sábado, noviembre 09, 2013

Cuarenta años sin el precursor de Chávez

El señor Allende figura en la propaganda hegemónica de los medios en todo Occidente como un demócrata gracias a que llegó al poder por elecciones. ¿Por qué no se dice lo mismo del señor Hitler? Una buena razón es que Allende fracasó; la otra, que servía a intereses que siguen predominando mientras que el nazismo desapareció.

Es muy rara la persona que no cree que el golpe de Pinochet, que tuvo lugar hoy hace cuarenta años, fue un atropello contra un gobierno democrático incuestionable. La mayoría crédula también supone lo mismo de Franco porque en general en Sudamérica hay muy poca curiosidad por conocer la historia y muchas ganas de disfrutar de la buena conciencia de encontrarse entre los buenos.

Pero ni el gobierno del Frente Popular en la España de 1936 ni el de la Unidad Popular en el Chile de 1973 eran demócratas, y la deriva que siguieron era bastante parecida a la de Hitler, pero es algo que no pueden admitir los adoctrinados porque todos los atentados contra la democracia de esos regímenes les parecen legítimos y dignos de aplauso.

Hace una década o más descubrí que cuando los colombianos criticaban el régimen del país por no ser democrático no querían decir que no era como Canadá sino que no era como Cuba. El nivel de relación con el lenguaje de los colombianos es ése. Unos años después Evo Morales se lo dijo a un periodista: Cuba es una democracia.

Pero comparar a Evo Morales con los comentaristas colombianos habituales es un ultraje inmerecido para ese líder cocalero. Era sólo para poner un ejemplo de lo que los colombianos consideran democracia. El señor Allende ni siquiera obtuvo el voto de la mitad de los que acudieron a las elecciones de 1970. Sólo del 36,3%. Si hubiera habido segunda vuelta no habría habido gobierno de la UP. Así de simple. Es una diferencia importante con Hitler.

No obstante, el señor Allende se dedicó a cambiar la naturaleza de la sociedad chilena y a imponer un régimen comunista, para lo que contó con el apoyo cubano, como no podía ser menos. Fue lo mismo que pasó en España, donde los socialistas y comunistas crearon un régimen de terror antes del levantamiento de Franco, emprendieron insurrecciones unos años antes y hasta asesinaron al principal líder de la oposición, Joaquín Calvo Sotelo.

El gobierno de Allende fue casi idéntico al de Chávez, pero no contó con los mismos recursos, mientras que al tratarse de la época de la Guerra Fría, el gobierno de Estados Unidos se interesó por la situación y apoyó el rechazo a la imposición de un régimen castrista, rechazo que condujo al golpe de Pinochet.

El que tenga alguna duda sobre la verdadera naturaleza de la Unidad Popular debería prestar atención a esto que nos cuenta el filósofo Víctor Farías
Luego de ser elegido por una mayoría muy estrecha para asumir el gobierno, Salvador Allende fue entrevistado por periodistas de todo el mundo que querían informar sobre “el experimento chileno” de construir el socialismo por medios pacíficos y legales. 
Uno de ellos fue el corresponsal del muy prominente periódico suizo Neue Zürcher Zeitung. En el apuro del tiempo y la confusión general, Allende, al ser entrevistado por él, se confundió y creyó que era el corresponsal de un periódico de la RDA, la Alemania comunista. Cuando el periodista le preguntó si después de esta elección en que había triunfado iba a haber nuevas elecciones en Chile, Allende muy enfático le respondió: “¡No seamos tan pesimistas, camarada!”.
En el texto enlazado hay muchísima más información al respecto, gracias a la cual se puede concluir que todo lo que los venezolanos han experimentado en quince años de mal gobierno lo vivieron los chilenos en tres años, con la diferencia de que no tenían recursos fabulosos. La subsiguiente indignación mundial contra Pinochet era animada por las mismas personas que acallaron todo interés por lo que pasó en Camboya pocos años después: se trataba del mismo impulso.

Tras el golpe se reforzaron las "iniciativas" para tomar el poder a punta de asesinatos y secuestros, cosa que se notó en la Argentina que en esos años llegó a tal caos que todo el mundo experimentó la llegada de Videla y compañía con gran alivio.

En definitiva, el gobierno de la Unidad Popular era como el de Allende y como el de Santos, un intento de abolir la democracia e imponer un sistema totalitario. Pinochet fue durante mucho tiempo un gobernante muy popular a pesar de los crímenes de su dictadura.

Los que creen que tal cosa es lícita porque se ganan elecciones obviamente no son demócratas, pero en Colombia son los que dominan los medios y la educación.

Tendría gracia que alguien evaluara la historia de Chile y de Cuba en el último siglo. Lo que pasa es que las personas deshonestas ponen el grito en el cielo por los atropellos contra los derechos humanos por la dictadura de Pinochet, pero JAMÁS dicen nada de atropellos mucho peores, mucho más aplicados a personas ajenas a cualquier actividad desestabilizadora y ocurridos durante mucho más tiempo en la satrapía cubana.

No hay que creerles: el atraso (económico y cultural) de una sociedad es reflejo de su nivel moral. Debería bastar para medirlo ver cómo reaccionan ante la idea de que el nazismo y el comunismo son crímenes paralelos. Sería de sentido común en países civilizados. Sería un escándalo en lugares como Colombia.

(Publicado en el blog País Bizarro el 11 de septiembre de 2013.)