Mientras no haya una actitud resuelta de la sociedad para condenar los crímenes de la izquierda (democrática, claro), éstos seguirán y cualquier sacrificio de los militares o policías viene a ser inútil. Por ejemplo, la campaña de los medios para presionar al gobierno a fin de que se preste a la farsa del intercambio humanitario (a favor de la izquierda democrática, claro, en el mundo al revés todo es así) es deliberadamente un intento de legitimar a las FARC, pues cada vez que el gobierno da muestras de querer ceder, las exigencias de la guerrilla suben, así como sus demostraciones de fuerza: ¿cómo es que no envían un e-mail al gobierno planteando las condiciones en que soltarían a los rehenes? Porque los rehenes son sólo el pretexto para conseguir un territorio autónomo desde el cual reforzar el poder de matar e intimidar: puede que suelten un día a los rehenes, cuando sea completamente seguro para ellos el triunfo sobre la sociedad colombiana. Eso lo saben muy bien los dueños de los grandes medios (El Tiempo, Cambio, Semana, El Espectador, Cromos), que a fin de cuentas son los mismos accionistas de la guerrilla, por eso hacen esas campañas.
Rehenes muy rentables
______Ya he explicado muchas veces que en cierto modo esas cosas les pasan a los colombianos como a quien arroja a un bebé hacia lo alto y después protesta porque caiga, pues esperaba que se quedara en el aire: vencer la fuerza de gravedad requiere algo más que desearlo. Muchos colombianos se ponen a juzgar un hecho como el del nudo de Paramillo esta semana y se sienten más bien a favor de los triunfadores. Otros condenan esos hechos y creen que otros deberían remediarlos. ¿Cómo es que las FARC obtuvieron 2,7 millones de votos en las elecciones de mayo? ¿O que en los medios se alienta abiertamente el asesinato en masa que cometen esos muchachitos? ¿Alguien ha visto una manifestación contra el secuestro? Claro: muchas, todas le piden al gobierno que premie a los secuestradores. ¿Alguien se figura que las FARC tienen a decenas de miles de personas en las ciudades trabajando para sus intereses? ¿A quién se le va a ocurrir? Eso sí es estar muy loco. ¡Cayeron de la luna por puro castigo bíblico!
Un censo de columnistas
______¡Qué injusticia, condenar así a la mayoría de los colombianos! Si bien es cierto que casi todos los columnistas hacen propaganda de las FARC, también hay que acordarse de que no los lee ni uno de cada cien colombianos. Y que tampoco es muy claro que quienes los leen los entienden. Pero si los entienden casi con seguridad estarán de acuerdo, porque es una forma de sentirse parte de la gente culta y elegante del país. Todo esto que digo puede escandalizar a mucha gente, pero no a alguien que crea que unos asesinos no pueden imponer leyes y al mismo tiempo lea la prensa colombiana. Al menos en Colombia quienes cumplen estas dos condiciones son poquísimos, por eso el asesinato de 20 personas no motiva prácticamente ninguna columna, ningún post en blogs, mientras que un artículo que discrepaba de un editorial de El Tiempo ya ha merecido varias decenas de diatribas amenazantes. Es un tema que da aliento a la tropa de comentaristas, como los falsos positivos o las torturas a los soldados, etc.
Dichos y hechos
______Esas cosas ocurren porque alguien se propone hacerlas antes, y para eso las
dice. La persona que no lee ve los cuerpos despedazados y se aterra, pero el que está acostumbrado a leer ya los había visto, pues siempre los anuncian los columnistas y blogueros, así como los políticos de la izquierda democrática. Y el hecho de que nadie quiera prestar atención a esas evidencias es casi la única causa de que sigan ocurriendo, y de que al cabo de varias generaciones no haya cambiado nada: el asesinato es rentable, luego los colombianos quieren estar en el lado de los asesinos. Su particular sentido moral les dice que no conviene estar en el lado de los asesinados. Dentro de medio siglo seguirá fatalmente lo mismo, pues el crimen es cada vez más rentable y honroso.
Escándalo
______Ya sé que casi todos los lectores encontrarán excesivo todo lo que he escrito hasta ahora. Bueno: yo les voy a demostrar con un ejemplo hasta qué punto la tarea de los medios en Colombia es promover a las FARC y cobrar sus desmanes. Como hay tantos que tienen argumentos muy serios y juiciosos para demostrar que yo digo alguna inexactitud, los lectores podrán encontrarlos en las respuestas, siempre y cuando hablen del post y no de cómo pueden intimidarme, calumniarme o insultarme. Eso es ridículo, ciertamente. Los amigos de las FARC no
pueden hacer otra cosa. Bueno, el que quiera puede leer este
artículo de uno de los más señalados herederos de las FARC, podrá darse cuenta de que el dueño de
El Espectador tiene un claro interés en promover a esa organización, por eso publica a tantos de sus ideólogos. Voy a comentar las muchas lindezas del mencionado escrito.
MUCHO PODRÍA DECIRSE SOBRE la decisión presidencial de cerrar los caminos hacia un acuerdo humanitario, los hechos que se afirma la motivaron y el anuncio de intentar rescates a sangre y fuego.
______Mucho, mucho, de momento se dice la mentira que interesa divulgar, la de que 1. Podría haber ¡acuerdo humanitario! (cosa completamente falsa, como he explicado antes, las FARC sólo buscan terreno despejado para transportar armas, drogas y secuestrados, sólo canallas desvergonzados como este asesino pretenden que por ese medio iban a quedar libres los rehenes), 2. Es culpa del gobierno la interrupción de los posibles contactos, como si no hacer nada tras la bomba de la Universidad Nueva Granada no hubiera sido precisamente el gran triunfo de las FARC, la demostración de que el gobierno estaba rendido y seguiría solícito entregando el país a los terroristas para que sus jefes viajeros no dijeran que pasaba por encima de la situación de los secuestrados; y 3., que se han cerrado caminos: ¿cómo es que las FARC no le escriben a él con una propuesta sobre intercambio que no sea la entrega como rehenes de cuarenta millones de colombianos? Mientras no se vea que toda esa campaña es ya la explotación más inmisericorde de los secuestrados para los fines de las FARC, sólo se estará retrocediendo al Caguán, y no precisamente por culpa del gobierno.
______No obstante, prefiero hoy ceder la palabra a Marleny Orjuela, la líder de Asfamipaz, quien aceptó mi invitación para escribir aquí esta semana:sábado, 28 de octubre de 2006.
______¡Era tanto lo que podría decir que su generosa disposición prefirió sacrificarlo para dar la palabra a alguien más elocuente que él! Ojalá los lectores fueran capaces de ponerse en la piel de esa señora e imaginarse las condiciones en que se dispone a buscar el apoyo de este columnista solidario, una víctima como ella del conflicto y de la violencia política que asola al país. ¿Saben qué elementos de persuasión usan para que ella se preste a eso? Por ejemplo, la promesa de no mezclar excrementos con la comida de su esposo, o de no someterlo a tratos infames, como dormir a la intemperie, en el suelo, etc., o no darle algún medicamento que precisa. Es muy fácil imaginarse todo eso. El que conozca un poco la historia del comunismo (en todas partes donde ha tenido poder) sabrá que esas cosas son rigurosamente ciertas, igual que la relación que hay entre las advertencias y la amistad con el columnista. Pero no me molesten a Marx, Santodomingo, Santos Calderón, López Caballero y demás joyitas no existen por culpa de ese barbudo sino de la indolencia de los demás colombianos.
La voz de las víctimas
______Pobres lectores, ir leyendo tantas cosas que los escandalizan. Yo les voy a demostrar que todo lo que dice esa señora es dictado para favorecer la propaganda de las FARC. Es comprensible que una persona que se encuentra con la insolidaridad de una sociedad degenerada defienda sólo su interés particular, pero de ahí a que saque las conclusiones del Secretariado (o de Cepeda II, que son obviamente las mismas) media un trecho:
______»El infierno que vive alguien cuando tiene a un ser amado privado de su libertad, es indescriptible. No puedo ocultar que ese dolor de los familiares de los policías, soldados, políticos y civiles secuestrados, cada día se pega más y más a mi ser. Tampoco podré olvidar aquello que viví cuando convencí a los comandantes de la guerrilla para que nos permitieran visitar a nuestros seres queridos y saber el estado de salud en que se encontraban.
______Naturalmente, a los captores de su esposo les tiene un gran respeto y se jacta de haberlos convencido de que le permitieran ver a su esposo. Si alguien cree que no fue su poder de persuasión sino el interés de los amigos de Cepeda II, de los que dictaron y corrigieron el escrito, empieza a ser desconsiderado con una víctima. ¡Los comandantes de la guerrilla también tienen su corazoncito y se dejan convencer de las víctimas para dejarlas ver a sus seres queridos!
______»Cada día que avanzábamos en la selva, aumentaban las fuerzas para llegar a abrazarlos. Quedaron atónitos cuando nos vieron allí. Nos miramos todos en silencio, pero por los rostros de ellos y de nosotras corrían lágrimas. Qué difícil momento. Lo que más nos impactó a primera vista fue el color de su piel, pero poco a poco entendimos que eso se debía al poco sol que entra en esos lugares. Hice mítines con ellos dentro de esas cárceles, pidiendo libertad. Nada más difícil que tener que dar la espalda abrazando tan solo un paquete de cartas, fotos y videos que ellos enviaban a sus familias. Sólo eso traíamos de las profundidades de las selvas.
______Valiente mujer, haciendo mítines sin público en lugares remotos de la selva a donde la condujeron para que el combo de Cepeda II la pudiera utilizar en su campaña de propaganda. Aquí los elementos patéticos sirven para despertar la compasión y al mismo tiempo la gratitud hacia los comandantes de la guerrilla que permiten ese emotivo encuentro. Ya se verá cómo todo es por culpa de la guerra y de quienes la quieren (qué cosas escribo, la queremos) continuar.
______»Hemos venido cumpliendo la tarea, caminando senderos arduos que parecen no tener fin. A todas las familias las animo día a día y las invito a no desfallecer, a seguir luchando contra toda desesperanza porque nuestra causa libertaria no será estéril. Muchos colombianos creen que para que dos enemigos se encuentren tienen que pensar igual, sabiendo que es precisamente la diferencia la que invita a dialogar. Cuando escucho canciones a la guerra y aplausos a las balas, me pregunto qué tendrán por dentro los compatriotas que siguen creyendo que la guerra es la solución.
______Es una perspectiva muy justa y razonable, ¿cómo va a ser la guerra la solución?
¡Hagamos la paz!
______Siempre se encuentra uno con esa cuestión de perspectiva: ¿quién cree que la guerra es la solución? No, señores. La solución es la paz, que nadie salga a matar gente, que se respeten los derechos de todos, que cada cual tenga oportunidades. ¿Es que acaso alguien se opone a eso aparte de las FARC? Bueno, yo digo las FARC. La izquierda democrática, es el nombre apropiado. ¿Conoce mi lector a algún demente que quiera la guerra y que no quiere que se respeten los derechos de todos? Por Dios, ¿cómo va a ser la guerra la solución?
Guerra a la guerra
______El gran pensador Ralph Waldo Emerson decía que los argumentos no convencen a nadie, y es que si hay quien haya leído hasta aquí lo que dice la señora y todavía dude de que se trata de algo que le dictan y que ella reproduce para librar de torturas a su marido, nada lo va a convencer. Mejor dicho, lo sabía antes. Todo el mundo sabe eso antes, es casi ocioso insistir en explicarlo, pero al menos como testimonio hay que escribirlo. ¿Dónde están los colombianos que quieren la guerra? ¿Es que el gobierno no está dispuesto a negociar con la guerrilla? Bah: lo que para la izquierda democrática es la guerra es cualquier resistencia a convertir en gobernantes a los que empalidecen a los rehenes. ¡Maldita guerra! ¿Cómo puede haber alguien tan duro de corazón?
______»Llevamos más de cuarenta años de conflicto armado en Colombia y lo que encuentra cada generación es lo mismo: miseria, desolación, desplazamiento, desaparición, muerte y secuestro. Por eso nuestras voces y nuestros aplausos se los damos al acuerdo humanitario y a la Paz.
______¿Qué es la paz? El redactor de la carta combina la amenaza con un argumento cierto: la señora Orjuela desea el acuerdo humanitario. Pero ¿qué es acuerdo humanitario? ¿Puede haber algo más humanitario que soltar a todos los rehenes y aprovechar para que los guerrilleros presos se vayan a otro país? ¿O para qué quieren que sigan en la guerrilla si no es para matar gente, tal vez por humanitarismo? El acuerdo humanitario es el nombre de la guerra y el asesinato y el secuestro que esperan hacer recuperando a sus asesinos y secuestradores presos, ¿dónde está lo humanitario? ¿Quién hace la guerra? ¿Quién busca la guerra? ¿Quién llega a creer que cediendo a las pretensiones de las FARC se avanza hacia la paz? Pero ¿entonces por qué las campañas para que el gobierno ceda al intercambio? No se puede decir que el PDA sea lo mismo que las FARC, es un honor que esos canallas perfumados no se merecen.
______»El secuestro no debe seguir siendo una bandera de la revolución y tampoco la guerra debe seguir siendo un proyecto de Estado, porque ni el secuestro ni la guerra nos permitirán encontrarnos nunca para vivir en hermandad. La guerra termina pisoteando la dignidad humana y la soberanía nacional, y nos aleja de todo heroísmo político, social y crítico. En la guerra de nuestro país no ha habido ni habrá ganadores, porque los únicos que se benefician con ella son los grandes fabricantes de armas en el mundo, que disfrutan las ganancias de sus ventas sobre la sepultura de los miles de muertos. A ellos les corresponden las ganancias, y a nuestras familias, el sufrimiento.
______¿Desde cuándo la guerra es un proyecto de Estado? ¿Acaso no se muestra el gobierno dispuesto a dejar impunes a todos los asesinos de la guerrilla y a permitirles disfrutar de lo que han obtenido secuestrando y extorsionando colombianos y explotando a los peones de la gran hacienda cocalera? ¿Cómo que la guerra es un proyecto de Estado? Todo lo que dice la carta después sobre la guerra es cierto, aunque el «heroísmo crítico» requiere un mamerto muy envilecido para proclamarlo. Lo que pasa es que la guerra no es un proyecto del Estado, y sobre todo que cualquier debilidad del Estado abriría el paso a una verdadera guerra civil. ¿Quién ignora eso? A mí siempre me reprochan que sea más crítico con los colombianos corrientes que con la misma guerrilla, pero ¿cómo es que no han salido a manifestarse por semejante infamia?
El espíritu nacional
______Ojalá los lectores intentaran figurarse la situación en que esa señora firma eso presionada por las advertencias sobre el trato que obtendría su pariente caso de resistirse, o aun ilusionada con la promesa de que le llegaría alguna carta o algún regalo que ella le envió: ¿qué clase de persona puede llegar a hacer lo que hacen los intimidadores que escriben eso? ¿Qué clase de monstruo es este heredero de las FARC que pone la cara para publicar semejante crimen? Cada colombiano tiene que ir corriendo al espejo y ver al culpable, pues él o ella lo ha permitido. Estoy seguro de que si mañana yo presenciara el encuentro de Cepeda II con algunos colombianos que no conociera, todos tendrían ante él una actitud solícita. Más urgente que acusar a los criminales es llamar la atención de la sociedad que los tolera y hasta los alienta.
Los únicos que se benefician
______Entre las mentiras más repulsivas que ponen a firmar a esa señora está el cuento de que los únicos que se benefician de la guerra son los fabricantes de armas. ¿Y los cientos de millonarios que viven en Europa como embajadores de la izquierda democrática rodeados de lujos y de harenes? ¿Ésos no se benefician? ¡Ésos quieren la paz que consista en su transformación en gobernantes gracias a las masacres que han ordenado y se quejan del guerrerismo que no acepta que, como decía Adolf Hitler, es mejor un final con horror que un horror sin final! No, no vengan a escandalizarse porque esos malos de la película son muy representativos del país, y los demás colombianos tal vez no los aborrecen tanto como a los corruptos porque pasan varias horas al día leyendo y hasta han estudiado idiomas extranjeros (y en ese sentido despiertan menos envidia, con la pereza que da hacer todo eso).
El dolor de las madres
______La retórica del escrito casi describe el pensamiento universitario colombiano, de los adefesios increíbles como el heroísmo crítico se pasa a las asociaciones delirantes, como lo del secuestro como bandera de la revolución: pero lo verdaderamente eficaz es el efecto melodramático. ¡El dolor de las madres!
______»Señores del Gobierno, entiendan y compartan el dolor de las madres, los padres y familias que desde hace casi nueve años vienen padeciendo la separación forzada de sus hijos. No permitan que más madres mueran en la espera del regreso de sus hijos. No permitan que los hijos de los secuestrados sigan creciendo sin conocer a sus padres o a sus madres. No intenten rescates a sangre y fuego. Señores del Gobierno y la guerrilla, demuestren su voluntad política en hechos reales, no virtuales. Denle un respiro a la vida, firmen el acuerdo humanitario, y permítannos volver a abrazar a nuestros familiares vivos y libres. A la vida todo, a la guerra ni un peso ni más vidas. Marleny Orjuela.»
______Para no permitir que las madres mueran esperando que sus hijos vuelvan, el gobierno debe facilitar la comisión de secuestros, así las madres pierden toda esperanza desde el principio. Esta señora, ya vencida por la desesperación y por el miedo está proponiendo que se mate a los hijos de los secuestrados, dice que no los dejen crecer y al mismo tiempo que se faciliten más secuestros. ¿O no dice que se faciliten más secuestros? ¿O es que el gobierno se niega a canjear los rehenes por los presos con tal de impedir que vuelvan a delinquir? Pero no, ella sólo firma lo que redactan en Escandinavia los jefes de la guerrilla, que por medio de la voz dolorida esperan encontrar entre sus partidarios los que vayan a decir en sus blogs o en sus comentarios en la prensa que basta con devolver los secuestradores a su labor para que no haya más secuestros.
______Bah, yo no me quejo si el agua de la lluvia no se detiene un metro por encima de mí, me quejaría del que podría presarme un paraguas y no lo hace. Esa mayoría de colombianos indolentes, subhumanos, cobardes terminarán cayendo, o lo harán sus hijos, cuando los dueños de los medios y las mafias de herederos de la izquierda consigan reforzar su tropa y sacar adelante su guerra civil. ¿No será un favor que se hace al mundo que un tipo humano tan despreciable se reduzca?
Aclaración: noviembre 4. Por un error de comprensión del texto, sin duda agravado por los tonos patéticos con que la señora Orjuela describe su encuentro con su pariente, entendí que éste permanecía aún en manos de las FARC, lo cual no corresponde a la verdad. Ese dato, no obstante, no cambia en nada el hecho de que el escrito de la señora sea hasta en la última coma la propaganda de las FARC. Más bien queda la duda de su papel después de la liberación de su esposo. Lo que cuenta es que se vea que los rehenes son muy necesarios para las FARC para divulgar su propaganda, y por eso no habrá ningún canje.