, se proclamaba uribista.
Pero fue el segundo gobierno, en el que perdieron peso personajes como Fernando Londoño en favor de José Obdulio Gaviria, el que dejó claro que Uribe no era ningún reformista sino un jugador más de la vieja partida oligárquica. ¿Realmente corría algún riesgo de perder la reelección por el que tenía que buscar la alianza con Juan Manuel Santos? ¿O sencillamente la reforma que le permitía volverse a presentar fue tolerada por la Corte Constitucional con la condición de que le daría un importante ministerio al tartamudo y haría elegir a sus "fichas" al Congreso?
Es muy probable que la presidencia de Santos a partir de 2010 ya estuviera negociada antes de 2006, no hay que olvidar el apego de Uribe a la palabra empeñada. La actuación del sanedrín de Uribe, con singular protagonismo de José Obdulio Gaviria, cuando empezó la grotesca persecución contra Andrés Felipe Arias es muy llamativa. Bueno, en esos mismos años se produjo el también grotesco encarcelamiento, en medio de la indiferencia del gobierno, de Plazas Vega, otro que podría haber representado a esa mayoría que se manifestó en febrero de 2008 contra los terroristas.
A finales de 2001 ya era evidente que Uribe sería el favorito para ganar las elecciones, pues los conservadores eran extremadamente impopulares por los atropellos que el gobierno había tolerado a las FARC, y Serpa resultaba poco creíble como líder de la restitución de la ley. ¿Qué sentido tenía poner a un personaje como Francisco Santos como candidato a la vicepresidencia? Ese periodista había sido un entusiasta defensor del "despeje" y del proceso que llevaba adelante Pastrana, y ciertamente no tenía ningún liderazgo en ningún sector. Uribe le dio el cargo quizá en aras de alguna benevolencia de los medios que controlaba la familia. De hecho, el propio virrey cubano, el creador del M-19, Enrique Santos Calderón, se proclamaba uribista.
Pero fue el segundo gobierno, en el que perdieron peso personajes como Fernando Londoño en favor de José Obdulio Gaviria, el que dejó claro que Uribe no era ningún reformista sino un jugador más de la vieja partida oligárquica. ¿Realmente corría algún riesgo de perder la reelección por el que tenía que buscar la alianza con Juan Manuel Santos? ¿O sencillamente la reforma que le permitía volverse a presentar fue tolerada por la Corte Constitucional con la condición de que le daría un importante ministerio al tartamudo y haría elegir a sus "fichas" al Congreso?
Es muy probable que la presidencia de Santos a partir de 2010 ya estuviera negociada antes de 2006, no hay que olvidar el apego de Uribe a la palabra empeñada. La actuación del sanedrín de Uribe, con singular protagonismo de José Obdulio Gaviria, cuando empezó la grotesca persecución contra Andrés Felipe Arias es muy llamativa. Bueno, en esos mismos años se produjo el también grotesco encarcelamiento, en medio de la indiferencia del gobierno, de Plazas Vega, otro que podría haber representado a esa mayoría que se manifestó en febrero de 2008 contra los terroristas.
El maoísmo, Firmes y el mundo de Pablo Escobar
En alguna ocasión Gaviria ha dicho que el origen del uribismo era la persistencia en Antioquia del movimiento Firmes, que era la marca electoral del M-19, organizada por el grupo de Alternativa para capitalizar en votos el poder alcanzado por la banda a punta de secuestros y colaboración con el narcotráfico. Pero León Valencia señalaba que en un periodo anterior Gaviria había formado parte del Partido Comunista de Colombia Marxista-Leninista, la organización creada tras la ruptura chino-soviética con el pretexto de la ortodoxia estalinista contra el "revisionismo" que habían emprendido los soviéticos tras el XX Congreso del PCUS en que Jruschov denunció los crímenes de Stalin.
El motivo real era el anhelo chino de tener la bomba atómica y la rivalidad imperial con la URSS. El maoísmo surgió en Colombia en dos versiones, una era ese partido, con su guerrilla llamada igual que el ejército chino "Ejército Popular de Liberación", la otra era el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, promovido por un antiguo político liberal, Francisco Mosquera, y que buscaba ser un frente de masas menos doctrinario y sectario que el PCC-ML. De más está decir que ambos grupos contaban con abundante financiación china: en esos años morían en el Chung-Kuo millones de personas de hambre, pero en todos los colegios en Colombia se veían ejemplares de China Reconstruye, una revista en papel satinado con fotos de los logros de la revolución, así como las Obras escogidas de Mao Tse-Tung y por supuesto el Libro rojo del "Gran Timonel".
El motivo real era el anhelo chino de tener la bomba atómica y la rivalidad imperial con la URSS. El maoísmo surgió en Colombia en dos versiones, una era ese partido, con su guerrilla llamada igual que el ejército chino "Ejército Popular de Liberación", la otra era el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, promovido por un antiguo político liberal, Francisco Mosquera, y que buscaba ser un frente de masas menos doctrinario y sectario que el PCC-ML. De más está decir que ambos grupos contaban con abundante financiación china: en esos años morían en el Chung-Kuo millones de personas de hambre, pero en todos los colegios en Colombia se veían ejemplares de China Reconstruye, una revista en papel satinado con fotos de los logros de la revolución, así como las Obras escogidas de Mao Tse-Tung y por supuesto el Libro rojo del "Gran Timonel".
Es muy llamativo que, tras el ascenso de Santos, la segunda vez que hubo ocasión de hacerle frente electoralmente aparecieran en las listas uribistas personajes ligados a ese mundo criminal, como Everth Bustamante o Rosemberg Pabón, pero pronto también se formó una poderosa camarilla alrededor de Gaviria, formada por "violentólogos" de pasado comunista y por dirigentes del MOIR. ¿Qué falta hacía llevar al Congreso a esa clase de personajes? Propiamente, ¿qué es lo que realmente representa Gaviria? ¿Por qué Uribe no se apoya en personajes más claramente afines a las mayorías que lo eligieron y lo siguen apoyando? La camarilla de antiguos maoístas define las actuaciones del CD, y el hecho de que resulten juntos a pesar de su diverso origen hace pensar que los nexos con el régimen de Pekín de los tiempos del "revisionismo" siguen animando las actuaciones de estos próceres.
Sospechosa "oposición"
Santos llegó a hacer lo contrario de lo que esperaba la gente que lo eligió, pero nunca tuvo oposición de Uribe ni de su combo, por mucho que el ambiente de sus primeros meses de presidencia fue de verdadero terror, con hechos tan desconcertantes como la bomba de Caracol. La popularidad de Uribe seguía siendo altísima y el país vivía unos años de optimismo, pero curiosamente no hubo candidatos significativos o de oposición a Santos en las elecciones locales de 2011. Petro llegó a alcalde porque el dinero público pagó las campañas de Parody, Luna y Galán, que le "pisaban" el terreno a Peñalosa. ¿Hubo alguna denuncia por parte de Uribe y su comparsa? No, no presentaron candidatos, Uribe se sumó a la campaña de Peñalosa, candidato del M-19 o Partido Verde, y cuando fracasó (porque había cuatro candidatos con el mismo perfil ideológico) se dijo que era por culpa de Uribe.
Antes de comenzar el proceso de La Habana era evidente que Santos tomaría ese camino, y ciertamente no hubo la menor oposición. El lloriqueo del uribismo en esos años parecía tener más relación con el anhelo de tomar parte en la negociación. Para las elecciones de 2014 pusieron como candidato a un personaje absolutamente carente de atractivo para el votante, que para colmo de males había estado elogiando al gobierno de Santos. Sencillamente, nunca quisieron hacerle frente a Santos, a quien le habían dado la presidencia. La traición fue aún más grave tras el plebiscito, en el que la camarilla de Gaviria llamaba a abstenerse hasta que la presión de la gente les hizo poco recomendable insistir. Cuando, contra todo pronóstico, resultó vencedor el NO, corrieron a salvar el acuerdo por motivos inexplicables para quien no piense en móviles oscuros. Bueno, Uribe dijo que era por la "palabra empeñada". La voluntad popular cuenta menos que sus compromisos.
Antes de comenzar el proceso de La Habana era evidente que Santos tomaría ese camino, y ciertamente no hubo la menor oposición. El lloriqueo del uribismo en esos años parecía tener más relación con el anhelo de tomar parte en la negociación. Para las elecciones de 2014 pusieron como candidato a un personaje absolutamente carente de atractivo para el votante, que para colmo de males había estado elogiando al gobierno de Santos. Sencillamente, nunca quisieron hacerle frente a Santos, a quien le habían dado la presidencia. La traición fue aún más grave tras el plebiscito, en el que la camarilla de Gaviria llamaba a abstenerse hasta que la presión de la gente les hizo poco recomendable insistir. Cuando, contra todo pronóstico, resultó vencedor el NO, corrieron a salvar el acuerdo por motivos inexplicables para quien no piense en móviles oscuros. Bueno, Uribe dijo que era por la "palabra empeñada". La voluntad popular cuenta menos que sus compromisos.
Más extraña es la carrera de Iván Duque: era un antiguo protegido de Santos que llegó al Senado por inclusión en una lista cerrada. Después fue promovido por Semana y por personajes como León Valencia, Ariel Ávila y Rodrigo Uprimny, hasta que resultó candidato presidencial. Antes de 2014 era un completo desconocido, y de no ser por el fraude que se cometió con las encuestas para que Petro pasara a segunda vuelta, habría perdido en 2018 ante Fajardo. Duque siempre ha sido un subalterno de Santos y su elección tenía por objeto salvar el acuerdo de La Habana de cualquier tentación de echarlo atrás. ¿Por qué era el candidato de Uribe? Porque lo que hace el CD es lo que le conviene a los Santos. Algunos políticos del CD se quejan del acuerdo, pero al final su lloriqueo se queda en nada, salvo por el aplauso de los votantes, entre los que la mayoría son hinchas sin el menor discernimiento, que creen que la política es una cuestión de sentimientos y en veinte años no han visto nada raro en todo lo que ha ocurrido.
Petro presidente
Para mí es evidente la colusión del uribismo con Santos y su refrendo tácito a la infamia de La Habana, pero si alguien tuviera alguna duda bastaría con pensar en la candidatura de María Fernanda Cabal. ¿Por qué el CD no llevó la cuestión a una consulta como las que designaron a Petro y a Gutiérrez como candidatos de su sector? Incluso habrían ganado dinero, pero de lo que se trataba era de impedir que prosperara una candidatura hostil a Santos y su mundo. Nada más, en cuanto pasaron las elecciones legislativas el flamante candidato salido de la extraña encuesta renunció para apoyar al exalcalde santista, que es como él, un seguro perdedor. Puede tener mucho atractivo popular en su región, pero en el resto del país parece más bien un "ñero" de los que acuden a los actos electorales de Petro.
Petro es un personaje cómico que ejerce alguna seducción sobre las víctimas de Fecode y causa mucha risa entre los extranjeros que curiosean acerca de la política colombiana. Toda su vida ha sido un subalterno de los Santos, desde que en la adolescencia se unió a la banda de asesinos del clan. Ellos le consiguieron una beca para estudiar Economía en el Externado y después, como he explicado, le abrieron el camino a la Alcaldía de Bogotá. Ganará las elecciones porque cuenta con el dinero de la cocaína, que controlan sus compañeros de las FARC (la Unión Patriótica es abiertamente una marca política de la banda y forma parte con la Colombia Humana del "Pacto Histórico"), de modo que, si la propaganda y la compra de votos llegaran a ser insuficientes, siempre les quedará el fraude electoral, para lo que cuentan con el registrador. Que eso ocurrirá así es evidente después de que aparecieran un millón de votos que cambiaron drásticamente la composición del Congreso y de que se demostrara que hubo 300.000 votos repetidos.
¿Qué se puede hacer ante ese fraude? NADA, para impedir que alguien haga algo están Uribe y el CD, como parte de la conjura de Santos, están para asegurar el triunfo de Petro. El que lo dude puede preguntarse cómo es que no han sacado a millones de personas a protestar por un fraude tan patente. ¿Cómo es que no le piden cuentas al gobierno? ¿Cómo es que no presentan denuncias penales? Mientras se va implantando la tiranía comunista que domina casi toda Hispanoamérica, con intervención clara de Irán, China, Rusia y Cuba, los supuestos defensores de la democracia siguen con su habitual lloriqueo quejándose del fraude en algún tuit aislado.
¿Qué se puede hacer ante ese fraude? NADA, para impedir que alguien haga algo están Uribe y el CD, como parte de la conjura de Santos, están para asegurar el triunfo de Petro. El que lo dude puede preguntarse cómo es que no han sacado a millones de personas a protestar por un fraude tan patente. ¿Cómo es que no le piden cuentas al gobierno? ¿Cómo es que no presentan denuncias penales? Mientras se va implantando la tiranía comunista que domina casi toda Hispanoamérica, con intervención clara de Irán, China, Rusia y Cuba, los supuestos defensores de la democracia siguen con su habitual lloriqueo quejándose del fraude en algún tuit aislado.
Ojalá el sufrimiento que causará a los colombianos el triunfo del siniestro asno Petro permitiera a algunos despertar del embrujo caudillista y darse cuenta del papel que Uribe y Gaviria han estado desempeñando mientras Santos le abría el camino a esa tiranía. En cierta medida, el agente de esa destrucción es el ciudadano indolente que no ha querido ver tan misteriosas actuaciones de su ídolo y de quienes lo rodean.
(Publicado en el blog País Bizarro el 16 de mayo de 2022.)