sábado, abril 18, 2015

Embrujados

Por @ruiz_senior

El Leitmotiv de la propaganda del régimen de Santos y su proceso de paz es la dificultad de equilibrar la justicia y la paz. Así comienza la entrevista que publicó hace unos días El País:
El presidente Juan Manuel Santos entiende que el reto más dificil al que se enfrenta en el intento de negociar el final de la guerra civil colombiana, que ha durado 50 años y ha cobrado más de 200.000 vidas, es convencer a su pueblo de que es necesario sacrificar justicia para lograr la paz.
También es el tema de un artículo que publicó ayer el propagandista Miguel Ángel Bastenier.
... un conflicto en el que las concesiones más visibles las tiene que hacer el poder público, lo que en el país se llama justicia transicional y en lengua romance se traduce en que ningún guerrillero conozca la cárcel. Ese es el gran escollo, quizá no tanto para firmar como para cumplir lo firmado...
Creo que vale la pena relacionar todo eso con lo que conciben los colombianos como el proceso de paz, y es que siento que respecto a lo que está ocurriendo viven como embrujados, hasta ahora porque la prensa los confunde y porque la componenda de Santos con las FARC no tiene oposición, por una parte, y porque la situación económica durante los años de Santos no ha empeorado a tal punto que la gente la sienta, por la otra. Si hay que admitir cierta impunidad a cambio de ahorrarse el peligro de ver volar a los hijos por una bomba, la mayoría aceptará: sólo mueren todavía algunos soldados y policías, pero eso también pasará y todo mejorará, como se ve.

La gente que odia a los guerrilleros y comunistas puede indignarse con eso, pero siempre terminaría en minoría, ya que haría falta otra clase de seres humanos para el esfuerzo que habría que hacer para vencer a las bandas terroristas, ahora apoyadas por casi todos los gobiernos sudamericanos y protegidas por el propio gobierno colombiano, reconocido por todos los gobiernos y medios importantes de prensa del mundo. De hecho, a mí mismo me resultaría imposible argumentar en favor de la justicia implacable con las FARC si por ahorrarse miles de bajas y un régimen totalitario hubiera que renunciar a castigar todos sus crímenes.

¿Por qué el lema de los uribistas es "paz sin impunidad"? Alguien me comentó que esa frase la empezó a usar Francisco Santos antes que los demás uribistas. Viendo el pasado del personaje (defensor de la negociación de paz durante muchas décadas y promotor del Grupo de Memoria Histórica) me resulta irresistible la tentación de pensar que al hacerlo obedecía a una consigna acordada por la camarilla gobernante. No hay nada que convenga tanto al régimen como esa dualidad entre la paz posible y la exigencia irrenunciable de castigo. Es lo que impide que haya resistencia y lo que permite a los propagandistas como el ABC español "vender" la solución maravillosa como algo razonable. Los uribistas son una chusma fanática que no puede ver las limitaciones y ambigüedades de su líder y resulta fácil de manipular de esa forma.

Por si todavía hay que explicarlo: puestos a elegir entre continuar con "el conflicto" o renunciar a encarcelar terroristas, la inmensa mayoría de los colombianos optarían por lo segundo, y sería muy difícil convencerlos de lo contrario. Pero ¿es ésa la elección? Para eso es la consigna "paz sin impunidad" para que los uribistas pongan "pereque" por un problema inexistente quedando siempre en minoría. Es un lema concebido para favorecer a los terroristas.

Porque si ésa fuera la cuestión de la paz las negociaciones habrían durado unas pocas semanas y el referendo lo habría convocado Santos antes de salir reelegido por una mayoría abrumadora. ¿Cómo es que se negocia el sistema político, el régimen de propiedad de la tierra, etc.? ¿Cómo es que siquiera se permite negociar eso? Curiosamente los uribistas no discuten sobre el hacho de que se discuta, sólo presentan el reparo absurdo de la impunidad, que hace pensar que las FARC están pidiendo perdón y hay que ponerse duros.

Digo que los colombianos viven como embrujados porque no entienden que la negociación de paz con las FARC conduce inexorablemente al país a una tiranía como la cubana y a la multiplicación de los crímenes de las FARC. ¿Qué colombianos no lo entienden? Habría que ir de nuevo a la cuestión de la naturaleza de las guerrillas y de su relación con un statu quo sociológico que en últimas defienden. Los partidarios de las FARC sí ven que la paz es su triunfo rotundo, pero obviamente eso no les molesta. Los demás quieren vivir tranquilos y creen que por eso vale la pena dejar sin castigar los crímenes. No se les explica lo que ocurrirá después.

Como tema secundario al de la impunidad los uribistas presentan quejas por la "dejación" de armas, que no es la entrega de las armas. Pero vamos a suponer que los terroristas entregaran las armas y se quedaran desarmados. ¿Qué serían en las regiones en que han extorsionado, matado, violado y mutilado gente? ¿Se volverían buenas personas y tratarían con respeto a sus víctimas? ¿No tendrían alguna ventaja como grupo organizado capaz de ejercer una presión prácticamente prohibida a los demás? ¿Qué harían los funcionarios policiales respecto a ellos si obviamente la policía pasaría a estar controlada por gente afín, tal como ya lo está el poder judicial, todos los gremios docentes, la prensa, etc.? Pero ¿no serían después de todos sus crímenes impunes una facción política que a alguna hora triunfaría seguro gracias a su formidable financiación con los recursos de la extorsión pasada y el tráfico de cocaína (eso sólo por suponer, en gracia de discusión, que no continuaran con esos negocios)? ¿O es que acaso han renunciado las FARC al comunismo o han prometido disolverse?

Lo mismo se podría decir de la producción de cocaína: si la practican regímenes de países ricos como el venezolano, ¿por qué no van a continuar con ella las FARC? Todo el mundo sabe que continuarán y que gracias a ella dominarán el Estado colombiano, simplemente cooptando a la oligarquía y a las castas de parásitos que siempre las han apoyado. ¿O no lo saben? ¿Qué creen que pasará? 

Lo que llaman la paz, el reconocimiento del atracador como dueño parcial de nuestro sueldo, sólo es la imposición de la tiranía que buscan las FARC. La cuestión de la impunidad no existe, los uribistas no han exigido que no se negocien las leyes con los terroristas ni que no se discuta partiendo de reconocerles alguna legitimidad. Ni siquiera han cuestionado la increíble comisión histórica. Al aceptar la negociación y no declarar que no la acatarán ni oponerse a ella en las campañas electorales, están mucho más en el lado del gobierno que alguien que sólo quisiera ahorrarse sufrimientos renunciando al castigo: están propagando una mentira, haciendo creer a la gente que las FARC sólo intentan librarse del castigo cuando ya dominan el país. ¿Hasta qué punto saben que colaboran con Santos? Mejor dicho, ¿en qué rango empieza a haber incautos que creen que se está haciendo oposición y no contribuyendo como decorado al triunfo del mal?

(Publicado en el blog País Bizarro el 13 de marzo de 2015.)