sábado, octubre 01, 2005

¿Qué es ser colombiano?

Es lo que le pregunta la muchacha escandinava al profesor de la Universidad de Los Andes en Ulrica, el famoso cuento de Jorge Luis Borges. El que esa frase se haya malinterpretado tantas veces, incluso por escritores famosos, ya es una respuesta.
______Todas las respuestas pasan por ahí, ser colombiano es ser de Colombia, no puede haber rasgos de idiosincracia que no tengan relación con la condición del país.
______Es decir, ser colombiano es ser de un país en el que no hay suficiente disciplina intelectual para entender el contexto en que se hace esa pregunta en ese cuento.

______Vale la pena mirar la cita exacta:
______Y comentarios como el que se permite el inefable Antonio Caballero al respecto:
______Es sólo un ejemplo entre cientos que he leído de personas que se toman la expresión al pie de la letra y, obviamente sin explicar cómo interpretan esa frase, le atribuyen toda clase de poderes definitorios. ¿Qué significará para ellos?

______No importa: una frase sonora que parece crítica y pesimista permite darse importancia y posar de cultos. Es que... son colombianos.
______Esa idea de "un acto de fe" no tiene ninguna relación con Colombia, y el personaje del cuento podría ser perfectamente mexicano o uruguayo. La idea de Borges tiene mucho que ver con la vieja afirmación de Ernest Renan, para quien una nación es un "plebiscito cotidiano". Ése es todo el acto de fe.

______Al respecto, en una de las admirables conferencias recogidas en el libro Siete noches, dedicada al budismo, encontramos esta explicación:
______Pero como este blog tiene de todos modos tan pocos lectores, nadie que lea esto se hallará a salvo de encontrarse de nuevo con el lamento porque ser de aquí es sólo un acto de fe.

______También es reflejo de lo que se atribuye al escritor o al poeta, poderes en realidad mágicos de definir algo sobre lo que extrañamente nunca dice nada más. La mayoría de los colombianos que se presentan como poetas sólo tienen ese tono oracular y examinando con atención lo que dicen sólo son estupideces.

La huella de la historia
Colombia nace a partir de la Conquista española y los rasgos que adquiere la población se forman en esos primeros siglos: tanto la arbitrariedad del poderoso como el respeto fingido a las leyes están ya descritos en el "se obedece pero no se cumple" de Jiménez de Quesada.

______En otra parte expliqué mi visión de lo que ha determinado con el tiempo el predominio de la violencia, de una mentalidad medieval, del continuo fracaso institucional y de la miseria y atraso del país. Tomando un punto intermedio de nuestra historia, podemos encontrar esta descripción del colombiano, debida al barón Gros, un diplomático europeo que conoció nuestro país:

______Nadie debe sorprenderse si eso le resulta extrañamente familiar, si por algún motivo recuerda el dicho de que "no se sabe quién es más pendejo, si el que presta los libros o el que los devuelve".


La marca de la Iglesia
Una cosa que no se ha considerado con suficiente atención es la influencia del catolicismo en nuestra sociedad. No creo que haya fuera de ciertas regiones de Latinoamérica lugares en que el catolicismo haya influido tanto.
______Claro que cuando uno habla de religión siempre parece estar violentando las creencias de la gente: nada más lejos de mi intención. Lo que pasa es que no se puede hablar de la mentalidad de los colombianos sin hacer alusión al papel de la Iglesia.
______El catolicismo que se impuso en Latinoamérica fue el de la Contrarreforma, una época de oscurantismo que siguió al Renacimiento como reacción a la Reforma protestante y que en América Latina encontró a veces resistencias muy débiles. Hay que recordar que casi todas las regiones europeas de tradición católica fueron antes paganas y en las que vieron nacer a nuestros antepasados "españoles" además hubo una larga presencia musulmana. El catolicismo existe allí superpuesto sobre las creencias antiguas, de las que quedan numerosas huellas aun en la iconografía cristiana.
______En Latinoamérica todo ese paganismo está "purificado", y salvo en países donde había grandes culturas precolombinas, como México o Perú, en los demás sitios la fe no encontró ninguna resistencia.
______Bueno: no es posible entender al colombiano sin pensar en la herencia sacerdotal. Junto con el saqueador, el violador y el esclavizador, siempre está el agente de la multinacional sacra que "evangeliza" y de paso toma su parte de las tierras y las riquezas expoliadas.
______Casi todos los colombianos razonan como curas, y eso es tan profundo que se ha convertido en una segunda naturaleza: nadie lo admitirá.

Patentes y descarados
Por ejemplo hay que ver la forma en que reaccionan casi todos los colombianos respecto al TLC y las patentes de la industria farmacéutica. A casi todos les parece que la pretensión de cobrar por el derecho de producir medicamentos por parte de quienes los han inventado es un crimen contra los colombianos.
______No he encontrado al primero que se pregunte por qué no hemos inventado los colombianos ningún medicamento comercial que pudiéramos vender a los demás países. Eso está excluido. Y lo mismo se podría decir de cualquier manufactura o de cualquier invento: somos demasiado pobres para trabajar.
______Es que si los inventores de medicamentos deben hacer una excepción con nosotros, también los panaderos deberían considerar que tenemos hambre, y no habría quien no se sumara a nosotros a reclamar "derechos" de ese tipo.
______En realidad, la supuesta excepción que hay respecto a las patentes de los medicamentos es la que hay tras el narcotráfico: no hay una fuerza legal efectiva que obligue a los piratas farmacéuticos a cumplir la normativa internacional.
______Y tan noble propósito se pone por encima de los mismos intereses del país, de las posibilidades de exportar muchos productos propios, en realidad porque el Estado existe para proteger el feudo de esos piratas y de "empresarios" como ellos.
______Yendo más lejos: todas esas puertas abiertas a la prosperidad implican que van a prosperar OTRAS personas, alguien distinto a los dueños tradicionales del país.

Cada vez hay más injusticia
Con esa misma naturalidad con que se piensa que los demás deben trabajar para nosotros, probablemente a cambio de nuestras lecciones de moral, también se exige del mundo que sea justo y admirable, según lo que nuestros ideales nos permiten vislumbrar.
______Es decir, a lo característico del cura se suma lo del señorito: ¿cómo es que tienen el atrevimiento de no haber mejorado las cosas y siguen presentándonoslas tan feas como siempre?
______El miércoles pasado apareció en El Tiempo un artículo de Daniel Samper Pizano dedicado a hablar del viaje a la luna proyectado por la NASA.
______¡Se van a sorprender! Este archicolombiano, este émulo de Antonio Caballero, lamentaba que se gastaran el dinero en eso en lugar de combatir la miseria y la desigualdad que todavía predominan en el planeta.
______Es que así son casi todos los colombianos. ¿Ha hecho Daniel Samper alguna vez en su vida algo contra la desigualdad? Por el contrario, apoyó al gobierno que más desigualdad generó en Colombia, al que más despilfarró los recursos públicos en rodear de lujos y en pasear por todo el mundo a su clientela, en enriquecer a su protector Julio Mario Santodomingo.
______Pero es que siquiera se han preguntado cuál era la esperanza de vida, el nivel de alfabetización, el acceso a los alimentos, medicinas y demás bienes de esa mayoría de la humanidad hace algunas décadas.
______Es sencillo: quienes impiden que la prosperidad se propague, se quejan de que haya pobreza a quienes la han remediado, al menos para sí mismos y para su población.
______Es casi consustancial al ser colombiano. No conozco a NINGÚN colombiano que no comparta esa sed de justicia, a ninguno que devuelva los libros, a ninguno que haga algo serio por combatir la desigualdad. Todos esperan que los demás inventen medicamentos para remediar nuestros pesares y nos los regalen, que los que trabajan repartan su fruto con los que sólo hablamos mierda.
______Eso es ser colombiano, no creo fácil encontrar mejor ejemplo que ese artículo de Samper, sobre todo porque no creo que haya alguien en Colombia que haya encontrado ninguna objeción a ese escrito.
______Cuando ser colombiano no es ser eso, esa mezcla patética de atracador, cura y señorito, resulta una maldición que implica vivir a todas horas lleno de asco y de rabia.