viernes, junio 23, 2006

¡La paz es la guerra!

Como sabe todo el que no quiera engañarse o no esté tratando de sacar provecho de los asesinatos y demás crímenes, la propaganda pacifista es un arma de guerra de las más efectivas. Tal vez no habría guerra si la gente de bien en Colombia tomara la resolución de desbaratar esas tramas de mentiras, pero tal vez eso conduciría a un cuestionamiento de todo el orden social. Tal vez eso arrojaría responsables más prestigiados que los pobres zarrapastrosos que masacran soldados y siembran minas.
______En El Tiempo de hoy sale un artículo de un miembro de Redepaz que es perfecto ejemplo de esa propaganda. Una muestra del cinismo de los asesinos y de la obvia complicidad de la dirección del periódico. ¿Habrá que repetir que a casi nadie le interesa poner en cuestión esas mentiras? Tranquilamente los otros asesinos de la blogosfera, algunos de ellos a sueldo, no lo olvidemos, estigmatizan este blog porque les parece la sede de la violencia verbal. Es su mundo: la verdad es violencia verbal, la legitimación meliflua del asesinato y el secuestro es pura filantropía. Ya he comentado el caso de uno que nos endulzaba el oído predicando el homicidio altruista. Es que los peones rústicos sólo son otras víctimas, pero el conjunto de las clases instruidas es más bien cómplice.

HACIA OTRO ESCENARIO
POR DIEGO LUIS ARIAS TORRES (Miembro de Redepaz)
¿Nuevas prioridades?
(Junio 22 de 2006)
Todo parece indicar que este puede ser un mandato donde la aspiración no sea ya ganar la guerra, sino ganar la paz.

______Como ya encontrará familiar cualquiera que conozca este blog, la clave de las campañas criminales está en esos juegos con los significados. ¿Qué es ganar la paz? Primero a la orgía de crímenes que ordenan para imponer un régimen como el cubano lo llaman guerra. Después a la propaganda para que las víctimas se rindan la llaman paz. El intento de aplicar las leyes o de defender la democracia es una conducta guerrera, condenable. El deseo de cobrar las masacres por parte de quienes las ordenan se llama paz.

Formas de ordenar las masacres

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Al respecto tengo que volver a aclarar que eso de ordenar las masacres no remite a ninguna conspiración ni a nada que no esté en los actos públicos de aquellos a quienes acuso. Es sencillísimo, la revista Alternativa consideraba legítima la guerrilla y todavía no hemos encontrado en ninguna parte ninguna desautorización por parte de García Márquez a esas bandas. La guerrilla es el único medio por el que la llamada izquierda podría imponer en Colombia un régimen como el cubano y todos los que legitiman esa aspiración legitiman a la guerrilla, salvo que por algún motivo particular hicieran explícito su deseo de que fueran derrotadas.

Arte del paquete chileno

______De modo que la astucia retórica de estos criminales ya ha convertido, como bien sabemos, la defensa de la democracia en guerra y la propaganda de la rendición a una banda de asesinos en paz. «Gane usted la paz, sea nuestro esclavo.» ¿Nunca fueron víctimas mis lectores de un paquete chileno o cualquier timo semejante en que un mediador venía a aconsejar un reparto justo o a acusar de pendenciera a la víctima?

Los demonios son legión

______Creo que es algo que cada lector se debe plantear. Y tristemente el resultado va a ser que la responsabilidad de los crímenes guerrilleros y de los que derivan de la resistencia de las víctimas afecta a cientos de miles de personas, muchas de las cuales estarán en la familia y entre los amigos de mis lectores. Propiamente, va a resultar que esos crímenes expresan rasgos profundos de la sociedad, exactamente igual que el paquete chileno y que tantas formas de opresión características de Colombia. El mero hecho de que nadie le pida a García Márquez una condena de las guerrillas o una exigencia de que negocien su desmovilización es un rasgo de eso. En un país de canallas lo justo parece de locos, lo que tienta a la mayoría es ponerse de lado de los tiranos. En palabras de Francisco de Quevedo, «Donde hay poca justicia es un peligro tener razón».
En la reciente inauguración de la unidad de medicina y rehabilitación para víctimas de minas antipersona, en el Hospital Universitario del Valle, Juanes dijo: «Es la oportunidad para unir mi voz y pedirle al gobierno colombiano y a quien tenga responsabilidad sentarse a negociar y a conciliar la paz». El cantante abogó, además, con urgencia, por el intercambio humanitario.
______Que se sepa, Juanes es declarado uribista. Y, como muchos colombianos, amigos y no amigos del Gobierno, está reclamando una gestión efectiva, pero además pronta, para poner punto final al conflicto armado interno. Se trata, según todas las encuestas, de algo más de un 65 por ciento de la opinión pública, que cree que la confrontación armada con la guerrilla se resuelve por la vía del diálogo y no por la de la victoria militar.
______Claro, otras veces el cantante no merece atención como analista político, pero como se manifestó a favor de la paz, habrá que admitir que es buena persona, no como los demás uribistas, partidarios de la guerra y obviamente enemigos de la paz y del humanitarismo. ¿Cómo iba a ser de otra manera? Para mí no hace falta ninguna explicación adicional del narcoterrorismo. Los colombianos instruidos se permiten aceptar esas bellezas.

¿Quieres la victoria militar o la paz negociada?

______La cantidad de colombianos que creen que la confrontación armada se resuelve por la vía del diálogo también sería interesante evaluarla. ¿Alguien ha contestado alguna vez una encuesta de ésas? Lo corriente es que la pregunta esté redactada de tal modo que el entrevistado tenga que pensar «Sí, quiero que vayan los soldados a jugarse la vida y maten hasta el último guerrillero». No, señor Arias, yo también quiero que los guerrilleros se sienten a negociar y hasta que queden impunes y ricos. Lo malo es que en la negociación pacífica que a mí me gustaría, y seguro que a mucho más del 65 por ciento de los colombianos, su embajadita resultaría embolatada. Es lo malo, hay que seguir confundiendo a la gente.

______Esto sucede a pesar, o simultáneamente, de una alta aprobación, de esa misma opinión pública, a la política de seguridad democrática impulsada por el Gobierno. ¿Cómo entender esta aparente paradoja?
______La respuesta es clara: la opinión acepta el uso de la fuerza, pero no de manera excluyente, sino como parte de una ecuación para ganar la paz. El otro elemento es el diálogo y la negociación. El Gobierno ha tenido, sin embargo y al menos en su primer mandato, un decidido énfasis en la búsqueda de resultados militares. Todo parece indicar, no obstante, que este puede ser un mandato donde la aspiración no sea ya ganar la guerra sino ganar la paz.

______Mi lector o lectora se dirige a su casa un poco tarde y se encuentra con un asaltante. Por algún motivo llega a plantearse que o sigue en paz gracias a que el asaltante desiste, o le hace frente, debido a que no desiste. ¿Qué papel tendría quien le planteara la disyuntiva de si quiere irse en paz o pelear con alguien por la calle? La gente quiere que no haya guerrilla, obviamente prefiere que no haya muertos ni violencia. ¿Cuál es la paradoja? Sencillísimo: el asaltante no se va por las buenas, pero como es un asalto a gran escala de los dueños de los esclavos contra todos los esclavos, las palabras tienen un papel decisivo: la principal tarea del asaltante es convencer a la víctima de que pague el precio.

Misión de los justos

______¿Cómo se ha de entender lo de «ganar la paz» en ese contexto? Lo mismo, someterse al asaltante para poder volver a casa sin percances. ¿Cuándo entenderemos que esos «argumentos» son parte del atraco. Pamplinas, todos lo entendemos, es que muchos están esperanzados con prosperar gracias al premio de las masacres.
______Muchos aún creen en la victoria militar sobre la guerrilla. Mas allá de su discurso, no parece creíble ni sensato que el Gobierno tenga tal apuesta, o la haya tenido, incluso, alguna vez. Es claro que la correlación militar estratégica pasó, tal vez irreversiblemente, de la guerrilla a favor del Estado, pero la confrontación está allí, con todo su poder de destrucción, muerte, degradación y barbarie, recordándonos que, mientras ella persista, en esta guerra perdemos todos.
______Ni creíble ni sensato: «Usted no va a cometer esa locura, ¿verdad?». El cine de la serie negra fabricó el retrato de la izquierda colombiana décadas antes de que las masacres dieran a sus miembros columnas de prensa y rectorías universitarias, por no hablar de los puestos en la Corte Constitucional. Y el resultado es obvio: la destrucción y la barbarie, naturalmente, proceden de que se intente contener la destrucción y la barbarie. ¿Cómo no van a cesar las guerrillas de destruir pueblos si ya no tienen soldados por ahí molestando? Y si van a secuestrar a su hijo, ¿cómo va a tolerarse que haya policías impidiéndolo? No, señores, no más destrucción ni muerte ni degradación ni barbarie.

Degradación

______Esta palabra resume la vida colombiana en lo que a sus clases altas se refiere: de cabalgar indios se ha pasado al poco honroso papel de cobrar masacres. Y de divulgar mentiras obscenas como la del último párrafo citado. ¿Cómo-hay-que-explicar-que-precisamente-por-hacer-el-esfuerzo-de-tratar-de-capturar-a-los-asesinos-y-secuestradores-se-consiguió-durante-el-primer-gobierno-de-Uribe-reducir-drásticamente-la-incidencia-de-esos-crímenes? ¿Y lo que ocurrió en el Caguán? Es fácil, cuando usted es víctima de un atraco el llegar a casa en calzoncillos es una maravilla en comparación con el susto que pasó. La misión de este malhechor es amenazar para que vuelva el tiempo del Caguán y sea posible aplicar la ley 002.
______Es razonable pensar que se está configurando un escenario para la paz. Nada ni nadie puede asegurar que finalmente se dé, pues depende de muchos factores, esa «masa crítica» de la que alguna vez habló Jesús Antonio Bejarano.
______El Gobierno está gestando una propuesta, en concreto para las Farc, que deberá tener algún punto de convergencia con el proceso del Eln. Ha dicho, aunque casi en voz baja, que está dispuesto a llevar los acuerdos (¿no sería mejor también la discusión?) a una asamblea constituyente y ha dicho que se requiere un nuevo marco jurídico para la paz, distinto al que hizo posible el proceso con las Auc.
______Para el gobierno es extremadamente fácil: mostrarse a favor de la negociación sólo desautoriza la propaganda de los terroristas, y en gran medida este artículo de Redepaz es una respuesta. ¿Qué puede perder Uribe por desear la negociación? Para las FARC negociar sin despeje de territorio y reconocimiento de una legitimidad comparable a la del Estado es aceptar su derrota, y por eso su única baza es la relativa seguridad de la selva y el apoyo del dueño de El Tiempo y de la izquierda de los Saramago y los Ramonet, por no hablar del frente bolivariano. Decía que ese artículo es una respuesta porque es la única jugada que les queda, tratar de conseguir que la sociedad baje la guardia, de modo que la próxima serie de masacres dé grandes resultados, por ejemplo para las elecciones departamentales y municipales de 2007.

Hacia una Constituyente

______Del mismo tipo es la esperanza de que la negociación termine en una Constituyente pactada es aún más vana: ni siquiera Pastrana en un momento de desmoralización del ejército y fortaleza de la guerrilla y sobre todo de sus socios políticos se atrevió a tanto. Una Constituyente no pactada y posterior a la desmovilización de las FARC conduciría a una constitución mucho más desagradable para los asesinos orwellianos de Redepaz que la de 1991.

Faltan más masacres

______Sólo es una forma de aprovechar una propuesta retórica del gobierno para infundir un poco de moral en la tropa y alentar unas cuantas masacres más. Pues sólo hay algo que tiene sentido y es sentarse a negociar una salida para los guerrilleros muy parecida a la Ley de Justicia y Paz que ha permitido desactivar la amenaza de las AUC.

______Lo anterior no es nada despreciable. Falta aceptar –sin ironías– que este sí es un conflicto armado con históricos y profundos contenidos sociales; que sus interlocutores, a pesar de la violencia que ejercen y la maldición del narcotráfico, tienen una agenda política, y que una paz sin transformaciones profundas pero democráticas es inviable.
______Claro está, las Farc también tienen la palabra Y, si como dice el Informe de Desarrollo Humano 2003 El conflicto: callejón con salida, todo ello ocurre cuanto antes, ¡pues mucho mejor!

______No faltaba más: los interlocutores tienen una agenda política: convertir a Colombia en otra Cuba, lógicamente la misma agenda política de García Márquez y de Enrique Santos Calderón y Roberto Pombo, ¿cómo no se va a sentar el gobierno a negociar con personas que tienen una agenda política? ¿Cómo se atreve a negar transformaciones profundas, pero democráticas, claro? ¡Y las FARC también tienen la palabra! Es genial el adverbio, ¿cuántas veces hay que decir que el gobierno siempre se ha mostrado dispuesto a negociar y a dejar impunes a esos asesinos? Llegará el día en que no haya más salida, como ocurrió en España con Batasuna, que ilegalizar al brazo político.

Lo democrático

______Es que yo no estoy cuerdo porque no encuentro nada democrático en premiar a los asesinos y en someterse a ellos. Es que se trata de lo mismo, el partido que promueve esos asesinatos se llama «Polo Democrático». Redepaz es parte de ese partido, por eso la amenaza clara de que una paz sin transformaciones impuestas a punta de masacres es inviable. Por eso las continuas amenazas a este blog y los intentos de censura.

La blogosfera

______La legitimación de las guerrillas y de sus actos en este artículo es manifiesta y clara («históricos y profundos contenidos sociales»). El hecho de que la mayoría de los estudiantes y profesores universitarios que llevan blogs no lo quieran entender no sólo es síntoma del pobre nivel de la educación «superior» en Colombia, sino de la resuelta y consciente complicidad con las masacres. Lo mismo ocurre con la exigencia de pasar por encima de las urnas para alcanzar la paz (por parte de los mismos que pretenden convertir al gobierno legítimo en agresor). Bueno, todo es el contexto moral que define a Colombia. ¿Qué pensará alguien de un país civilizado cuando entienda que tampoco los que se pretenden críticos son capaces de detectar esa relación?

(Aclaración: la frase que sirve de título a este post forma parte de la retórica de la tiranía de que trata la novela 1984, de George Orwell.)

1 comentario:

  1. Anónimo12:11 a.m.

    El Cinismo es un ejercicio cotidiano, tanto para el que escribe como para el que critica.

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