martes, febrero 03, 2009

El basurero de la historia

Publicado en el blog Atrabilioso el 10 de octubre de 2007
Pocas metáforas fueron tan recurrentes en la época de auge del comunismo como la del "basurero de la historia", lugar al que iban a parar todos los proyectos desechados y los programas que fracasaban. En buen romance: todo lo que pusiera en cuestión la visión supersticiosa y fanática de los afiliados al "materialismo científico", todo lo que fuera en una dirección diferente. Nadie entenderá nada de la "izquierda democrática" colombiana sin prestar atención a esa teleología, a esa certeza de tener el mapa del tesoro y ejecutar una misión inevitable. La percepción de los demás de que esos actos son "crímenes" o aun, más a menudo, "mentiras para sacar provecho de los crímenes" sólo mueve a risa a esas personas, el único crimen es oponerse a ellos.

Al respecto, basta con ver el desparpajo con que siguen figurando los responsables de borrar un montón de blogs y de inundar los demás con insultos "firmados" como otra persona en una campaña de difamación que los retrata perfectamente como canallas sin escrúpulos. ¡Incluso son candidatos a ganar un premio al mejor blog! De algún modo palabras como "izquierda" surten su efecto mágico y se convierten en patente de corso para delinquir y mostrar la bajeza que los constituye, al igual que los rústicos que hacen la carrera política de los políticos a los que esos intelectuales (!) promueven.

Pero "el basurero de la historia" da mucho de sí. Podría ser la región sudamericana, donde todavía existe un proyecto totalitario idéntico al que floreció en Camboya en los años setenta y en Rusia cuarenta años antes. De hecho, el tipo humano predominante es un fósil increíble de los siglos de esclavitud que no puede asimilar la corriente que predomina en el mundo sino que se aferra a sus antiguos privilegios y jerarquías, constituyendo una anomalía que avergüenza a la especie. Si hace veinte años alguien hubiera oído que un golpista latinoamericano encabezaría una serie de dictaduras aliado con criminales como el presidente iraní y proclamando abiertamente su antisemitismo, se habría echado a reír.

Pero en otro sentido también se puede decir que los comunistas en Colombia experimentan un gran crecimiento desde la época del Caguán en la medida en que cada vez más se vuelven los representantes de las familias políticas caídas en desgracia, con las que antes combatían. Buen ejemplo de eso es la Anapo. En un escrito de Eduardo Pizarro sobre los orígenes de las FARC, se lee la descripción que los comunistas hacían del general Rojas Pinilla: "el delincuente más villano del país, quien conquistó su titulo a base de asesinatos y masacres".

Al mismo tiempo, su política era descrita como: "falsa pacificación, política de chantaje y de engaño". Pero ahora el candidato de ese partido a la Alcaldía de Bogotá es un nieto del general, un político cuyo único "mérito" es ese parentesco y la red de lealtades que desde el poder alcanzó a crear su madre.

No es una situación excepcional, también la familia López tiende a la alianza con los comunistas y con las guerrillas toda vez que la transmisión dinástica no alcanzó para la tercera generación y hay que conservar todo el poder que se pueda. La insistencia del difunto ex presidente en el "intercambio humanitario", la cínica adhesión al terrorismo de la revista Semana, la historia de la persecución del ELN que habría conducido a su destrucción de no ser por la intervención del entonces presidente, etc., son episodios que hacen pensar sin vacilar en algún interés en la alianza con los comunistas. ¡Pero es que ya al comienzo del Frente Nacional el Suplente de López como candidato del MRL era el dirigente comunista Juan de la Cruz Varela!

El Partido Comunista surgió en los años veinte como parte del fantasma que recorrió el mundo tras el triunfo bolchevique de 1917. Unos años después serían Mussolini y Hitler quienes desatarían fervores en toda la periferia (lo cual por ejemplo tiene mucho que ver con el ascenso de Perón y su cabaretera). El caso es que los comunistas eran una minoría de intelectuales que consiguieron un apoyo ínfimo en sectores obreros pero gracias a la guerra civil de los años cuarenta pudieron crear una base efectiva en zonas rurales. Sólo que nunca contaron con votos ni respaldos mayoritarios.Pero en cambio sí hubo una masa disponible para un levantamiento social, la que se manifestó en los años cuarenta detrás de Gaitán y a principios de los años sesenta con el MRL, a mediados con Camilo Torres y al final de esa década con la Anapo. Todos esos protochavistas son hoy cadáveres políticos caídos en el basurero de la historia, es decir, en la izquierda democrática.

En la adhesión más o menos velada al pertinaz programa del Partido Comunista.En realidad lo mismo ocurre con el samperismo y con el pastranismo, movimientos o corrientes cuya única base programática es la manipulación de redes que ordeñan al Estado y que no podrían sobrevivir sin combinar la adhesión al programa del Partido Comunista y las viejas maquinarias bipartidistas. El apoyo de Samper y Serpa al candidato del PDA es característico, lo mismo que la adhesión de toda la camarilla de Andrés Pastrana al mismo discurso. ¿Alguien se figura que un personaje tan apreciado por las FARC como éste escriba en la edición del sábado 6 de octubre en El Nuevo Siglo perlas como ésta:

“NO sólo a las directivas nacionales y distritales del Partido Conservador, sino a todos los conservadores para que no permitamos que en Bogotá continúe su carrera desenfrenada al abismo, porque todos sabemos que sólo contamos con dos concejales y un representante a la Cámara, cosa que demuestra el fracaso de las elecciones pasadas.”
¿Qué es el Partido Conservador? ¿Alguien lee las declaraciones de G. Ricardo, Camilo Gómez, etc.? ¿Alguien leía al actual candidato conservador a la Alcaldía de Bogotá (hijo naturalmente de otro amigo de Tirofijo) cuando escribía en El Espectador?:

“El enfoque del problema está errado. La guerra en Colombia tiene un origen social y la solución debe ser política. Mientras no se acepte lo evidente, no se podrá llegar a ningún lado. Sólo habrá más muertos de lado y lado, todos colombianos. Mientras el Presidente desde Washington sigue dando órdenes a través de las cámaras de televisión”.
Esa facción del antiguo conservatismo está sin la menor duda con las FARC, y creo que no hace falta insistir en algo que queda claro, la capacidad mágica del poder narcoterrorista para prometer longevidad a los cadáveres siempre y cuando colaboren.Pero el candidato a la Alcaldía de Bogotá que puede triunfar es Samu El Moreno. Es muy llamativo lo que le contesta a María Isabel Rueda cuando la periodista le pregunta sobre la afinidad del PDA con las FARC:

S.M.R.: Mi posición frente a la lucha armada está absolutamente clara. Cuando el M-19 nace, lo hace bajo el lema: 'Con el pueblo, con las armas y con María Eugenia al poder'. Secuestran a José Raquel Mercado y mi mamá sale públicamente a desautorizarlos. Desde entonces, mi familia y yo condenamos la lucha armada. Jamás me ha temblado la voz para decirlo. Y si las Farc atentan contra la población civil, son terroristas. Y esa es la posición del Polo que se acaba de aprobar.
Lo primero es fascinante: ¿de modo que cuando se robaron la espada de Bolívar ellos no lo condenaron? ¿Y el mismo hecho de levantarse en armas contra las instituciones no les pareció una agresión contra la democracia? Yo sinceramente creo que la Anapo tenía menos que ver con el M-19 de lo que tácitamente reconoce Moreno, que este movimiento fue un intento de un grupo de estudiantes e intelectuales comunistas para explotar el descontento por el presunto fraude de 1970...

Pero ahora conviene convertirlos en anapistas. La Anapo sobre todo congregaba a personas conservadoras que desaprobaban la violencia sectaria del laureanismo y la repartija abusiva que hizo el Frente Nacional, muchas de esas personas habían sido favorecidas por la dictadura, por ejemplo, muchos antiguos militares y policías. ¡Ahora va a resultar que Bateman y Vera Grabe son sus representantes!

En la proclama de que condena la lucha armada hay una serie de elementos más bien grotescos:

1. ¿Condenan (Samu El y su familia) a Bolívar?
2. Condenan los métodos pero ¿y los fines?
3. ¿Cómo se puede condenar la lucha armada y formar parte de un partido que exige el premio de la lucha armada?

Claro, es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo. Como esos padres que golpean a los hijos al tiempo que proclaman: "A mí me duele más que a ti".

Pero hay más: ¿por qué esa alusión a la "población civil"? Siempre que se habla de la "población civil" (en el contexto del conflicto colombiano) se está legitimando la agresión contra la "población militar". ¿Qué es más grave desde el punto de vista militar, la masacre de Bojayá o el asesinato en una emboscada de una cantidad comparable de soldados? ¿Qué están haciendo los soldados y policías sino protegiendo a la población civil de ser sometida por las tropas comunistas?

No hay que confundirse: Samu El, como su partido, no piden a las FARC que dejen de existir como fuerza que amenaza el sistema democrático, sino que les reprochan algunos excesos y sobre todo que no cumplan las reglas del juego.

De un juego al que los colombianos deberían decidir si quieren jugar. Del juego en el que hace carrera el PDA y montones de vividores de la guerra como los mencionados personajes de la política tradicional.

Votar por alguien así es aplaudir el asesinato, y las coartadas y pretextos que se encuentren sólo son parte de la afinidad moral que existe entre la mayoría de los colombianos y los simples combatientes que hacen el trabajo sucio en defensa del viejo orden en que estos vampiros, la Anapo, el MRL, el samperismo o el pastranismo siguen mandando y floreciendo.